Pese a que ha contado con un estudio que señala más de 500 recomendaciones para garantizar la seguridad de la Línea 9 del Metro, el Gobierno de la Ciudad de México, desde que era encabezado por Claudia Sheinbaum, apenas ha intentado apuntalar algunas trabes pero sin resolver los problemas estructurales que presenta el tramo elevado.
El pasado viernes en Loret en Latinus se presentó el reportaje “Gobierno CDMX ignora advertencias. Parcha Línea 9 pese a informes de riesgos en tramos elevado”, de Isabella González, en el que se detalla que desde principios de año el Gobierno de la Ciudad de México tiene un proyecto ejecutivo en el que se detallan las acciones para que esa línea funcione sin riesgos.
Debido a señalamientos de los usuarios, en septiembre de 2022 el gobierno de Sheinbaum encargó a la empresa Construcciones ICI la realización de una revisión estructural de la Línea 9 del Sistema de Transporte Colectivo Metro para contar con un plan ejecutivo para solucionar los problemas que fueran detectados.
El estudio le recomendó al Gobierno de la Ciudad de México hacer 539 acciones, entre las que destacaba que se debería demoler y reconstruir 150 metros del tramo elevando entre las estaciones Pantitlán y Puebla. Sheinbaum hizo caso omiso de ellas y, si acaso, sólo parchó algunas partes sin resolver los problemas estructurales del tramo elevado, que causan retrasos y ponen en riesgo la seguridad en el servicio.
Según el documento, el principal problema se encuentra en la cabecera sur de la estación Pantitlán, donde hay una profunda deformación que causa el desplazamiento de trabes sino que aumenta el tiempo de recorrido de los trenes y hace más lento el servicio.
La empresa a cargo del estudio también incluyó entre sus recomendaciones renivelar y rehabilitar 160 metros del viaducto elevado de la Línea 9 en la zona que atraviesa el Circuito Interior; rectificar la geografía de los cinco kilómetros del tramos elevado que va de Pantitlán a Velódromo; reforzar pasos peatonales y conexiones entre edificios de las estaciones Pantitlán y Puebl; remodelar la caseta del estacionamiento en Velódromo; cambiar el sistema eléctrico de todo el tramo elevado; rehabilitar el mando centralizado y renovar el pilotaje automático, la señalización y el sistema de comunicación.
Pero de las 539 acciones propuestas, ninguna ha sido implementada ni licitada, de acuerdo con información de la Secretaría de Obras de la Ciudad de México, ni tampoco el Sistema de Transporte Colectivo Metro destinó recursos para ellas ni ha informado si hay algún plan para la remodelación de esa parte de la Línea 9.
Hasta ahora el gobierno capitalino sólo ha efectuado acciones mínimas para mantener operando la Línea 9, como el apuntalamiento de trabes, lo que las autoridades hicieron para atender una de las recomendaciones del Instituto para la Seguridad de las Construcciones en un informe de inicios de 2022, en el que, además, se sugirió una intervención mayor en el tramo elevado para reforzar su estructura.
A pesar de los estudios antes citados y la falta de acciones, el Gobierno de la Ciudad de México ha sostenido que la Línea 9 opera de forma segura y que basta con apuntalar el tramo elevado.