Tras refrendar su fe católica, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado de la República, Ricardo Monreal, consideró auténticas las recientes declaraciones de los miembros de la Iglesia Católica sobre el clima de violencia que se vive en México.
En conferencia de prensa, desde el recinto legislativo, el morenista dijo que su preocupación ante el clima de violencia es sensata, “en sus planteamientos de buscar soluciones y de hacer propuesta para enfrentar este flagelo tan delicado que es el aumento de la violencia”.
“No los vi irrespetuosos ni tampoco imprudentes, ni decepcionados, simplemente preocupados por el clima de violencia que en el país existe”, agregó.
Y es que la semana pasada ante las críticas de la Iglesia Católica a la fallida estrategia obradorista “Abrazos no balazos” para enfrentar al crimen organizado, el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó de hipócritas a los miembros del clérigo. También los señaló, supuestamente, de callar ante el clima de inseguridad que se vivió en sexenios anteriores.
“¿Por qué no actuaron, cuando Calderón, de esa manera? ¿Por qué callaron cuando se ordenaban las masacres, cuando se puso en práctica el ‘mátalos en caliente’, cuando se decía a los altos mandos del Ejército: ‘Ustedes hagan su trabajo y nosotros nos encargamos de los derechos humanos’? ¿Por qué esa hipocresía? Eso no debe permitir a nadie y mucho menos a un religioso, sea pastor de una iglesia evangélica o sea sacerdote. La verdad”, declaró.
Al respecto, Ramón Castro y Castro, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), respondió al presidente al asegurar que la Iglesia no se ha quedado callada ante las situaciones de inseguridad en gobiernos anteriores, por lo que negó que sean “hipócritas”. Además, llamó al gobierno a combatir la violencia con la ley, a quitar prejuicios y a entablar diálogo.
Ricardo Monreal es el primer integrante de Morena que acompaña las preocupaciones de la Iglesia Católica. Desde la semana pasada, ningún integrante del gobierno federal o del partido político se pronunció por entablar un diálogo y/o atender las exigencias de seguridad.
“Me parece que es una preocupación auténtica, legítima, por su labor espiritual y por su apostolado”, aseguró Monreal.
Agreden a golpes al sacerdote Mateo Calvillo
Justo este domingo, el padre Mateo Calvillo Paz, denunció haber sido víctima del crimen organizado.
A través de una carta, el sacerdote, encargado de la Comisión de Evangelización en Radio y Televisión para la Arquidiócesis de Morelia, informó que en cuestión de tres minutos un sicario bloqueó su camino cuando salía de Queréndaro y le propinó una golpiza que lo dejó con graves hemorragias.
“El agresor, debió ser un sicario, aunque no me presento su credencial. Un psicópata, era muy alto y fuerte, moreno, con entradas en el pelo, tenía en los puños un arma, se dirigió a mí, abrió la portezuela de mi auto me destrozó la cara, dejándola con hemorragias terribles”, narró.
“Este ataque, yo lo había presentido, a todos nos puede tocar, estoy tentado a decir: nos va a tocar. Hay que ser conscientes y estar preparados, estudiar nuestra reacción, una equivocación puede ser mortal”, agregó.
El padre también escribió “me salió muy barato, si pienso en la suerte de los hermanos jesuitas asesinados y en tantas muertes y masacres.
Me siento honrado de ser hermano de las víctimas de la violencia, inocentes, asesinados heridos despojados de sus pertenencias, expulsados de sus pueblos, de tantos muertos denunciados y de los no denunciados, los hijos perdidos, desaparecidos o enrolados con los narcos y criminales, todos los inocentes que Andrés Manuel no defiende porque anda dando abrazos a los asesinos y protege a los narcos, ‘porque también son seres humanos’”.
“No más teatro de política, con culto a la personalidad, ideología, propaganda”, exigió el clérigo.