En redes sociales el Gobierno de México presentó lo que llamó su “imagen oficial” para el presente año, durante el cual conmemorará diversos hechos históricos. La figura principal será Quetzalcóatl, que es un símbolo de la élite gobernante y no precisamente del pueblo.
Hace dos días, en la cuenta de Twitter del Gobierno de México, fue publicada la imagen de la serpiente emplumada sobre un fondo verde, con la leyenda “México 2021 Año de la Independencia”.
Fue acompañado por el siguiente texto: “En 2021 conmemoramos 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán, 500 años de la invasión europea y 200 años de nuestra Independencia. La imagen oficial estará dedicada a Quetzalcóatl, cuya figura representa la grandeza y la herencia cultural de los pueblos indígenas”.
Así se da el inicio de la disputa por otro símbolo del gobierno mexicano, que ha tenido antecedentes como “el águila mocha” que se exhibió durante la administración de Vicente Fox Quesada.
En Twitter el prestigioso arqueólogo Leonardo López Luján, miembro de El Colegio Nacional, publicó un breve hilo sobre el Templo de la Serpiente Emplumada y su representación por Antonio Alzate. Allí hizo un comentario en el que recordó que la figura de Quetzalcóatl “era el dios tutelar de la clase gobernante en Mesoamérica y patrono del Calmécac, es decir, de la escuela exclusiva para la nobleza. La gente del pueblo que iba al Telpochcalli invocaba a Tezcatlipoca”.
Es decir, la figura que ha escogido el gobierno actual más bien representaba a la élite dirigente y a la clase dominante, y no al pueblo que le es tan querido.
Si bien en algunas versiones del mito de Quetzalcóatl este dios colabora con su hermano Tezcatlipoca, también hay otras en las que combaten con frecuencia.
Por otra parte, sobre el espíritu conmemorativo oficial Héctor Aguilar Camín escribió en Milenio que “este gobierno quiere establecer un cuento histórico que le dé la razón, que gane la batalla de poner en letras de bronce su visión del presente como una extensión lógica del pasado de la nación”.
Menciona que el gobierno busca saldar afrentas con una historia de bueno y malos, de las que destaca la que tiene con el gobierno de España para que “se disculpe por los crímenes cometidos hace 500 años, en tiempos del Imperio español, contra los pueblos originarios de América, y de lo que hoy llamamos México”.
Antes Aguilar Camín cuestionó que 1321 sea el año de la fundación de Tenochtitlán porque, afirma, generalmente se dice que fue en 1325, lo cual también es debatido.
Asimismo, negó que al hecho histórico llamado Conquista se le pueda llamar “invasión” ya que considera un anacronismo considerar que un país llamado España ocupó militarmente otro denominado México.
En lo que sí coincide el director de Nexos es en el año de la Independencia, 1821, que muchos ven un sacrilegio porque así lo ha visto la historia oficial, que más bien la fecha en 1810.