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Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil leyó la noticia en su periódico Reforma: estudiantes de ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro diseñaron un casco para infiltrar pequeñas dosis de nitrógeno y combatir de manera efectiva, rápida y barata la pediculosis, es decir, la infesta de piojos. Como lo oyen, nuestros graves problemas han llegado a su fin con este casco queretano que asesina piojos en un dos por tres. Gilga les pide a los jóvenes científicos que inventen un casco para eliminar grupos indeseables de neuronas y reposiciones de nuevas células.

Ese casco no existe, por eso Cuauhtémoc Blanco adelanta por mucho a sus contendientes en las encuestas para gobernador del estado de Morelos. Los morelenses serán gobernados, es un decir, por un hijo del barrio bravo de Tepito. Según su periódico El Universal, Blanc de Blancs lleva 33.7 por ciento sobre sus siete rivales, incluyendo 20 por ciento sobre el segundo lugar del sondeo.

Gil quiere hacer una pausa. Si los morelenses quieren votar así por Cuau, allá ellos. Como decía Alberto Moravia: “Curiosamente, los votantes no se sienten responsables de los fracasos del gobierno que han votado”. Entonces: van a votar por Blanc de Blancs, háganlo y luego no se quejen. Peor no se puede estar, dicen los críticos de Graco Ramírez. Ya lo verán. Dios los tome confesados, si ya de por sí.

Candidatos del pasado

¿Recuerdan ustedes a Gabriel Quadri?, el candidato de Nueva Alianza, empleado de Elba Esther Gordillo, fanfarrón de lengua más o menos fluida. Este hombre de gran honestidad, mju, dice con todas sus letras que los candidatos a la Presidencia deben comprometerse a prohibir el reguetón, las letras de esas canciones son machistas y misóginas. Al parecer Quadri nunca ha oído un bolero, ni una cumbia, ni nada. Es que de veras con el cuadro. Dice Quadri que en el debate de 2012 él actuó con naturalidad. Ay, mis hijos, granujas sinvergüenzas.

En la Revista R de su periódico Reforma, Francisco Labastida recuerda que perdió el debate: “Me dijo Mariquita”. Gilga no recuerda candidato más zanguango del PRI, solo se le acercan Roberto Madrazo y José Antonio Meade, o Mit, como dice Liópez.

Y Roberto Campa, también de Nueva Alianza, también empleado de La Maestra Milagrosa, debatió con Patricia Mercado, Roberto Madrazo y Felipe Calderón, Liópez no asistió, entonces era el puntero. La verdad es que Campa no lo hizo mal, ni bien, ni regular. En fon.

Y Diego Fernández de Cevallos, Gil se pone de pie y se quita el sombrero, en aquel año histórico del 94 hizo pomada a Zedillo y a Cuauhtemoc (Cárdenas, no Blanco). Gilga tiene una idea (pocas pero bien cultivadas): que Diego se presente a debatir el próximo domingo. Se los come vivos. Pero al parecer no es legal que Diego llegue y les diga de su ronco pecho. Ahora mal sin bien, no hay que ser Churchill para acabar a esos contendientes más bien lerdos. Como sea, Gil recuerda a El Jefe Diego pateando la autoestima de los candidatos. Definitivo: se modifica la ley, cosa fácil, y Diego debate. Cuidado porque Gil vio hace años en la televisión un encontronazo con Liópez que perdió Diego. Liópez repartió mandobles y Diego no metió ni las manos. Como lo oyen, dicho sea esto sin un albur debatible. Diego: por lo menos aconseje a Ricardo Anaya que de plano no da golpe, dígale que se olvide de Mit y se concentre en Liópez. Ande Diego, dígale que se trata romperle su máuser, no mercy.

Más información: http://bit.ly/2EPVFYR

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