Tres palabras del Himno Nacional que han sido objeto hasta de chistes y la guitarra eléctrica destemplada interpretando el Himno a la Bandera dan título y música a un salto en la vida de la televisión mexicana.
A partir de hoy está disponible Un extraño enemigo, la serie producida por Televisa y distribuida a través del servicio de video-contenidos Amazon Prime, que borda sobre el movimiento del 2 de octubre de 1968, a 50 años.
El argumento es fascinante porque toma distancia de las dos grandes versiones oficiales de los hechos: la del “sistema” que lo quiere ocultar todo y la del idílico estudiantado. Las dos han servido para alimentar intereses políticos. Basta revisar los documentos oficiales y los testimonios de los militares y políticos de hace medio siglo para comprobar que la verdad oficial no tiene sustento. Basta conversar con los entonces líderes estudiantiles para escuchar de sus propias voces —incluso con humor— cómo con los años se engrandeció el movimiento para servir de bandera política.
Así que el guión de Un extraño enemigo, que es una serie de ficción y no un documental, abreva de las dos versiones, pero construye una propia, haciendo mucho más énfasis en la conspiración de la sucesión presidencial que en el movimiento estudiantil. Es un thriller político de intrigas palaciegas que sucede a la par de la efervescencia juvenil, y se alimenta de ella.
Partir de la conspiración para relatar esos años implica también ver al 68 como lo que fue: un crimen de Estado. Perpetrado por hombres del sistema que no son los vulgares corruptillos de ahora. Si bien en los altos mandos se exhibe una ambición de poder personal, en los ejecutores materiales —el retrato de los mandos medios es escalofriante— el motor es una suerte de convicción de que lo que hacen es por un bien superior, muy a su torcido modo de entender.
Más información: http://bit.ly/2NYK1nT