En su informe correspondiente al último trimestre de 2019, el Banco de México (Banxico) redujo en tres décimas sus expectativas de crecimiento para este año al pasar de un intervalo de 0.8 a 1.8% a uno entre 0.5 a 1.5%. Este ajuste obedece principalmente a la reducción registrada durante el trimestre anterior, además de la incertidumbre respecto a los efectos que la epidemia de coronavirus pueda tener en la economía mundial y por lo tanto, en la nacional.
“Sobresale la incertidumbre relacionada con los efectos que el brote de coronavirus pudiera tener en la actividad económica mundial y en especial en las cadenas globales de valor”, indica el documento.
De acuerdo con el reporte de Reforma, el gobernador del Banxico, Alejandro Díaz de León, explicó que si bien otros factores de riesgo como los conflictos comerciales han quedado por el momento superados, la volatilidad de los mercados internacionales como resultado del brote epidémico es un factor real de presión.
Abundó que aunado a lo anterior, a nivel interno existen otros aspectos que influyeron para modificar las expectativas de crecimiento, por ejemplo, las cifras finales sobre el comportamiento de la economía en 2019, un deterioro de la calificación de la deuda de Pemex o en la soberana, o un ejercicio del gasto menor a lo programado.
Cabe recordar que al cierre de 2019, la producción industrial registró una contracción mientras que el sector servicios reportó un estancamiento. Aun cuando el sector agropecuario presentó crecimiento, su impacto sobre la economía es poco significativo. Asimismo, la inversión fija bruta continuó contrayéndose por la debilidad en gasto en maquinaria y equipo y construcción.
Por lo anteriormente expuesto, las previsiones estimadas de crecimiento para 2021 también ajustadas a la baja, desde un rango de 1.3 a 2.3% presentado en el reporte anterior a uno entre 1.1 y 2.1%.
“Estas previsiones anticipan una recuperación más gradual de la demanda interna a lo largo del horizonte de pronóstico, en un contexto en el que prevalece la debilidad de la economía global y en el que, en particular, las expectativas para la producción industrial en Estados Unidos se han vuelto a revisar a la baja”, se lee en el informe trimestral.
arg