Pese a que durante una semana Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, ha señalado severamente la relación de la mala alimentación con enfermedades y muertes, la Secretaría de Salud no tiene una campaña al respecto. Durante la administración anterior sí hubo estrategia y cuando menos una campaña contra el sobrepeso y la obesidad.
Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, en septiembre de 2013, se lanzó la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes. En ella, uno de los pilares fue buscar preservar la salud mediante la promoción de estilos de vida saludables, campañas de educación y el monitoreo de enfermedades no transmisibles. Entre sus ejes estratégicos estaban la promoción de la salud y comunicación educativa.
Además, en el tema de regulación sanitaria y política fiscal se plantearon reformas en materia de publicidad y etiquetado de alimentos y bebidas, además de medidas fiscales para disminuir el consumo de las de escaso valor nutricional.
A partir de ello se proponían las siguientes acciones: impulsar la eliminación de la publicidad de alimentos no nutritivos y la gradual del azúcar, sodio y grasas saturadas en alimentos, diseñar incentivos para reducir las porciones en alimentos industrializados y restaurantes.
También se planteó desarrollar acciones para promover la disponibilidad de agua potable en escuelas, sitios de trabajo y espacios públicos, además de promover la alimentación correcta, actividad física y el consumo de agua simple potable.
Entre los productos de la Estrategia se planeó y realizó la campaña “Chécate, Mídete, Muévete”, la cual, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 realizada por la Secretaría de Salud, era conocida por 57.4 por ciento de la población, 61 por ciento de mujeres, 63.7 por ciento de los adultos de 20 a 39 años y en la zona urbana.
Según el documento, casi el 67 por ciento de los mexicanos sabían que el propósito de la campaña era promover un estilo de vida saludable, mientras que 75 por ciento consideraron que ese tipo de campañas contribuyen a la prevención del sobrepeso y la obesidad.
La campaña tuvo tres elementos: “Chécate”, que promovía la asistencia a la clínica de salud; “Mídete”, que buscaba disminuir consumo de grasas, azúcares y sal, y “Muévete”, que intentaba fomentar el ejercicio físico cotidiano. Sobre esos elementos, la encuesta señalaba el entendimiento de ellos entre 53.1, 11.3 y 85.1 por ciento, respectivamente, entre quienes conocían la campaña.
La encuesta señaló que uno de los resultados favorable de la campaña “Chécate, Mídete, Muévete” fue que cerca del 70 por ciento de la población logró identificar los comportamientos relacionados con la obesidad y 90 por ciento las consecuencias de la obesidad.
La encuesta también señaló “la alta frecuencia de consumo de bebidas por una parte considerable de la población. En el análisis nacional, por área y regional, más de un 33 por ciento de la población mexicana reporta consumir bebidas azucaradas a diario, mientras que aproximadamente otro 30 por ciento las consume varias veces a la semana. Se encontró que, si bien a una gran mayoría de las personas le gustan las bebidas azucaradas (82 por ciento) y éstas se consumen habitualmente, la población mexicana sabe que el consumo de bebidas azucaradas en exceso no es saludable (92 por ciento lo reportó) y conoce las consecuencias negativas de un alto consumo. Como se indica anteriormente, esto puede ser el resultado de la exposición a campañas de salud sobre el daño del consumo elevado de bebidas azucaradas, lo cual será pertinente analizar con detalle a través de análisis más complejos que permitan cruzar las respectivas variables indagadas”.
Otra campaña de la Secretaría de Salud durante el gobierno de Enrique Peña Nieto fue la emprendida en 2013 con el título de “1, 2, 3, Saludable otra vez”, con la colaboración de la empresa promotora de lucha libre AAA.
En julio de 2014 también dieron inicio las campañas de prevención de la obesidad y la diabetes realizadas en por los gobierno de los estados y del Distrito Federal, que fueron coordinadas por la Secretaría de Salud.
SIN ESTRATEGIA NI CAMPAÑA
Ya en este gobierno, en febrero de 2019 el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, anunció una reestructuración de la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, Obesidad y la Diabetes. Entre lo que mencionó entonces no hubo referencia a alguna campaña respecto a esos problemas.
La semana pasada el subsecretario, durante la conferencia de prensa de la Secretaría de Salud sobre Covid-19, dio un dato importante: en 2018, de las 730 mil personas que fallecieron en el país la mitad murieron por algún mal vinculado con una mala alimentación, como diabetes, cáncer, enfermedades cardio y cerebrovasculares.
En la conferencia para informar el avance del Covid-19, ya llegando a los 40 mil muertos por esta enfermedad, López-Gatell señaló que la mitad de las muertes en México en 2018 fueron atribuibles a enfermedades relacionadas con una mala alimentación. Además, que el consumo de bebidas azucaradas genera 7 por ciento de las muertes en el país.
Ese problema de salud, según López-Gatell, no fue atendido correctamente en los gobiernos anteriores y hasta criticó la campaña anterior: “Volvemos a lo mismo: había intereses en administraciones previas que han hecho que se oculte esa información o a que se usen eufemismos para decir ‘Salta, Brinca, Muévete y Chécate’. No, hay que entrarle a los elementos estructurales, los productos que hacen daño, hacen daño y tenemos que disuadir su consumo para que menos personas estén insanas”.
Sin embargo, hasta ahora el gobierno actual no ha sido capaz de producir un documento similar a la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes del gobierno anterior que guíe sus políticas al respecto. Si se busca en el sitio de la Secretaría de Salud, sólo aparece la información de que la anterior, producida en el gobierno de Enrqiue Peña Nieto, sería reestructurada, y poco más.
Pese al reconocimiento que hizo de la necesidad de disuadir consumo de productos dañinos y hasta de su descalificación a la campaña, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud no ha sido capaz de realizar una campaña de la dependencia al respecto, lo que, como hemos visto, sí hicieron sus colegas del gobierno anterior.
Incluso en su canal de YouTube, en la sección “Temas de Salud”, la Secretaría de Salud apenas presenta un video de 31 segundos dedicado a la alimentación sana, donde destaca la importancia del agua.
La que lanzó una campaña fue la Procuraduría Federal del Consumidor, que hace poco más de un mes presentó un par de videos sobre hábitos alimenticios y nutrición. Es regida por el principio de que “la transformación empieza con lo que llevas a tu mesa”, y en el comunicado respectivo se dice que una de las bases es el “Platillo Sabio, que la Profeco difunde desde hace 36 años en beneficio de la salud, a través de la alimentación de las y los mexicanos”.