Claudia Sheinbaum, candidata presidencial oficialista, se lanzó contra el informe de la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de Covid-19 en México (CIIPCM), a la que acusó de tener “motivos políticos”. En el reporte se hacen graves señalamiento contra la gestión de la pandemia en la Ciudad de México, pero también se le reconocen medidas positivas al gobierno capitalino. A los primeros la morenista no respondió y de las segundas no se enteró.
De gira por Campeche, Sheinbaum, al igual que el presidente Andrés Manuel López Obrador, descalificó el trabajo de los especialistas independientes en su evaluación de la atención a la pandemia de Covid-19. Quien era jefa de Gobierno de la Ciudad de México durante la pandemia manifestó su desacuerdo con el documento mencionado, “que en realidad tiene motivos políticos”.
Agregó que la investigación de los especialistas “no tiene otro motivo porque, además, ¿por qué lo están sacando ahora si la pandemia fue, ya pasaron dos años de la pandemia? No estamos de acuerdo con eso”.
También dijo no estar de acuerdo porque, dijo, “nosotros fuimos reconocidos internacionalmente por el manejo de la pandemia”. Ejemplificó al decir que la de México fue de las únicas ciudades “en el mundo” en la que “a cada persona que se enfermaba de Covid se le llevaba a su domicilio una despensa y una tarjeta de mil pesos, con compañeros de Participación Ciudadana que, incluso, muchos de ellos se enfermaron, pero que estaban dando su vida, su trabajo, para atender a las personas enfermas” (esto es mencionado como un acierto en el informe de la CIIPCM).
Añadió que la capital del país fue de las ciudades en que más pruebas se hicieron (eso está reconocido en el informe, pero no se enteró Sheinbaum) y pudieran aislarse para evitar contagios, además de haber realizado “un programa de vacunación excepcional” (el informe también menciona positivamente este aspecto).
También defendió el programa de utilización de ivermectina para el tratamiento de la Covid-19, cuya eficacia no ha tenido evidencia científica. Atribuyó a un comité médico la decisión de realizarlo “con la información científica que tenían”, además de “algo especial”: que aquel medicamento “no tenía efectos secundarios”, por lo que se dio. No dio comentarios sobre los graves problemas éticos señalados hasta por importantes publicaciones científicas internacionales al respecto.
Pero Sheinbaum omitió hacer aclaraciones y hasta explicaciones de lo que sobre la gestión de la Covid-19 en la capital del país se señala en el informe de la CIIPCM. La anotación más grave sobre ella es que, entre diciembre de 2020 y enero de 2021, la Ciudad de México fue la zona más mortal: tuvo el 24 por ciento de las muertes en exceso cuando sólo tiene al 7.3 por ciento de la población.
Acerca de esa situación la CIIPCM destacó que lo anterior ocurrió “después del uso de datos incorrectos o falsos para el cálculo del semáforo de riesgo y la posposición de las medidas sanitarias conducentes”. Esto ocurrió cuando el 4 de diciembre de 2020 no se dictó la suspensión de actividades no esenciales, en lo que las autoridades faltaron a los lineamientos generales de riesgo epidemiológico. Pasaron 14 días más para que se implementara la medida correspondiente, y costó vidas.
Lo anterior es considerado por el documento como “uno de los más graves fallos gubernamentales en el manejo de la emergencia sanitaria, pues implicó no sólo una omisión, sino una violación de regulaciones oficiales cuyas consecuencias en el contagio y la mortalidad de la población eran previsibles”.
Una seria falla cometida por el gobierno de Sheinbaum enfatizada en el informe la distribución masiva de ivermectina, “un medicamento antiparasitario no autorizado para tratar el COVID-19, a pesar de las advertencias de autoridades nacionales e internacionales sobre su falta de eficacia. Además, los funcionarios del gobierno de la Ciudad se vieron envueltos en un intento cuestionable de generar evidencia pseudocientífica para respaldar esta decisión, lo que socavó la confianza pública y planteó preocupaciones éticas”.
Otro punto que indica el informe sobre la ciudad de México: entre 2020 y 2021, la pérdida de esperanza de vida fue de 9.2 años.
A esos gravísimos señalamientos Sheinbaum no respondió.
En sentido contrario, el documento del CIIPCM reconoció algunas acciones acciones positivas del gobierno capitalino: respuesta rápida, colaboración entre sectores público y privado, realización de pruebas más amplia que la del gobierno federal y una organización satisfactoria de la vacunación.
Pero la científica Sheinbaum no se enteró y la política Sheinbaum descalificó.