Según Claudia Sheinbaum, con la política del actual gobierno no hay ni habrá gasolinazos, además de que ha logrado reducir la importación de combustibles, al contrario de lo que ocurría en sexenios anteriores. Sin embargo, sí hubo aumento en el precio de gasolinas y las importaciones repuntaron el año pasado.
En un video difundido en redes sociales, la virtual candidata de Morena y aliados a la Presidencia de la República reiteró uno de los caballitos de batalla de Andrés Manuel López Obrador: los gasolinazos, en referencia a los precios de los combustibles en los recientes gobiernos.
Según expuso Sheinbaum, el precio de la gasolina aumentó durante los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto en 22.9 y 42.8 por ciento por ciento; en comparación, dijo, con el gobierno de López Obrador ha habido una reducción de 7.2.
Afirmó que lo anterior se debe a que se han importado cada vez menos gasolinas. En esa dirección, afirmó que en los tres gobiernos anteriores esa importación se incrementó en más de 500 por ciento, mientras que en el del tabasqueño se ha reducido en 50 por ciento.
La explicación de esa reducción, afirmó la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, está en la compra de la refinería Deer Park, en Texas, por Petróleos Mexicanos; a la rehabilitación de seis refinerías y a la construcción de la refinería Olmeca, más conocida como Dos Bocas, en Tabasco.
Según Sheinbaum, el gobierno del tabasqueño logró evitar que “la inflación se hubiera ido al cielo” ya que destinó muchos recursos “para que no aumentara el precio de las gasolinas y el diésel” en el contexto de la “guerra en Ucrania” (así le llamó a la invasión rusa).
Anunció que no se tendrá que aumentar el precio de los combustibles si se continúa reduciendo la importación de los combustibles y se producen más vehículos eléctricos (con lo cual, por ejemplo, pierde mucho sentido la refinería de Dos Bocas).
Y remató al decir que en “la cuarta transformación no hay ni habrá gasolinazos” y porque protege la economía de las familias”.
Por supuesto, la aspirante a la Presidencia no hizo ninguna referencia a la promesa de López Obrador de que el litro de gasolina costaría 10 pesos, ni tampoco al sobrecosto y a las fallidas fechas en que Dos Bocas estaría produciendo gasolina, que será su principal objetivo.
Además, algunos consultores cuestionaron lo dicho por Sheinbaum: en X, Erick Sánchez mostró una gráfica de la cantidad de barriles de gasolina que Estados Unidos ha exportado a México desde 1994, que llegó a un pico de alrededor de 500 mil en 2018; aunque disminuyó en 2019 y 2020, la cifra se mantuvo en niveles altos, por arriba de los 400 mil, y se ha ido incrementando en 2021 y 2022. La disminución no fue tan significativa y en los dos años anteriores ha ido para arriba.
Por su parte, Víctor Ramírez afirmó que la reducción de la importación de las gasolinas “es una pésima noticia” debido a que las refinerías mexicanas no son aptas para el crudo mexicano, por lo que “reducir importaciones es casi en automático producir más combustóleo, o sea perdidas financieras y más contaminación”.
También hay que anotar respecto a la refinería de Deer Park que, entre enero de 2022 y junio de 2023, ha enviado a México 14.5 millones de barriles de productos refinados, poco menos de 10 por ciento de su producción, según datos del Quinto Informe de Gobierno. Además, lo que llega a México de esa refinería es, justamente, importación.
Sobre lo que dice Sheinbaum de que el gobierno destinó muchos recursos para evitar el aumento de los precios de gasolinas y diésel, hay que decir que eso no fue gratuito o un acto de mera voluntad, sino una decisión de muy alto costo: el subsidio otorgado en 2022 al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) llegó a ser calculado en hasta 400 mil millones de pesos por la entonces titular del Servicio de Administración Tributaria, Raquel Buenrostro.
Esos recursos, se dijo, serían financiados con excedentes de exportaciones petroleras. Aun así, sin duda el subsidio beneficiaría más a los grupos sociales más ricos de la sociedad (los que tienen vehículos automotores) y es contaminante al fomentar la utilización de combustibles fósiles. Y son recursos que pudieron tener destinos sociales, por ejemplo.
Y, por supuesto, el precio de las gasolinas sí ha aumentado en el gobierno de López Obrador: por ejemplo, entre abril de 2020 y marzo de 2022 pasó de 15.08 pesos a 21 pesos, un 39 por ciento más, que superó la tasa de inflación acumulada en ese periodo, que fue de 10.5.
Sin embargo, en esos mismos días López Obrador decía que su gobierno podía sostener “que no haya gasolinazos, que no aumento por encima de la inflación”, y que las utilidades por el incremento del precio del crudo “alcanza para no cobrar el IEPS”.
