La presidenta Claudia Sheinbaum minimizó el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez y la violencia que existe en Chiapas, y prefirió seguir en su enconada batalla contra el Poder Judicial de la Federación y afirmó que pondrán paz y orden… en Guanajuato.
El domingo pasado fue asesinado el párroco Marcelo Pérez Pérez, perteneciente a la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, quien había mantenido un intenso activismo a favor de la paz en Chiapas y contra las acciones del crimen organizado, la destrucción ambiental y el desplazamiento de los pobladores de las comunidades hacia Guatemala.
Pese a la conmoción que ha generado este nuevo crimen, en especial entre la comunidad católica del país, en el contexto de la violencia en Chiapas, Sheinbaum lamentó el crimen, del que fue informada desde el momento en que ocurrió, que están en contacto con el gobernador de Chiapas y con las autoridades eclesiales y que se está investigando.
Cuestionada sobre el mensaje que envía a la población de Chiapas ante el hecho, Sheinbaum habló del cambio de gobernador, que ese estado no modificó su constitución para sincronizarla con la elección presidencial, y que están trabajando en intervención social de apoyo y en investigación e inteligencia.
Cuando un reportero le insistió más específicamente sobre el tema, la lacónica respuesta de Sheinbaum fue: “Damos más información en cuanto tengamos pues más información sobre el lamentable asesinato del padre”.
Pero otra reportera volvió sobre el tema, que preguntó que se hará con las denuncias que hacia el padre Marcelo Pérez sobre la violencia, sobre la negación que el gobernador hace de esa situación, cuál es el diagnóstico que tiene sobre esta y qué se va a hacer con esa realidad.
Entonces, Sheinbaum con indolencia e ignorancia, salió por peteneras: “Si gustan, dedicamos un día a hablar del tema de Chiapas y de otros estados de la República”. Y anunció que el martes en el gabinete de seguridad estará la gobernadora de Guanajuato, quien es de otro partido político, “lo que no quiere decir que no nos coordinemos”. Y se puso a hablar de Celaya, León, Salamanca… Guanajuato, pues, donde pondrán paz y orden…
Añadió que después irán los gobernadores actual y electo “para trabajar conjuntamente para Chiapas”, y, para salir del paso, dijo que cada estado es distinto, por lo que hay una estrategia general y varias particulares. Y, para sorpresa de nadie, se siguió con la mención a los homicidios en Guanajuato…
Sobre la estrategia, ante su evidente desconocimiento, Sheinbaum dijo que mejor para otra ocasión: “Si nos permiten, un día, cuando venga el gabinete de seguridad, platicar qué se está haciendo y cómo se va a proteger a la ciudadanía en Chiapas”.
Pero, eso sí, en tándem con Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, Sheinbaum dedicó gran parte de la conferencia de prensa a repetir un guion ya muy gastado de agresiones contra el Poder Judicial de la Federación y dedicado a defender la reforma respectiva (“Vamos por el Poder Judicial”, dijo con toda claridad).
Así, con indolencia, Sheinbaum despachó el crimen del padre Marcelo Pérez y de la violencia en Chiapas.