A un día de que el Departamento de Estado de EE.UU anunciara que impondrá restricciones a la visa de funcionarios “centroamericanos” que han participado en el esquema de trabajo forzado contra médicos cubanos, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que esta modalidad es legal.
Sheinbaum fue interrogada en la mañanera sobre el comunicado emitido por el secretario Marco Rubio, que plantea sanciones contra algunos funcionarios centroamericanos (no se dijeron nombres) que son partícipes de la “explotación” de los médicos.
“Primero, no es trabajo forzado, tendría que demostrarse”, dijo.
Sheinbaum no conoce o finge no conocer las denuncias que por décadas han hecho los médicos cubanos desertores, en el sentido de que se les paga una miseria, que se les retiene el salario hasta regresar a Cuba de la misión y que siempre van vigilados por elementos de la policía política.
La modalidad de las “misiones” ha sido categorizada desde hace años como esclavitud moderna, trabajo forzado y trata de personas, pues el trabajo no es libre y a los profesionales se les paga una mínima fracción de lo que cobra el Estado cubano.
Decenas de médicos que han desertado han denunciado ante foros internacionales esto, pero la presidenta Sheinbaum dijo esta mañana que se trata de algo “abierto y legal”, pues hay un contrato firmado “con el gobierno de Cuba”.
“Hay contrato para que médicos cubanos ayuden a la salud en México. No veo problema en eso, es abierto y legal”. Y cargó contra el neoliberalismo, que según ella, impidió la formación de suficientes médicos en el país.
En este sentido, tanto su antecesor, López Obrador, como ella, han justificado las misiones médicas con el argumento de que en el país faltan médicos y que la prueba es que se niegan a acudir a zonas rurales y alejadas. Lo cierto es que la causa de que esas plazas no se cubran es la inseguridad, la violencia y el desabasto de insumos básicos.
Pero como los médicos cubanos van forzados, cubren la plaza que se les ordene. Al tiempo, el gobierno federal aporta escoltas para ellos, seguridad que no ofrece a los médicos mexicanos.
En el comunicado de este martes, Rubio señala que “el programa cubano de exportación de mano de obra abusa de los participantes, enriquece al corrupto régimen cubano y priva a los cubanos ordinarios de la atención médica esencial que necesitan desesperadamente en su país”.
“Se impondrán restricciones de visado a varios funcionarios gubernamentales centroamericanos y a sus familiares por su vinculación con el programa de trabajos forzados del régimen cubano”,
“Nuestro objetivo es apoyar al pueblo cubano en su lucha por la libertad y la dignidad, al tiempo que promovemos la rendición de cuentas de quienes contribuyen a un sistema de trabajo forzado”, agrega.
Llama a otras naciones a imponer las mismas restricciones. Sin embargo, se recordará que son decenas de países los que contratan estas misiones, llevados por la fama del supuesto alto desarrollo de la “medicina cubana”, que no posee ninguna cualidad especial desde el punto de vista científico.
Hace unos meses Rubio criticó, en conferencia de prensa, este programa. “No se trata de la prestación de asistencia médica. El asunto es el programa: los doctores no reciben un salario, se le paga al gobierno cubano, les quitan sus pasaportes. Operan como trabajo forzado”.
Se recordará que como jefa de gobierno de la CDMX, Sheinbaum aprobó la contratación de cientos de médicos cubanos. En este esquema participó José Merino, entonces titular de Salud capitalina y actual titular de la Agencia de Transformación Digital.
Lo mismo hicieron Hugo López-Gatell, exsubsecretario de salud y Zoé Robledo, titular del IMSS, con la aprobación de AMLO. Hubo más funcionarios involucrados.
ofv