El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que, porque “vienen las elecciones”, en tres meses van a “dispersar” 200 mil millones de pesos (mmdp) en apoyos de programas sociales. Para ello alega que eso no se puede hacer en una supuesta “veda electoral”, lo cual es falso según establecen leyes e instituciones.
Como ya lo había anunciado desde su regreso de la Covid-19 el pasado 5 de febrero, en su conferencia de prensa de este lunes el presidente volvió a informar que en tres meses se van a aplicar 200 mmdp de recursos de programas de bienestar directos, lo que implica adelantarlos porque, según él, “además vienen las elecciones y no podemos entregar apoyos en la veda electoral”. Presuntamente, “hasta que se pueda”, va a dispersar esos recursos.
(Al respecto, se debe recordar un dato que López Obrador no dio este lunes pero sí el 5 de febrero: los beneficiarios serán 22 millones de personas).
Además, López Obrador también afirmó que al país llegarán en esta temporada 200 mmdp de remesas, que benefician, dijo, a 10 millones de personas con los recursos enviados “por nuestros hermanos migrantes, paisanos, que les agradecemos muchos”. Estos, por supuesto, no son recursos del gobierno.
Consideró que los 400 mmdp que sumó con programas y remesas, “es una inversión para apoyar la economía popular y seguir creciendo. Y ya doy a conocer mi pronóstico: este año, crecimiento de cinco por ciento”.
Para hablar de los programas sociales que serán aplicados intensamente antes de las elecciones de junio, en la conferencia se presentaron los titulares de las secretarías del Bienestar, del Trabajo y Previsión Social, de Economía, de Agricultura y Desarrollo Rural, de Educación Pública y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
El presidente arguyó, para justificar la aplicación de 200 mmdp antes de las elecciones de junio y el adelanto de entrega de apoyos, una supuesta “veda electoral” que nada tiene que ver con la prohibición de propaganda de gobierno y partidos tres días antes de los comicios, que es el periodo que generalmente así es conocido.
Como explica de forma muy sencilla el Instituto Nacional Electoral (INE), la llamada veda electoral “son las medidas que tienen el objetivo de generar condiciones para que la ciudadanía reflexione el sentido de su voto en libertad”.
Según el material de difusión del INE, la veda electoral comprende dos etapas: el periodo de reflexión, que son los tres días anteriores a los comicios, y la jornada electoral, hasta que cierren las casillas.
Lo que no se puede hacer en esos cuatro días son, según se establece en el artículo 251 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, los actos de campaña y proselitismo electoral, todo tipo de propaganda electoral y la difusión y publicación de resultados de encuestas y sondeos de carácter electoral.
Lo anterior es lo que se conoce como “veda electoral”; pero también hay una disposición sobre los gobiernos que dura más: el artículo 209 de la ley antes mencionada prohíbe, durante las campañas electorales y hasta la conclusión de la jornada electoral, la difusión de propaganda gubernamental en los medios de comunicación social, excepto campañas de servicios educativos, de salud o protección civil.
Además, en México no está prohibido que los programas sociales sean aplicados con normalidad; lo que se prohíbe es su utilización electoral. El artículo 134 de la Constitución establece que los gobiernos de todos los niveles “tienen en todo tiempo la obligación de aplicar con imparcialidad los recursos públicos que están bajo su responsabilidad, sin influir en la equidad de la competencia entre los partidos políticos”.
Asimismo, sobre los programas sociales la Ley General en Materia de Delitos Electorales, en su artículo 7 fracción VII, establece que “se sancionará a quien amenace con suspender los beneficios de programas sociales, ya sea por no participar en eventos proselitistas, o bien, para la emisión del sufragio en favor de un candidato, partido político o coalición; o a la abstención del ejercicio del derecho de voto o al compromiso de no votar a favor de un candidato, partido político o coalición”.
Por su parte, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha determinado que lo que está prohibido es que se entreguen beneficios de programas sociales en actos masivos durante la campaña electoral.
El pasado 21 de enero el INE estableció los lineamientos para garantizar imparcialidad, certeza y equidad en las elecciones 2021. Respecto a la acción del gobierno, los programas sociales no pueden ser condicionados con fines electorales; las autoridades deberán observar neutralidad y la propaganda gubernamental no podrá hacer referencia a ningún gobierno ni persona.
En un comunicado al respecto, el INE afirma que esos lineamientos “no afectan la libertad de expresión ni la libertad de prensa; tampoco impiden que las autoridades gubernamentales cumplan con sus responsabilidades mediante los programas sociales”.
Como se ve, la aplicación de los programas sociales no se suspende y debería continuar de forma normal, sólo que leyes e instituciones establecen que no podrán ser usados, de ninguna forma, con fines electorales.
Sin embargo, el presidente López Obrador anuncia que adelantará apoyos sociales para el periodo previo a las elecciones, por una presunta “veda electoral” que no tiene nada que ver con los programas, a menos que su aplicación adelantada tenga, efectivamente, fines electorales por parte del gobierno federal.