De miserables, corruptos, mentirosos y otros adjetivos mucho más fuertes, usuarios de redes sociales calificaron a los directivos del Canal Once, del Instituto Politécnico Nacional, la Secretaría de Educación Pública y del gobierno federal por organizar la vacunación del personal de ese canal de televisión cuando en el país faltan por vacunar personas de la tercera edad y trabajadores del sector salud, tanto público como privado.
En esencia, lo que se reclama es el contravenir las propias indicaciones de la autoridad sanitaria, en el sentido de que hay grupos prioritarios, el primero, el personal de salud, que supuestamente fue vacunado desde diciembre, en segundo lugar, los adultos de tercera edad, cuya vacunación no ha sido completada a nivel nacional, pues el avance ha sido sumamente irregular.
El anuncio hecho en Twitter por Carlos Brito, director de Canal Once, el martes 18 de mayo, festejando la vacunación de su personal, provocó intensas reacciones de ira por parte de usuarios de redes sociales y por supuesto, algunos intentos de defensa por parte de afines al gobierno.
El directivo dijo que la vacunación fue recibida “con todo y mariachi” y se vacunó a 200 empleados del canal.
Este martes inició la vacunación a personal de @CanalOnceTV (fecha determinada por orden alfabético). Nos contaron que el proceso fue ágil; fueron recibidos en @IPN_MX Zacatenco con todo y mariachi 🎶. 200+ personas del Once fueron vacunadas hoy🥳. pic.twitter.com/k5G1wEyRxO
— Carlos Brito (@carlosbritolav) May 18, 2021
Cabe señalar que desde que inició la actual administración la programación del Canal Once se ha ido cargando claramente hacia el oficialismo, dejando atrás el desempeño propio de un medio público para convertirse en un medio gubernamental.
La vacunación del personal del medio forma parte de la vacunación del “personal educativo” de la Secretaría de Educación Pública, a la cual pertenece el IPN. Se contempla a personal administrativo, de limpieza, y de todas las áreas, no solo a los profesores.
Y si bien es cierto que cada ciudadano merece vacunarse, este criterio de “vacunas para todos” dentro de la SEP, IPN incluido, no se aplicó, en lo absoluto, dentro del sector salud, ni público ni mucho menos privado. La diferencia la hace el peso político que tiene el sindicato de la SEP.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador dijo en reiteradas ocasiones que solo se vacunaría al personal de “primera línea” dentro de los hospitales, lo que no incluyó a vigilantes, personal de aseo, secretarias, personal de trabajo social o administrativos en general. La excusa: ellos no están combatiendo “directamente” la COVID-19.
Electoralmente, para AMLO cuentan tan poco los médicos, que incluso se ha atrevido a burlarse de ellos y a decir que no tienen derecho a pedir vacunas “sólo porque son médicos y se ponen su bata”. Y, de manera cruel, ha ridiculizado sus protestas públicas, pues a ellas acuden pocas personas.
En cambio, a personal del IPN y otras dependencias de la SEP se le está inmunizando sin distingos. Es evidente que se hace un enorme esfuerzo político para que todo el personal relacionado con la educación, que posee un gran peso electoral, reciba este beneficio ante la cercanía de las elecciones del 6 de junio.