Jorge Volpi y Genaro Lozano, quienes respaldaron el ascenso de Andrés Manuel López Obrador al poder, manifestaron su desencanto con el gobierno del tabasqueño: uno, porque considera que es de “derecha”, mientras que el otro se dijo “decepcionado de los resultados”. Sin embargo y sin pizca de autocrítica, dejaron entrever su fe en otros personajes de la “4T” y despertaron severas críticas.
El sábado y este martes, dos facilitadores del acceso de López Obrador a la Presidencia de la República, Jorge Volpi y Genaro Lozano, lanzaron sus respectivos de profundis, ambos en Reforma.
Volpi publicó el sábado 29 de abril su colaboración semanal con el título “4D”, en la que afirmó que, después de cinco años, López Obrador logró transformar su “movimiento popular de izquierda” en un “gobierno populista de derecha”, y situó históricamente la actual gesta no con los hechos que quiere el presidente, sino con “el imperio de Iturbide, la dictadura de Díaz y el largo autoritarismo del PRI”, por lo que en realidad se trata de la “4D”, lo que describió como “uno de los gobiernos más conservadores de la región, cuyas acciones se han escorado ferozmente a la derecha mientras mantiene la apariencia de batirse en contra de ella”.
Así, el escritor estimó que, fuera de los apoyos directos “a los sectores más desfavorecidos”, las políticas del actual gobierno no pueden considerarse de “izquierdas”, cuyos principios “ha traicionado”. No sólo ello, sino que ha arrebatado a las viejas derechas (el PRI y el PAN) sus banderas.
Volpi hizo una serie de lo que considera políticas de izquierda y las contrapuso con las políticas de derecha que en realidad ha practicado el gobierno de López Obrador, desde la austeridad hasta su respaldo a Donald Trump y a Rusia.
De esa forma, lo que observa Volpi es una disputa entre derechas. Sin embargo, no pierde la esperanza, la que halla, ni más ni menos, en el gobierno de una de las seguidoras más férreas del derechista López Obrador: Claudia Sheinbaum. Así, escribió: “Quedan pequeños reductos de izquierda en ciertas partes —en numerosas políticas públicas, aunque por desgracia no en el discurso, de la Ciudad de México—…”.
Por su parte, este martes 2 de mayo Lozano publicó su texto “Decepción”, en el que expresa que “la 4T nos queda mucho a deber y en su quinto año incluso hace lo mismo que prometió desterrar” por lo que está “decepcionado de los resultados”.
Sobre ello, el conductor de televisión señala que “el gobierno de AMLO ha tomado malas decisiones y tenido un desempeño pobre”, para a continuación hacer una larga lista (aunque ni remotamente exhaustiva) de fallas: desde el desabasto de medicamentos hasta los ataques de la prensa, pasando por la militarización.
Sin embargo, considera que López Obrador “entregará datos económicos positivos”, para lo cual le basta señalar que no habrá crisis económica y que no serán realidad los malos augurios en la materia. De las viejas promesas del tabasqueño al respecto, Lozano no hace ninguna mención.
También piensa que la oposición es inexistente, que la sociedad civil está vinculada con partidos, que no se puede crear uno nuevo y ni pensar en candidaturas independientes, mientras que los personajes de Morena están muy ocupados en ganarse la predilección de López Obrador. En ese marco, para los candidatos “la misión responsable será serenar los ánimos, ganar la confianza de las mayorías y unir al país. Hoy no queda claro quién podría hacer eso”.
Sin embargo, frente al desastrado panorama político que también legará López Obrador y la decepción que le ha causado, Lozano niega estar arrepentido de su voto en 2018, además de que hacerlo conllevaría “la idea de que había otra mejor opción y simplemente no la había. Era imposible votar por cualquier otro candidato”.
Las posiciones claramente carentes de cualquier autocrítica de ambos, antiguos promotores de López Obrador, generaron reacciones en su contra. Por ejemplo, el politólogo Carlos Matienzo, para quien su posición “es aberrante. No solo son soberbios: ‘yo no me equivoco, me engañaron’. Sino que además o son ignorantes o son intelectualmente deshonestos: mucho de lo que piden de la izquierda verdadera que solo vive en sus cabezas, lo ha avanzado la ‘derecha’”. Y citó varios temas: combate a la pobreza, reforma hacendaria, diálogo con la sociedad civil, reforma verde en energía.
El director de etcétera, Marco Levario, también cargó contra el conductor de televisión: “Genaro Lozano (@genarolozano) se suma a los decepcionados del gobierno de la 4T. Decepcionado, dice, que no arrepentido porque, en 2018, Morena era la mejor opción. El animador de la televisión disfrazado de periodista tuvo ante sus ojos lo que representa AMLO y lo evadió”.
Al respecto, comentó que Lozano debió “haber entendido que el trayecto de López Obrador es, justamente, lo que desembocaría en lo que estamos viendo. Nadie puede llamarse a engaño, ni con esas frases ni con cualquier otra para tratar de reconocer así, a regañadientes, un error monumental”.
Genaro Lozano (@genarolozano) se suma a los decepcionados del gobierno de la 4T. Decepcionado, dice, que no arrepentido porque, en 2018, Morena era la mejor opción. El animador de la televisión disfrazado de periodista tuvo ante sus ojos lo que representa AMLO y lo evadió, más… pic.twitter.com/rKi91sn9hW
— Marco Levario Turcott (@Arouet_V) May 2, 2023
El tuitero Mau Far Ath también fue severo con Volpi y Denise Dresser: “Dicen a coro que lo que está haciendo AMLO es de derecha. Pero la receta es la de Nicaragua y Venezuela, que no son muy derecha que digamos. Los modelos de AMLO son Fidel, Chávez y Ortega. No Pinochet, Videla y Stroessner. Nombró a su hijo por el Che”.
Víctor Ramírez, especialista en temas de energía también criticó a Lozano porque no estuvo atento a promesas de López Obrador que ha cumplido: “Dice @genarolozano que no había de otra, solo podía votar por quien propuso una guardia nacional militarizada (lo hizo, hay videos), energía sucia (la obsesión petrolera), el autoritarismo (al diablo las instituciones y los adversarios)… Y se decepciona de que cumplió…”.
Cecilia Soto se encargó de hacerle una aclaración al aspecto que al locutor le parece salvable de López Obrador: “No, @genarolozano, no ha habido crisis financieras desde el final del sexenio de Zedillo. Deja de estar encontrándole perlas al estiércol”.
El economista Sergio Negrete Cárdenas interpretó de la siguiente manera el texto: “Un firme miembro de Corea del Centro, @genarolozano: critico con una mano, luego sigo aplaudiendo con las dos. Que el patrón sepa que seguirán las porras con firmeza”.
El abogado Óscar Constantino creó un diálogo a partir del texto de Lozano:
“—@genarolozano, solo a ti se te ocurre ponerte a jugar con una viuda negra, por eso te picó.
“— Pues no, no me arrepiento de mi decisión, pero sí estoy decepcionado de los resultados.
“— …”.
Hasta el ultraobradorista Pedro Salmerón se lanzó contra el escritor y la politóloga por no ser leales; al reproducir la columna del primero, condenó: “Donde se demustra que @jvolpi es tan buen historiador como su socia en célebre plagio, @DeniseDresserG… pero, ¿qué podíamos esperar del pasquín inmundo?”.
Pero la que provocó una respuesta de Lozano fue la tuitera La Greñitas, quien comentó de la siguiente manera el artículo: “Genaro Lozano se dice decepcionado de la 4T, pero no se arrepiente de su voto, él mismo vivió de cerca el desabasto de medicamentos pero no se arrepiente de su voto, sabe que estamos mal pero no se arrepiente de su voto La TIBIEZA hace más daño que el fanatismo, no tienen remedio”.
Frente a ello, el locutor negó la “tibieza” y prefirió llamarle “firmeza”, y la acusó de ser un bot que trabaja para cuentas calderonistas y de haber lanzado contra él una campaña homofóbica, mientras que él es “ciudadano independiente”. Además, mostró un análisis de redes con el que pretendió sostener su acusación.
La tuitera replicó: “Lo tuyo ya es personal no Genaro? Te dolió que te haya dicho ‘tibio’ o que haya pronosticado que tu noticiero sería un fracaso? Por cierto, no veo la homofobia en el tuit”.
Posteriormente Lozano retuiteó la carta de renuncia de Martha Delgado a la Secretaría de Relaciones Exteriores, de quien después se supo que su decisión se debió a que se dedicará a apoyar las aspiraciones presidenciales de un destacadísimo funcionario de la decepcionante “4T”: Marcelo Ebrard.
