domingo 07 julio 2024

Al servicio de su majestad

por Tere Vale

No quiero culpar a nadie y quiero culparlos a todos. No quiero sentirme responsable, pero lo soy, tanto como los gobiernos anteriores, como todos los partidos políticos de ayer y hoy, como muchas generaciones ciudadanos. Años y años de desigualdad, de indiferencia ante el dolor ajeno, de cerrar los ojos para ver la pobreza y marginación que tantos hombres y mujeres han vivido y están viviendo en nuestro país. Pero, en esta canija vida lo bueno y lo malo es que queramos o no fatalmente llegan las facturas y de un día para otro aparecen los temibles acreedores para ajustar cuentas y cobrarnos la indolencia y el egoísmo con los que hemos vivido. Estamos pagando. La ignorancia, el fanatismo y la miseria humana aquí están y después de tantos años intocadas.

Si, porque en medio de nuestros remordimientos, preocupación o indiferencia al ver como el barco se hunde, persisten en su empeño los más cínicos, ambiciosos y viles que se deciden por sacar ganancias del rio revuelto. Pienso que exactamente en este momento nos encontramos.

La marcha del ego de hace unos días fue un desfile auto promovido por los que nos gobiernan y qué impunemente se dedican a manipular y abusar de los mismos oprimidos de siempre. Esta grotesca caravana de la abyección y manipulación la hemos pagado con nuestros impuestos y sin que se nos haya pedido permiso. Ese día vimos como se despilfarraban carretadas de dinero para conformar una muchedumbre dispuesta a creerlo todo a cambio de una torta o un asiento en un camión nuevo para echar desmadre, cantar, bailar y tratar de tocar a su niño Fidencio, con la fe ciega de que ahora si les va a hacer el milagrito. Lamentable.

No puedo decir que el espectáculo propagandístico que aparecía esa mañana en todas las televisoras públicas durante casi 6 horas me pareció hipnótico, no. Lo vi (los minutos que lo aguanté) abusivo, ilegal, manipulador, oportunista y fallido como lo aostumbra la 4T. 

Aunque absolutamente todo lo que hizo el gobierno el 27 de noviembre de este año fue violatorio de la ley, pues…aquí no ha pasado nada. El rey, se comprobó, puede hacer abiertamente lo que le da la gana y sus súbditos (corcholatas fallidas o no) ahí están para cumplir todos sus narcisistas deseos.

Claudia repartía tortas, Adán se desplazaba en patín del diablo o como podía, Epigmenio se desmayaba, Marcelo era insultado por los afines a la heredera, pero la esperanza (o certeza) del botín hacia que todo lo pudieran soportar. 

La humanidad (no solo la mexicana, por cierto) ha dado innumerables batallas por su libertad, casi me atrevería a decir que esas luchas constituyen la parte medular de nuestra historia sobre la tierra. Muchos lo han arriesgado todo, incluso su propia vida para defender los derechos de todos. Una vez más, aquí y ahora muchos mexicanos nos rebelamos contra las mentiras, el autoritarismo y la opresión y creemos que no nacimos para vivir al servicio de su majestad. No desperdiciemos esta oportunidad, nada está escrito y todavía estamos a tiempo.  

También te puede interesar