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No lo creo. A pesar de la narrativa de los dirigentes de morena, narrativa que le han hecho creer a sus simpatizantes, en los hechos no lo ha demostrado. Más bien ha sido un presidente muy incompetente.

Recordemos: Arrancó el 2018, con una popularidad enorme del 81% de aprobación, con la mayoría en ambas cámaras, y con una efervescencia en cuanto a un cambio lleno de  esperanza en los 30.1 M que votaron por él. Su desaprobación estaba en el 13%.

La máquina de propaganda de morena, rápidamente quiso imponer la idea de que morena era una aplanadora, y ciertamente que en un principio lo consiguió elevando aún más el ánimo de sus seguidores, así como en el desánimo de de la oposición derrotada en ese entonces, en donde todo era miel sobre hojuelas para morena.

Lo cierto es que morena nunca ha sido una aplanadora invencible, y el Presidente como su movimiento propiamente se encargaron de desmitificarse con el paso del tiempo, si, ese tiempo que siempre termina por alcanzarnos y ponernos en el lugar que nos corresponde.

Ciertamente morena y sus aliados, PT y PES, conjuntamente obtuvieron 30.1 M de votos, sin embargo, poco se habló de los 23´249,032 M de votos que obtuvieron también en su conjunto, PAN, PRI, PRD, PVEM Y NA, e independientemente, Jaime Rodríguez “el Bronco”, más 1.5 M de votos nulos.

En realidad, morena y sus aliados ganaron con una diferencia de 6 M de votos, lo que si bien, fue suficiente, tampoco puede decirse que fue, desde ningún escenario, una victoria electoral aplastante, como convenientemente para su movimiento han querido hacer creer, como una más de sus estratagemas electorales y de poder.

Otro dato a destacar, es que el padrón electoral se componía de 89´123,355 M de electores (63.43%), lo que significó una abstención del 36,57%, o sea, 34´252,527 M de personas que no votaron.

Hablaba anteriormente, de la desmitificación de una fuerza aplastante. En efecto, esto se vino dando paulatinamente, al sumarse una serie de decisiones equivocadas, las que si bien, en su momento tuvieron efectos positivos electoralmente, ya en los hechos, se fue demostrando que fueron grandes y costosos errores, el primero sin duda, la cancelación del NAICM, el que se sustituyó con el AIFA, el que penosamente ha resultado un fracaso.

Entonces aquello de como se le va a poder ganar en la urnas al “monstruo electoral” que es morena, debe responderse por acabar de una vez por todas, rompiendo el mito de un monstruo que no existe, que son apenas unos cientos de personas los que cupularmente  mueven su movimiento, y que con un grosero clientelismo electoral, son ellos lo que equivocadamente creen que son invencibles.

Desde luego que por lo recién mencionado, los tramposos métodos electoreros de lo peor del PRI que hoy han asentado sus reales en morena, y de la gran popularidad que aún sigue manteniendo el Presidente, no va a ser fácil. Sabemos que no va a estar en la boleta, sin embargo, si que incidirá sin medida alguna, en tratar de poner al próximo president@, y utilizará todas estas “fortalezas” sin cortapisas.

Las posibilidades aumentarán en la medida en que el abstencionismo disminuya. Si se logra una votación del 70% del padrón electoral, las posibilidades de vencerlos serán muy grandes, por otro lado, si la votación fuera por el 50 o 55% las posibilidades disminuyen, de ahí la importancia vital, en promover el voto, principalmente con todos aquellos que no gustan de participar, siendo momentos decisivos para el futuro de nuestro país contar con la participación de las grandes mayorías.

Ciertamente que al principio de su mandato, se sentía que tenía un gran poder, todo lo que decía, así simplemente se hacía, ostentando un presidencialismo como no habíamos visto. Pero luego de 4.5 años de gobierno, los resultados de aquel poder no han resultado positivos más que para sus cercanos, e incluso sus familiares.

El poder político es para usarse en buenos resultados para los gobernados..

Yo lo consideraría un presidente poderoso, si se hubiera sacado de la pobreza a 55 M de mexicanos con esta penosa condición, o por lo menos a un porcentaje importante de estos. Tenemos 4.5 M más de pobres en su gobierno.

Lo consideraría un presidente poderoso, si  hubieran disminuido drásticamente los homicidios dolosos. Se ha roto ya la barrera con 153,600 lo que significará el sexenio más sangriento de nuestra historia.

Lo consideraría un presidente poderoso, si el entorno internacional estuviera en negociaciones constantes con México para atraer inversiones fructíferas, y no estuvieran nuestros connacionales aumentando en número por querer salir del país para buscar oportunidades de vida que aquí no se les ha procurado.

Lo consideraría un presidente poderoso, si la comunidad internacional no tuviera temor del estado de derecho en México, y estuviera proponiendo y concretando acuerdos de peso que beneficiaran a los mexicanos y a nuestro prestigio.

Ahora ya no le salen las cosas, lleva ya muchos reveses en su intentona por destruir al INE, a la SCJN, al INAI etc., ya no ha podido destruir más fideicomisos e instituciones. La ciudadanía se ha unido como nunca, y ha sido un contrapeso aún más poderoso que cualquier partido político de oposición, algo con lo que seguramente no contaba.

Lo consideraría un presidente poderoso, si hubiera cumplido siquiera con el 30% del País que nos prometió que tendríamos allá en el 2018.

No, no es el presidente más poderoso que México ha tenido, y no tiene tiempo ya para poder serlo. Si lo hubiera sido, México sería el gran país al que la mayoría aspiramos a tener.

México no necesita un presidente poderoso ni mucho menos un caudillo.

México necesita de un president@ que en primer lugar sea una buena persona, decente, con principios y valores, que privilegie la verdad, que sepa hacer a un lado intereses partidistas e ideológicos.

Que gobierne para todos, que reconcilie a los mexicanos, que le de un verdadero espacio a la ciudadanía, que escuche, con sentido común y que su bandera sea hacer lo correcto aunque no le convenga en lo personal.

Un President@ con antecedentes de capacidad probada.

Con inteligencia emocional, honesto.

Con la humildad de saber rodearse de los mejores, incluso mejores que ella o él.

Con la ambición y la certeza de que México merece más.

Les abrazo.

Autor

  • Oscar Athié

    Empresario, médico dilplomado. Participó con éxito de la balada romántica de los 80 como cantante, compositor y productor musical.

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