La jauría está suelta y distrae la atención popular de temas torales hacia asuntos personales. ¿Carestía? ¿Inseguridad? ¿Inflación? ¡Bah! Pero…
De Presidente a presidente, ¿qué le hizo Lorenzo a Andrés Manuel?
Porque la singular amnesia que aqueja a Su Alteza Serenísima Andrés Manuel I, lo lleva a olvidar que llegó al poder merced a una elección democrática. Y lo torna hipócrita y conservador a ultranza que destila rencores y ánimo de venganza contra Lorenzo Córdova Vianello.
Burda su estrategia, sobradamente pueril ofende al sentido común. Ordena a sus huestes en la Cámara de Diputados recortar presupuesto al INE y éste, con el margen presupuestal acotado, por ordenamiento constitucional debe operar una consulta popular para la revocación de mandato del Presidente, pero sin dinero no prospera.
Pretenderlo, es como cantaba Chava Flores La Bartola: “(…) ahí te dejo estos dos pesos, pagas la renta, el teléfono y la luz/ con lo que sobre/ coges de ahí para tu gasto/ guárdame el resto… pa’ comprarme mi alipuz (…)”.
Verdades a medias, mentiras completas. El Consejo General del Instituto Nacional Electoral votó por mayoría posponer la consulta popular para la revocación de mandato. Posponer no es sinónimo de cancelar, pero la propaganda oficial y sus amanuenses tanto como sus voceros, entre ellos los medios públicos y mercenarios de medios maiceados, aseguran que se cancela ese mecanismo y acusan a Lorenzo Córdova de sabotear a la democracia.
Señoras y señores: Lorenzo Córdova es el presidente no el dueño del Consejo General del Instituto Nacional Electoral. Y el consejero Ciro Murayama Rendón es eso: consejero, vota, no ordena a sus pares. Pero…
¿Usted cree que Andrés Manuel López Obrador es de izquierda y que vive en austeridad? La impertinente realidad cotidiana lo desmiente y evidencia falaz e hipócrita. Veamos.
El objetivo es desaparecer al Instituto Nacional Electoral y, en ese perverso ánimo que implicaría ausencia de credibilidad en el árbitro electoral en elecciones de junio del año entrante, sus simpatizantes, periodistas afines y mercenarios, legisladores y gobernadores acatan línea para pedir juicio político contra el consejero presidente.
¿Más mezcla, maistro? Elemental que, como sus antecesores, pretenda concretar la reforma política que mejor acomode al interés de su tesis de la Cuarta Transformación, pero se ha puesto a la cabeza de la muchedumbre que, en amplia mayoría actúa como los perros de rancho: sólo el primero que ladra sabe por qué ladró.
No, no es ofensiva la analogía. Opera singularmente en los tiempos que corren bajo el régimen de un solo hombre: el Duce, el guía, el prohombre, el licenciado presidente dueño de la verdad, Oráculo de Palacio que da línea a quienes acuden a él todas las mañanas de lunes a viernes para saber la agenda y conocer la identidad del enemigo del momento y alzar la antorcha para quemarlo en la hoguera en el Zócalo.
Lorenzo Córdova está en el turno; es la presa cuya caída legitimará al interés del Duce para alzarse demócrata porque, en consulta popular, el pueblo le refrendará el mandato por el que fue elegido para seis años, por amplia mayoría.
¿De dónde diablos sacó la idea de la revocación de mandato, cuando la Constitución es clara respecto de las causales por las que el presidente en turno debe ser relevado del cargo, o por las que debe renunciar? Esta operación tiene el tufo de la reelección o ampliación de mandato porque el pueblo bueno lo quiere. En serio, no se ría.
Sólo debe recordar el licenciado presidente que la elección de 2018, en la que ganó la Presidencia, fue organizada y sancionada por el Instituto Nacional Electoral surgido tras la disolución del Instituto Federal Electoral, a partir de la reforma electoral impulsada por el entonces presidente Enrique Peña Nieto.
¡Sopas! Será que precisamente esa naturaleza política es la causal de su encono contra Lorenzo. ¡Caray! Así, vale preguntar:
¿Es conservador quien se opone a una personalísima decisión presidencial que va en detrimento de la democracia?
¿Es hipócrita quien denuncia una marrullería presidencial operada para victimizarse y deslegitimar al órgano independiente creado para garantizar el ejercicio de la democracia?
Bueno, bueno, en el alto grado de molestia, definido como encabronamiento, porque sus deseos no son órdenes en espacios del Instituto Nacional Electoral, en el que se aplica la democracia sin medias tintas y por un voto se determinó posponer que no cancelar la consulta para la revocación de mandato, en la mañanera de inicio de semana expuso:
“Siempre lo he dicho, y estoy convencido de que la verdadera doctrina del conservadurismo es la hipocresía.
“Entonces, por eso estamos ante esta situación tan lamentable de que un órgano electoral, que debería de promover la democracia, se ha dedicado a obstaculizarla; incluso, sin respetar el mandato constitucional en la esencia, en el espíritu, lo demás es secundario, de que si tienen presupuesto o no tienen presupuesto”, dijo el licenciado presidente. En serio.
El tema lo sembró quien se identificó como Jacobo Elnecavé, perteneciente a Noticiero en Redes.
–¿Qué opinión le merece lo sucedido en el INE con Lorenzo Córdova? Ayer hubo un desplegado de las gobernadoras, gobernadores y la jefa de gobierno al respecto, exigen democracia.
¿Y qué tanto se puede confiar en el Tribunal Electoral y en la Suprema Corte, presidente, cuando hemos visto decisiones arbitrarias y más en materia electoral, como en este año, en diversos casos? ¿Qué opinión le merece lo que está sucediendo?—planteó el licenciado Jacobo, en la lectura de un texto.
–Pues, es muy lamentable que esto suceda, pero tenemos que entender que se trata de un proceso de democratización que se está llevando a cabo en nuestro país—respondió Su Alteza Serenísima.
Hasta ahí, Andrés Manuel I iba bien, pero luego sufrió un ataque de nervios y, de su pecho que no es bodega, atacó con el discurso del rencor.
“Vivíamos en un sistema político caracterizado por la simulación. Se hablaba de democracia en el discurso, pero en los hechos predominaban las actitudes antidemocráticas, y esto es lo que se está exhibiendo, esto es lo que se está poniendo al descubierto”, refirió el Duce.
Luego se asumió adalid de la transformación nacional. Y qué le digo, siguió con las lecciones de historia patria y la simulación, porque, recordó, “siempre lo he dicho, y estoy convencido de que la verdadera doctrina del conservadurismo es la hipocresía”.
¡Caray!, echó sus cartas del rencor y refirió que “el presidente del INE (Lorenzo Córdova) era el comentarista sobre temas democráticos y electorales de un programa especial de otra periodista que en ese tiempo actuaba de manera independiente con una postura distinta, la conductora Carmen Aristegui; de ahí surgió el presidente del INE, que era en apariencia lo más avanzado que había durante el periodo neoliberal, pero pues todo era una farsa, ahora se está demostrando”.
¿Le creemos licenciado presidente? ¿Miente el INE y tiene capacidad para la consulta?
El Duce insiste en que, “sin reducir sus sueldos, sus prestaciones, deben de tener recursos, porque el presupuesto contempla fondos para elecciones y consulta, lo contempla, aún no en la cantidad que ellos están solicitando”.
¿Dónde andaba Su Alteza Serenísima cuando la mayoría oficialista en Cámara de Diputados recortó presupuesto al INE? ¿Dice la verdad en la mañanera? No, no, es falaz, hipócrita y conservador.
Anda encabronado, no respeta al que piensa diferente. Pero si usted opina diferente, respeto su opinión. Conste.