El caso Diana Quiroz, la “chica del grafeno”, se ha convertido en emblemático de los fraudes científicos a nivel nacional, aunque por desgracia, no es el único. Los productos milagro reinan sanos y felices en los estantes de tiendas naturistas y en páginas web.
En este caso concurrieron numerosos elementos que pocas veces se reúnen en uno solo: pseudociencia, éxito, juventud y simpatía, un supuesto gran descubrimiento y las palabras mágicas: “Premio Nobel” que tanto impacto tienen entre muchos periodistas que, como vimos, se volvieron felices voceros de una farsa.
En este caso se divulgaron un cúmulo de falsedades, pero a pesar de ello, un elemento quedaba, hasta ahora, como verdadero (y así lo habíamos reportado nosotros): que a Diana la habían invitado a participar en el Stockhom International Youth Science Seminar, también conocida como Semana Nobel. Este es un encuentro de jóvenes científicos que acuden a Estocolmo en el contexto de la entrega de los Premios Nobel cada año.
Los seleccionados por su alto nivel de trabajo científico, conviven entre sí y son científicos reconocidos, disfrutan de diversas actividades y son invitados a la cena ofrecida por la corona sueca con motivo de la entrega de los premios.
Pero la última información a la que pudimos acceder indica que ni siquiera esto era verdad. Diana Quiroz nunca recibió una invitación a este seminario, por la sencilla razón de que la evaluación de los posibles asistentes aún no termina.
Breve recuento
Luego de saberse de la falsedad de los supuestos descubrimientos de Diana para curar el cáncer, el siguiente evento relevante fue la clausura de sus instalaciones por parte de autoridades sanitarias. La institución en donde Diana estudió, el Instituto Tecnológico de la Laguna, negó toda relación con la investigación sobre las propiedades del grafeno para “regenerar órganos”.
El día 13 de marzo, el coordinador general de la RED Nacional de Actividades Juveniles en Ciencia y Tecnología, Roberto Hidalgo Rivas, emitió un comunicado deslindándose de las declaraciones de Diana sobre las capacidades regenerativas del grafeno en caso de cáncer y defendiendo la actuación de la ExpoCiencias Nacional al declararla ganadora.
No obstante lo anterior, el comunicado señalaba que la RED reevaluaría la asistencia de Diana al Stockhom International Youth Science Seminar (SIYSS), para determinar “si la investigación originalmente presentada en ExpoCiencias Nacional 2017 cumple con las condiciones para presentarse en dicho evento”.
Esta patente contradicción es preocupante. ¿Apenas iban a determinarlo?
Una fotografía (que incluimos aquí), tomada en la ExpoCiencias Nacional 2017, muestra a Roberto Hidalgo en pleno acto de premiación a Diana, su hermana Raquel y su madre Sandra Casillas, entregando un cheque simbólico por 60 mil pesos en donde se lee claramente que es un apoyo para acudir al Seminario juvenil que se realiza como parte de las actividades de entrega de los Premios Nobel.
La entrega del premio y la presencia de Roberto Hidalgo en el evento significan que la ExpoCiencias Nacional consideró, en su momento, que la investigación “Aplicaciones regenerativas del grafeno” era apta para ganar un primer lugar y para que Diana acudiera a Estocolmo.
Si no hubiera sido por la presión mediática en torno a este caso, la investigación nunca sería revisada. Me pregunto si es verdad que así lo harán.
La postura desde Estocolmo
En días pasados, esta reportera se comunicó vía correo electrónico con los organizadores del SIYSS para pedir información sobre la posible presencia de Diana Quiroz al evento de este año.
Al momento, no hemos recibido respuesta, pero sí lo hicieron otras personas, que, de manera más inteligente, eligieron comunicarse vía mensaje privado por Facebook y obtuvieron un posicionamiento preciso que amablemente nos compartieron.
En la página de Facebook “Obrero Futurista”, gestionada por un divulgador de la ciencia que nos pidió omitir su nombre por así convenir a su tranquilidad profesional, se publicó la captura de pantalla de la respuesta que la página del SIYSS hizo a su petición de información sobre la invitación hecha a Diana Quiroz.
La respuesta es contundente: en Estocolmo no saben de ella. De hecho, ni siquiera han decidido quien podría o no acudir este año. Recordarán ustedes que los medios de comunicación publicaron una y otra vez que Diana había sido “invitada” a la ceremonia de los Nobel.
Hubo incluso un medio que explicaba que Diana cenaría con los reyes de Suecia y la citaba, soñadoramente: “Me tendré que comprar un vestido”.
Marika Mourujärvi, Project Manager del SIYSS 2018, respondió a las peticiones de información sobre Diana Quiroz lo siguiente (traduzco del inglés):
“Estamos muy agradecidos por el tiempo que se ha tomado al enviarnos información. Aún no hemos enviado ninguna invitación, (acostumbramos enviar invitaciones a las organizaciones que las enviarán a su vez más o menos por estas fechas, ¡así que ocurrirá pronto!).
“Pero esto significa que no hemos aceptado todavía a ningún participante. Hacemos todo lo posible para que las organizaciones con las que trabajamos hagan una selección justa y no dejaremos que un participante obtenga un lugar en nuestro seminario si no consideramos que la selección fue justa o el nivel científico lo suficientemente alto (y leemos cada palabra de sus reportes)”.
Pieza por pieza, el caso Diana Quiroz cayó. Así debe suceder con todos los fraudes. Del tipo que sea.
Aunque esto sea un triunfo para la veracidad, desafortunadamente es un golpe fuerte para la credibilidad de las instituciones que divulgan la ciencia en México. El siguiente paso en este tema es que el coordinador de la RED, Roberto Hidalgo, informe, tal como lo prometió, sobre los resultados de su indagatoria.