En los próximos días, el tema más relevante no será Marcelo (se me hace que se va), sino el paquete presupuestal para el 2024. Este asunto es importante para todos, aunque a las mayorías en ocasiones les resulta lejano y hasta ajeno. A la corta, los recortes o aumentos en las instituciones de nuestro gobierno se reflejarán indiscutiblemente en la calidad de vida de todos los mexicanos. Nos importe o no. Nos vamos a dar cuenta muy pronto.
Quiénes son por ahora los ganones: la SEDENA, la Secretaría de Energía, el AIFA, la nueva aerolínea militar “Mexicana de Aviación”, el Tren Maya (y todo lo que haga el Ejército) y en general los programas clientelares, perdón “sociales”.
Y quiénes son por ahora los perdedores: ¡aunque usted no lo crea! Educación, Salud, Cultura y Turismo. Digo que por ahora, ya que falta lo que se discuta, imponga y negocie en el congreso. Comento esto ya que la propuesta inicial del ejecutivo, por obligación no recorta los presupuestos de la SCJN o del INAI, ni de ninguna institución, este ejercicio anual se debe presentar al Legislativo tal y como lo envía cada organismo, pero el recorte vendrá sin duda por parte de los legisladores morenistas que cumplirán la santa voluntad del presidente, esto es, estrangular especialmente a los órganos autónomos, entre otros y con dedicatoria especial, asfixiar al Poder Judicial por aquello de que no son sus lacayunos siervos. De eso se trata este rollo.
En medio del análisis técnico y los comentarios de los expertos alrededor del llamado Paquete Económico, no podemos dejar de lado que el 2024 será un año electoral, que es lo único que realmente interesa a AMLO. Por ello, el apoyo desmedido que se da a los militares (algo nunca visto) para tenerlos de su lado gane o no gane a la buena la Seño Claudia y, por otra parte, el aumento sustancial a los llamados programas sociales. De lo que se trata es de conseguir votos al precio que sea y de ganar por la fuerza si es necesario. No importa nada más. Aunque el dinero que se reparte a través de los programas sociales a los más necesitados no les alcance ni para comprar los medicamentos o hacerse los análisis que el Sector Salud debería de darles por obligación.
Y así va México, con refinerías que no refinan, con aeropuertos fallidos que quieren hacer funcionar por decreto y malas prácticas, con un Tren Maya (que no funciona ni el día de la inauguración) que ha devastado la selva y el entorno ecológico en todos sus tramos junto cona comunidades enteras que han visto afectada su forma de vida y la de sus hijos. Daños irreparables o que nos vamos a tardar mucho en remediar.
Esta semana que comienza se avizora como muy intensa. Si Ebrard se va y se va solo, la cosa no pasará a mayores, estaremos comentando el berrinche del año y una anécdota política más. Pero si se lleva a un grupo de legisladores con él, las cosas se pueden poner más complicadas para Morena en su objetivo de lograr la aprobación del presupuesto del año electoral. Lo sabremos en unas cuantas horas o en unos cuantos días a más tardar. No comamos ansias. Como diría el Conde de Montecristo: hay que confiar y esperar.