marzo 4, 2025

Delfina Gómez no entiende cómo la inflación afecta a los más pobres

Cuartoscuro

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Uno de los más graves problemas que ha enfrentado el país en los últimos dos años es el de la inflación. Entre las justificaciones a la política del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre esa cuestión ha estado la de Delfina Gómez Álvarez, la candidata de Juntos Hacemos Historia en el Estado de México a la gubernatura del Estado de México, que ha querido minimizarla al mencionar sólo que el aumento a los salarios mínimos no tuvo efectos en el alza de precios, sin considerar las consecuencias de esta sobre los sectores más pobres.

En los últimos dos años la inflación ha sido un problema a nivel mundial por muchos factores, entre los que destaca la invasión de la Federación Rusa a Ucrania. En el caso de México, hace casi un mes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que la inflación se ubicaba en 7.12 por ciento en la primera quincena de marzo, de acuerdo con el índice Nacional de Precios al Consumidor.

Aunque ese dato indicaba que por cuarta quincena consecutiva en la que había disminuciones en el alza de precios, la inflación subyacente se mantenía con un aumento de 0.30 por ciento a nivel quincenal y de 8.15 por ciento a tasa anual, además de que en servicios creció 0.35 por ciento, el más alto desde 2003.

Además, otros servicios y productos que aumentaron de precio fueron desde el limón hasta el transporte aéreo y los servicios turísticos, y uno fundamental para las clases populares: la tortilla de maíz, que subió en 0.70 por ciento, cuando ya había registrado alzas históricas (en el último año se han registrado alzas no vistas desde hace 20 años, por ejemplo).

En ese marco inflacionario que ha afectado la economía popular sin medidas gubernamentales efectivas, Delfina Gómez prefirió referirse al salario mínimo en su cuenta de Twitter para festejar que su aumento no tuvo consecuencias en el empleo y la inflación, sin tomar en cuenta que el efecto de esta lo afecta.

Al colocar el enlace a una nota de El Sol de Toluca en la que se mencionaba que el presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, Luis Munguía Corella, decía que los aumentos a los salarios mínimos es una política para reducir la pobreza y la desigualdad y que han reducido la brecha salarial entre hombre y mujeres, lo que se hace sin afectar al empleo ni repercutir en la inflación.

Sustentada en ella, Delfina Gómez supuestamente denunció que había quienes deseaban un pueblo pobre porque habían alertado sobre los efectos de un aumento a los salarios mínimos.

“Otra mentira que cae: aseguraban que aumentar el salario mínimo afectaría empleo e inflación; hoy se demuestra que se puede incrementar el salario mínimo sin dañar empleos ni mayor inflación. Querían un Pueblo pobre. #MaestraDelfina”, publicó la hoy candidata el pasado 21 de marzo.

Sin embargo, se abstuvo de comentar los efectos que la inflación, el aumento en los precios de productos y servicios, ha tenido sobre el poder adquisitivo de los salarios en general, lo que nos da el salario real.

Según el Informe mundial sobre salarios 2022-2023, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), México es uno de los países en los que el salario real fue más bajo en 2022 que en 2008. Esto afecta de manera muy desigual a los diferentes sectores sociales: los de menores ingresos (como los de trabajadores que reciben el salario mínimo) son los más perjudicados porque los bienes y servicios esenciales son los que más suben de precio. Esto es ejemplificado por la OIT con el caso mexicano: “Los hogares del decil inferior de la distribución de ingresos (es decir, el 10 por ciento de los hogares con ingresos más bajos) gastan el 42 por ciento de su renta en alimentos, mientras que los del decil superior sólo dedican el 14 por ciento de sus ingresos a esa partida”.

El Estado de México, que pretende gobernar Delfina Gómez, presenta severos problemas en términos de ingresos: según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, entre 2018 y 2020 la población vulnerable por ingresos aumentó de 9.6 por ciento al 11.8.

Pero los datos son más graves: la población con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos pasó entre 2018 y 2020 de 10.8 por ciento a 19.5, mientras que en la línea de pobreza pasó de 51.4 a 60.7. En estos sectores es donde la inflación golpea de forma más inclemente.

Así, el aumento del salario mínimo (y también de otros) ha quedado borrado por la inflación, cuya contención por parte del gobierno federal ha sido notoriamente insuficiente. Pero hasta ahora a Delfina Gómez este problema, que ha castigado mucho a los sectores más pobres, no le ha importado demasiado, sino sólo para celebrar que el salario mínimo no tuvo efectos en la inflación, y no en los efectos de esta sobre aquél.

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