febrero 22, 2025

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López Obrador es consciente de la gravedad de sus amenazas y de los efectos que estas pueden causar entre sus seguidores, algunos de los cuales son fanáticos exaltados. Sabe, el presidente de México, que, si él acusa, por ejemplo, como “traidores a la patria” a las y los legisladores que, simplemente, votan en contra de alguna de sus propuestas, los expone a que sean víctimas de agresiones verbales y físicas por parte de tales extremistas. 

Así sucedió cuando López Obrador intentó modificar la constitución en materia energética, y se encontró con una oposición legislativa que le frustró tal proposito. Sin embargo, ello ocasionó que, en las redes sociales, varios legisladores fueran amenazados de muerte por esos fanáticos. 

Más reciente, el presidente acusó a las y los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de “corruptos e irresponsables” por el hecho de rechazar la pretensión de López Obrador para entregar la guardia nacional a los mandos militares. Con ello, alentó amenazas de muerte, por parte de militantes de morena, en contra de la Ministra Presidenta de la Corte. 

En otro momento, y ante un fallo contrario a la opinión de López Obrador, el edificio de la SCJN fue lapidado con expresiones de odio y de violencia en contra, nuevamente, de la Presidenta de la SCJN, llegando los fanáticos al extremo, de simular un ataúd en donde “colocarían el cuerpo de la ministra” 

Las y los periodistas críticos del gobierno son permanentemente señalados por López Obrador como traidores a la patria y como integrantes de una malévola mafia que obstaculiza a su gobierno. Estos ataques, lanzados desde las más poderosas instancias del gobierno, han ocasionado que decenas de periodistas hayan sido asesinados y otros se encuentren viviendo en el terror de las constantes amenazas mortales. 

Más reciente aun, el blanco de los ataques del presidente, lo es la Senadora Xóchitl Gálvez. Y no pasa día en donde no sea acusada de todo lo que se le ocurre al presidente en su locura de poder. Esto es enormemente riesgoso porque el presidente sabe que sus acusaciones podrían ser recibidas, por algunos de sus fanáticos, como instrucciones. Y por ello, hay que decir con claridad, que cualquier hecho que violente la integridad de la Senadora, deberá tener como responsable a López Obrador. 

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