Marcelo Ebrard quien, de los tres aspirantes de Morena a la presidencia en 2024, es el que tiene el trato directo con el bloque castrochavista continental, reafirma esa posición: el padrino político de su esposa retoma el poder en Honduras este mes.
La señora Xiomara Castro, esposa del expresidente Manuel Zelaya, encabeza los sondeos para ganar el día 28 las elecciones, con 17 por ciento de votos de ventaja. Y la hondureña Rosalinda Bueso, esposa de Ebrard, fue la embajadora de Zelaya en México.
Además, Viviana Bueso, cuñada de Ebrard, es quien dispersa en Honduras 31 millones de dólares de ayuda del gobierno mexicano que llega a través de Banco Azteca, del cual Viviana Bueso es la gerente general en aquel país. Todo queda en casa, pues.
Son 31 millones de dólares del erario mexicano que distribuye en Honduras la hermana de la esposa de Ebrard, para extender allá los dos programas clientelares estrella de la autollamada 4T: “Sembrando Vida” y “Jóvenes Construyendo el Futuro”.
Manuel Zelaya lleva dos décadas como principal protagonista de la política en Honduras, desde que Hugo Chávez lo financió para que ganara la presidencia, en la época en que también refaccionó a Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia) y Daniel Ortega (Nicaragua).
Zelaya cayó cuando no pudo lograr lo que sí consiguieron Correa, Evo Morales Ortega: cambiar la Constitución de sus países para poder reelegirse. No pudo porque, la noche antes, el Ejército lo sacó de Casa Presidencial en calzoncillos, y lo mandó a Nicaragua.
Ahora, la esposa de Zelaya es favorita para ganar la presidencia gracias a su promesa de cambiar la Constitución, con un lema de campaña similar al que usó en México el grupo de poder que gobierna hoy: “Haremos una transformación del país”.
En coincidencia con la cercanía del regreso al poder de su jefe político, la esposa de Ebrard hizo una súbita reaparición en los salones de la política del bloque chavista continental, durante la Cumbre de la Celac, realizada en septiembre en la CDMX.
Y aprovechó la presencia aquí de la plana mayor del castrochavismo continental, con el jefe político del grupo, el cubano Díaz-Canel, Maduro; el manejador de la ingeniería financiera, el venezolano Maduro; y operadores de base como el peruano Pedro Castillo.
La señora de Ebrard apareció con su marido en la Cumbre, con sede en el Castillo de Chapultepec. Ebrard hasta le dedicó un amoroso mensaje público y compartió fotos de la pareja en las redes sociales. Para que sepa que ella está de vuelta, pues.
Es decir, Ebrard se fortalece como candidato del castrochavismo en México, no sólo por los contactos diplomáticos que lo han soldado al equipo.
Ya sería por asuntos de familia.