domingo 10 noviembre 2024

Gabriela Jiménez, la diputada amiga del Rey del Huachicol

por Orquídea Fong

Guapa, fresca, vestida con impecable y muy cara sencillez y elegancia, Gabriela Jiménez Godoy sonríe a la cámara del celular, acompañada de Olga Sosa, quien también sonríe. Ambas agradecen profusamente por su apoyo al “amigo” que recibe el video. Esta grabación fue obtenida (por periodistas del portal Código Magenta) del teléfono del empresario Sergio Carmona, asesinado en Nuevo León el 22 noviembre de 2021, lo que indica que el video es por fuerza previo a esa fecha. Sí, el mismo Sergio Carmona conocido como el “Rey del Huachicol”.

“Hola amigo. ¿Cómo estás? Muchísimas gracias por todo tu apoyo; la verdad es invaluable todo lo que haces por nosotros, por la asociación”, se la oye decir, poniendo en juego su simpatía, al igual que su amiga. Por el contexto político del momento, se infiere que el apoyo que agradece fue monetario y se dirigió a la muy opaca organización “Que siga la democracia”, la misma que fue multada por el INE por presentar 15 mil firmas de personas fallecidas para que se aprobara la Consulta de Revocación de Mandato, celebrada en abril de 2022.

La labor incansable de Gaby para recoger firmas –sin reparar en minucias como que los firmantes no estuviesen vivos– fue ampliamente reconocida por Morena y su actual diputación es un pago de ese gran favor. Un favor que no consistió únicamente en poner la cara de Andrés Manuel López Obrador por todo el país en un obseceno derroche de propaganda ilegal, sino en crear para Morena una estructura “civil” de acopio de recursos fuera del ojo fiscalizador del INE. Muchos millones pasaron por esas arcas, si nos atenemos tan solo a los miles de piezas de publicidad que se pagaron para la Revocación.

Gabriela Jiménez y Olga Sosa son ahora, en 2024, legisladoras por Morena. La primera es diputada y la segunda senadora. Ambas se han fotografiado junto con Claudia Sheinbaum a más no poder y han clamado su afinidad absoluta a la 4T, a pesar de que las dos han chapulineado por varios partidos.

De las dos, la que nos interesa de momento es Gabriela, quien hace muchos años, cuando se casó, tuvo como invitados de honor a Felipe Calderón y a Margarita Zavala. Apoyó en su momento a Ricardo Anaya cuando este se soñó presidente, pero bien pronto oteó los vientos de la transformación y se unió de manera irrestricta al “proyecto” de Andrés Manuel López Obrador y luego, de Claudia Sheinbaum.

En sus propias palabras, Gaby es “vicecoordinadora del Grupo Parlamentario Morena, Diputada Federal, madre de familia, Mtra. en Administración Pública, obradorista, feminista, claudista”. Tal cual dice la descripción en su perfil de X.

Estos días protagonizó un escarceo por el segundo puesto al mando de la bancada de Morena, que le disputó a Pedro Haces, del grupo de Ricardo Monreal. Al parecer, el triunfo quedó del lado del zacatecano, puesto que aunque ella es formalmente la vicecoordinadora, Haces tendrá más atribuciones que ella. Lo que ocurre es que en Morena, según diversos rumores sin autor, de esos que se filtran a la prensa de manera calculada, nadie le tiene confianza e incluso, le han advertido a la propia Claudia que no se fíe de ella.

Pero volviendo al punto de “Que siga la democracia”, vale la pena recordar que en octubre de 2021 la organización se registró de manera “espontánea” y totalmente ciudadana ante el INE como “impulsores” de la Consulta de Revocación, ese circo de medio sexenio propuesto por AMLO para tres cosas básicas: armar una estructura de financiamiento paralelo con miras al 2024; hacerse propaganda (urgente tras la pandemia) y crear un medio de control para su sucesora en la presidencia.

Gabriela Jiménez declaró a los cuatro vientos su compromiso con el impulso a la “democracia participativa”, invitó a ciudadanos, asociaciones y organizaciones varias a sumarse como promoventes y aseguró que sus obvios gastos millonarios eran sufragados por “donaciones”, sin relación alguna con Morena. Y sí, no hubo ni habrá registro alguno de una vinculación legal entre esta asociación y el partido político. Asi como no lo hubo ni lo habrá entre Morena y el “Fideicomiso por los Demás”.

En febrero de 2022 Gaby ya había logrado juntar las firmas necesarias para que INE aceptara organizar la Consulta de Revocación. Para ese entonces el país ya estaba tapizado de piso a techo, si se nos permite la expresión, de espectaculares, mantas, volantes, carteles, calcomanías, publicidad en parabuses, en el Metro y en redes sociales del peculiar rostro del presidente acompañado de leyendas como “Que siga la transformación” o “Que siga AMLO”. Cuando el INE llamó a cuentas a la organización por la saturación de publicidad, Gabriela Jiménez y todos aquellos que con ella colaboraban (cientos de personas) negaron tener algo que ver.

Lo único que admitieron fue que ellos habían sido los creadores de los archivos de gráficos para que los ciudadanos, de manera “espontánea”, los descargaran, imprimieran y promovieran, muy ciudadanamente, la Consulta de Revocación. Paradójicamente, todos esos promoventes de que se fuera a votar porque AMLO pudiera irse, querían que se quedara.

Ahora, volviendo al punto de Sergio Carmona, ya hemos dicho que en su teléfono, según una serie de reportajes del reportero Ricardo Carbajal de Código Magenta, se encontraron cientos de archivos de toda clase. Uno de ellos era el mencionado video en donde Gabriela Jiménez le agradece a Sergio su apoyo.

Sobre este personaje corrió mucha tinta en la primera parte del sexenio. Carlos Loret de Mola lo retrató en una serie de tres artículos llamada “La verdadera historia del Rey del Huachicol”, basada en declaraciones de fuentes del interior de Morena.

La trama es muy compleja e involucra a numerosos personajes de la autodenominada 4T, incluido Américo Villarreal y Mario Delgado, pero la esencia de la historia es que Sergio Carmona ofreció ingentes cantidades de dinero a Morena a cambio de que se le permitiera contrabandear gasolina desde Estados Unidos. Es decir, meter pipas de combustible sin pagar el impuesto correspondiente.

Según Loret, los muchos de millones así ganados se lavaban por medio de contratos simulados con el gobierno federal. Con esos contratos simulados, Carmona justificaba ante el SAT la posesión de esos muchos millones. Y de ese dinero, una buena parte fue a parar al pago de campañas de candidatos morenistas.

Pero las declaraciones hechas a Loret no son la única fuente de información sobre Sergio Carmona, donatario de la organización de Gaby Jiménez. También están las declaraciones que como testigo protegido hizo Julio Carmona, su hermano, quien escapó a Estados Unidos e hizo un trato para brindar información a cambio de protección luego de que Sergio fuera asesinado.

Un detalle casi simpático de la trayectoria de Gaby es cuando se declaró “diputada federal legítima” de Azcapotzalco, luego de que el Tribunal Electoral revirtió su triunfo en las urnas en las elecciones intermedias de 2021.

Un comunicado de prensa que causó hilaridad entre sus críticos decía que tras luchar mucho le fue arrebatada la diputación pero que “sé que soy la Diputada legítima de Azcapotzalco, gracias a la confianza y el cariño de todos ustedes. Después de tantos obstáculos, mentiras y artimañas lograron su objetivo”. Firma Gabriela Jiménez, Diputada Federal Legítima de Azcapotzalco.

Un detalle nada menor: Gabriela Jiménez es hija del ingeniero Jorge Jiménez Alcaraz, de quien sabemos, por una nota del 21 de julio de 2022, que asumió la presidencia de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México. Como invitada especial en su asunción estuvo la senadora Olga Sánchez Cordero. El ingeniero también fue, por breve tiempo, director del Metro capitalino cuando Miguel Ángel Mancera fue jefe de gobierno.

¿Y por qué le han dicho a Sheinbaum que no se fíe de ella? Por su falta de disciplina y su necesidad de llamar la atención. El 18 de julio de 2024 el portal Emeequis reportó que, según asistentes a un evento de Sheinbaum en el Claustro de Sorjuana, Gaby logró colarse en todas las fotos y videos del discurso de Claudia, pues “se apoderó de una silla y se colocó atrás de la próxima presidenta, contra las reglas del evento en el Claustro de Sor Juana”. A todas las que estarían en el escenario que no eran del equipo de la presidenta electa se les indicó que se colocaran en la orilla.

Ella sencillamente se sentó lo más cerca posible de Sheinbaum y logró “salir en todos los videos y fotos de medios de comunicación como si fuera un personaje cercano”, pero no lo es.

Eso quedó de manifiesto en el jaloneo por el reparto de comisiones al interior de la bancada de Morena. Por su cargo de vicecoordinadora, Jiménez tendría que haber participado en el reparto, pero fue excluida. Incluso, se llegó a decir que tras la muerte de Ifigenia Martínez la presidencia de la Mesa Directiva recaería naturalmente en ella, pero Ricardo Monreal comunicó que por órdenes directas de Claudia Sheinbaum, sería Sergio Gutiérrez Luna el elegido.

Peor aún para Gaby: dentro de la bancada se creó una “coordinación política” a la que se le asignaron facultades propias de la vicecoordinación. Este cargo se le entregó a Pedro Haces. Así, por órdenes directas de Claudia, la esforzada Gabriela Jiménez, que movió millones de pesos y de firmas, se quedó sin la presidencia de la mesa directiva, sin voz en el reparto de comisiones y con una vicecoordinación de adorno.

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