El deceso del centenario Jimmy Carter, ha dado pie a innumerables análisis sobre su legado, su presidencia, su fundación para la democracia, su trabajo espiritual y religioso y su programa de viviendas asequibles, entre otros temas. Su meteórica carrera política que lo llevó de la legislatura local en su natal Georgia, a la gubernatura y luego, como una especie de “caballo negro”, a la victoria sobre su rival republicano Gerald Ford en las elecciones presidenciales de 1976 es harto conocida. De su presidencia, se pueden identificar dos períodos: de 1977 a 1978 y de 1979 a 1980. En el primer bienio de su gobierno, Carter destacó por el impulso a las negociaciones políticas en 1977, para entregar a Panamá la soberanía sobre su canal a partir de 1999 -que ahora Donald Trump quiere “recuperar”-; al igual que en 1978 en las negociaciones de Campo David que posibilitaron el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Egipto e Israel -logrando que por fin un país árabe reconociera la existencia del Estado judío -y que también Trump buscó emular durante su primer mandato con los Acuerdos de Abraham. Carter también suscribió con su homólogo soviético Leonid Brezhnev la segunda ronda de las pláticas para la limitación de armas nucleares estratégicas (SALT II).
La segunda y última parte de su presidencia fue difícil considerando la invasión soviética a Afganistán; la revolución sandinista en Nicaragua; la toma de rehenes en la embajada estadunidense en Irán; la crisis energética y, por si fuera poco, el accidente de la central nuclear de la Isla de Tres Millas, cerca de Harrisburg, Pensilvania. Mientras que en la primera parte de su gobierno proyecto liderazgo y se ganó el respeto de la comunidad internacional -Cuba, por ejemplo, no bien se conoció el deceso del demócrata, celebró los esfuerzos desarrollados por su gobierno para normalizar las relaciones diplomáticas bilaterales-; en la segunda se le vio indeciso y al poner fin a la détente con la URSS afloraron las sanciones económicas y el boicot a los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980. La crisis de los rehenes muchos la consideran la causa de su declive y derrota electoral si bien se especula que los republicanos y Ronald Reagan maniobraron para que el problema se prolongara hasta el momento de las elecciones de manera que ello contribuyera a su victoria contundente mientras la embajada estadunidense en Teherán se mantenía secuestrada tras la revolución islámica.
Más allá de su presidencia, Carter mantuvo una profusa actividad política, religiosa y de apoyo a agendas sociales mediante la filantropía. En el año 2002 recibió el Premio Nobel de la Paz y su Fundación Carter se posiciono como un referente en temas de democracia y observación electoral, convirtiéndose en un parteaguas para la medición del ejercicio de los derechos políticos por parte de las sociedades en diversos países del mundo.
James Earl Carter Jr. (1 de octubre de 1924-29 de diciembre de 2024) nació en Plains, Georgia, un estado que, en los procesos electorales más recientes ha figurado de manera prominente debido a la disputa por el voto del Colegio Electoral de demócratas y republicanos. Actualmente con 16 votos del Colegio Electoral su peso es importante en los comicios presidenciales. Este estado sureño vecino de Florida, Alabama, Tennessee, Carolina del Norte, Carolina del Sur y con acceso al Océano Atlántico, fue uno de los grandes campos de batalla durante la Guerra de Secesión. La polarización social y el racismo han sido temas centrales en el estado lo cual explica la visión de Carter sobre esta problemática. Actualmente cuenta con una población de 10 912 876 habitantes, de los que la población blanca asciende a 5. 5 millones, seguida de la afro estadunidense con 3. 5 millones, en tanto el resto corresponde a asiáticos, latinos y comunidades indígenas nativas. Estos datos, que corresponden a 2022, dan cuenta de la división étnica imperante, la cual contribuye a entender la dinámica política y electoral en el estado.
Carter fue el primer presidente en la historia estadunidense en nacer en un hospital. En su educación básica se le recuerda por haber sido un estudiante dedicado y afecto a la lectura. Con los años ingresó al Instituto Tecnológico de Georgia en Atlanta donde tuvo contacto con el movimiento por los derechos civiles. Posteriormente ingresó a la Academia Naval de la que se graduó en 1946 y también donde conoció a Rosalyn Smith, amiga de su hermana Ruth Carter. En ese mismo año Jimmy y Rosalyn se casaron y estuvieron juntos hasta la muerte de ella en 2023.
En diciembre de 1952, cuando se produjo el accidente nuclear de Chalk River en Canadá, Carter fue enviado a cargo de un grupo de especialistas que tuvieron la responsabilidad de apagar de manera segura el reactor, algo que tuvo enormes complejidades técnicas. Los biógrafos de Carter consideran que este suceso tuvo profundas repercusiones en su visión sobre la energía nuclear. Tras este suceso Carter recibió capacitación en torno a la energía nuclear y su intención era profundizar aún más sus conocimientos, pero la muerte de su padre y las penurias financieras lo llevaron a buscar la supervivencia con su esposa y tres hijos. Y fue así como dio impulso al viejo negocio familiar de los cacahuates, mismo que le permitió construir una imagen pública en su natal Georgia y más allá.
Entre 1963 y 1967 Carter ganó una senaduría en el sureño estado en momentos en que el movimiento por los derechos civiles florecía. En 1966 buscó la gubernatura, pero perdió y, nuevamente, se apoyó en el negocio familiar de los cacahuates tratando de planear una mejor campaña política para la contienda de 1970 en la que, ahora sí, se impuso a su rival republicano Hal Suit, aunque gano mostrando un cierto apetito por el racismo -si bien diversas figuras políticas reconocen que era prácticamente imposible convertirse en gobernador de Georgia sin una narrativa excluyente. Sin embargo, tras jurar como gobernador en enero de 1971 dio un vuelco a su postura y anunció, para sorpresa de muchos, que la era del racismo había llegado a su fin. Sin embargo, organizaciones supremacistas blancas como el Ku Klux Klan exacerbaron sus acciones en un estado donde, si bien, la población blanca es mayoría, el segundo mayor grupo étnico son los afro estadunidenses y este último es el grupo de mayor crecimiento demográfico -entre 2010 y 2022 pasó de 2. 9 a 3. 5 millones de habitantes.
Dado que Carter no podía contender para un segundo mandato -la legislación del estado lo prohibía-, buscó la nominación a la presidencia misma que ganó en gran medida gracias al voto afro estadunidense en el sur y de otros estados de la Unión Americana.
A nivel interno, Carter tuvo que lidiar con la estanflación, producto de la crisis precedente, además de la crisis energética. Cuando las naciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC) duplicaron los precios de los hidrocarburos, ello abonó a una inflación de dos dígitos en la Unión Americana, debido a la enorme dependencia que tenía respecto a los combustibles fósiles. Ello contribuyó al énfasis de su administración en el ahorro de energía, la instalación de paneles solares en la Casa Blanca, y la creación del Departamento de Energía en 1977 -cuyos antecedentes se remontan al Proyecto Manhattan y a la necesidad de evitar el espionaje que pudiera facilitar a los enemigos de EEUU adquirir tecnologías y secretos con potenciales intenciones bélicas. A Carter se le recuerda portando suéteres dentro de la Casa Blanca para compensar la decisión de apagar la calefacción, en la idea de poner la muestra a la ciudadanía en el tema del ahorro de energía. Los republicanos, durante la campaña presidencial de 1980 no dejaron escapar la ocasión para mofarse de los suéteres de Carter.
Carter también se distinguió, durante su presidencia, por la negativa a hablar con los legisladores, a negociar con ellos e, incluso, ni siquiera respondía sus llamadas. Esto llevó a una tensa relación entre el ejecutivo y el legislativo que impidió que el presidente pudiera lograr la aprobación de diversas iniciativas. Las tensiones no sólo eran con los republicanos, sino, especialmente, con los demócratas y aquí es menester recordar la conocida rivalidad entre Carter y Ted Kennedy. Incluso en 1979, cuando Carter propuso un plan para el ahorro de combustible a nivel nacional, el Congreso votó en contra, lo cual mostró al presidente débil a los ojos de la población. En contraste se tiene el éxito de Carter para lograr la aprobación de parte del Congreso para la creación del Departamento de Educación, que fue una de sus promesas de campaña.
La familia de Carter no estuvo exenta de controversias. Por ejemplo, su hermana Ruth, se asoció con el rey de la pornografía, Larry Flynt, cuando éste se volcó al misticismo previo al atentado que lo dejó inválido. Los Carter, como se sabe, eran profundamente religiosos. Ruth convivió con Flynt brevemente en 1977 e incluso lo convirtió al cristianismo, pero tras el atentado, Flynt renegó de la religión y rompió con la hermana del presidente.
El menor de los hermanos del presidente, Billy, estuvo involucrado en un escándalo por sus visitas a Libia durante los tiempos del gobierno de Muamar Kadafi, y se reveló información de que el dictador había entregado hasta dos millones de dólares al hermano del presidente, presumiblemente para influir en la política exterior estadunidense de Estados Unidos hacia el país norafricano. La investigación subsecuente por parte del Congreso es conocida como Billygate.
Gloria Carter, también hermana del presidente, es recordada por su afición al motociclismo y por haber sido de las primeras mujeres incluidas en el Club de las 100 000 Millas de la empresa Harley Davidson.
Tras su derrota electoral, el demócrata creó en 1982 el Centro Carter con la encomienda de impulsar los derechos humanos, aliviar el sufrimiento humano y monitorear procesos electorales. También ha desarrollado programas para la salud mental, el combate de enfermedades infecciosas, la consolidación de la salud pública y la solución de conflictos, esferas, todas ellas, en las que Carter se distinguió durante su presidencia y a poteriori. Con sede en Atlanta, el Centro Carter tiene representación en una docena de países. El trabajo desarrollado por esta institución llevó a que Jimmy Carter fuera galardonado en 2002 con el Premio Nobel de la Paz.
El trabajo de Carter también fue importante como mediador en diversos conflictos internacionales, por ejemplo, entre Sudán y Uganda, entre Colombia y Ecuador y también son recordados sus esfuerzos para mejorar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Muy importante fue también su trabajo para estudiar un centenar de enfermedades infecciosas propiciando la investigación y distribución de tratamientos en las zonas más afectadas, que generalmente son aquellas donde la infraestructura médica es limitada. El gusano de Guinea fue una prioridad médica para Carter, por lo que desarrolló programas para su combate y erradicación. También el Centro Carter ha trabajado en torno a la salud mental y para reducir la estigmatización existente en la sociedad sobre el particular. Por todo este trabajo, la Fundación Bill y Melinda Gates entregó a Carter el Premio Gates para la Salud Global.
El programa Habitat for Humanity para apoyar la construcción de viviendas asequibles en Estados Unidos y en unos 70 países, fue impulsado por Carter -y en la serie animada Los Simpson se recuerda cómo la familia amarilla huye de un duelo que Homero no quiere enfrentar y le pide a Carter les construya una casa, a lo que el ex presidente responde que las casas de Habitat for Humanity son para personas necesitadas como Cleto. Carter fue un carácter recurrente en la laureada serie animada. En otro episodio, Burns ofrece una fiesta a la que asisten expresidentes como Reagan y Nixon, pero a George Bush padre no lo deja entrar porque la fiesta sólo recibe a presidentes que hayan gobernado dos períodos. En ese momento arriba Jimmy Carter quien dice a Bush padre que mejor se vayan a tomar un yogurt y éste le responde: “¡largo de aquí perdedor!” En otro recordado episodio, Marge es encarcelada por haber olvidado pagar una botella de whisky, lo que lleva a que no pueda hacer los pasteles que todo Springfield aprecia y de cuya venta se tendrían recursos para financiar una estatua de Abraham Lincoln. Como no se reunieron suficientes fondos, sólo alcanzó para comprar una estatua de Jimmy Carter. La gente, furiosa protesta ante el alcalde Diamante y para apaciguar los ánimos, éste libera a Marge antes de tiempo. También se decide en desagravio de Marge develar una estatua en su honor que resulta ser la de Jimmy Carter con el cabello de la matriarca.
Carter también fue un autor profuso en temas relacionados con la paz en Medio Oriente, donde aborda la problemática de la expansión del Estado de Israel desde su nacimiento a costa de los palestinos (Palestine Peace Not Apartheid, Simon and Schuster, 2006); la crisis moral en Estados Unidos (Our Endangered Values. America’s Moral Crisis, Simon and Schuster, 2006); su infancia en la Georgia rural (An Hour Before Daylight: Memoirs of a Rural Childhood, Simon and Schuster, 2001); y un infaltable texto sobre su visión acerca de las mujeres, la religión, la violencia y el poder (A Call To Action. Women, Religion, Violence and Power, Simon and Schuster, 2015). Hay un texto fascinante de su pluma, sobre las virtudes de envejecer y las carencias del sistema de seguridad social de EEUU en la materia (The Virtues of Aging, Ballantine Books, 1998). Miembro de una familia evangélica, también destinó numerosas reflexiones a la espiritualidad, además de que varias veces fungió como ministro y predicador en la iglesia de su natal Georgia.
Para muchos, Carter fue un presidente bien intencionado en tiempos de grandes desafíos, y que tuvo mayor reconocimiento y ganó enorme prestigio una vez que dejó la Casa Blanca. Pero quizá el mayor enemigo de Carter y su familia haya sido el cáncer. Sus padres y hermanos sucumbieron ante el cáncer de páncreas. En el caso del ex presidente, la enfermedad también irrumpió e hizo metástasis y hacia el final de sus días pidió estar en su casa en Georgia en cuidados paliativos. Como se recordará, el trumpismo había dado por muerto a Carter en la recta final de la contienda presidencial de 2020, lo cual revela el mal gusto y tino de Trump y sus huestes respecto a un personaje que ha sido parte fundamental de la historia de Estados Unidos. Descanse en paz Jimmy Carter.