24 marzo 2020
Queridas amigas y amigos:
Deseo agradecerles a todxs su solidaridad ante el atropello del que he sido objeto por parte de Morena (y sus partidos satélites) en la Cámara de Diputados. No sólo archivaron 126 expedientes para poder llegar al mío, sino también porque este juicio político sólo tiene como objetivo el escarnio y la infamia. Lo más significativo es que para esos diputados fue más importante ese tema que dar respuestas claras ante la crisis que atraviesa el país. A ellos les corresponde discutir el presupuesto. Los fundamentos que establecieron en noviembre y diciembre para el mismo se hicieron ya añicos: el precio del petróleo, el tipo de cambio de dólar ha cambiado, la recaudación fiscal no será la esperada, entre otros aspectos, por lo que lo esencial hubiera sido hacerle frente a tal situación. Pero no tienen altura de miras frente a tal situación. Puede más su venganza y su odio. Cuando lo que verdaderamente debiera importarles es la salud de los mexicanos. Nosotros no podemos detenernos ahí. Es momento de transformar nuestra indignación en propuestas.
Hay que exigir al gobierno y a su partido que asuman su responsabilidad y establezcan medidas para apoyar a la economía familiar ante la crisis sanitaria y económica. Establecer un cuantioso fondo de contingencia para ello. Porque cientos de miles se quedarán sin empleo y, en este contexto, como siempre las mujeres serán las más afectadas. Porque ellas son las que ante la escasez se quitan el pan de la boca para que sus hijos coman. Las mujeres tienen que ir a trabajar cuando ante la suspensión de clases sus hijos están solos en casa corriendo riesgos. Quienes trabajan en la economía informal se están quedando sin ingresos. La gente ya no recibe propinas, los negocios están cerrados y de eso viven, en el tianguis o en el puesto de quesadillas van a dejar de vender, lo que las afecta porque la inmensa mayoría de ellas vive al día. Muchas son jefas de hogar. Por eso el silencio y la omisión del gobierno es más peligroso y letal. La gente necesita que se pospongan pagos de hipotecas, de servicios (agua, luz, teléfono, Etc.), de rentas. Que se le otorguen créditos blandos, que a cada familia que vive al día se le apoye económicamente y que ese recurso se le entregue a la mujer para que realmente llegue a sus hijos, que las que trabajan puedan estar en sus casas (ellas o sus parejas) con goce de salario para que cuiden a sus hijos y eso requiere apoyar a las empresas, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas.
La mejor manera de canalizar su solidaridad conmigo en estos delicados momentos es exigiendo que se presente un programa completo de medidas para evitar una crisis social y que la economía de las familias no se vea afectadas por el COVID-19. Ya vendrán otros tiempos en las que uniremos fuerzas para frenar la injusticia que vivo. Hoy necesitamos alzar la voz para que reasignen recursos, para que haya fondos extraordinarios y que las acciones estén sustentadas en las mujeres porque son la mejor garantía. No en balde “MÉXICO SE ESCRIBE CON M DE MUJER”. La salud y la tranquilidad de los mexicanos deben ser nuestra lucha y prioridad.
Un saludo fuerte para todos.
Mi abrazo.
Rosario