1. El gobierno busca restarle importancia mencionando decenas de miles de veces que la senadora no tiene importancia. Pero no importa la contradicción, importa la reiteración. Minar el ánimo y dejar la percepción de que así es. Le habla a los indecisos también.
2. Descalifica todo lo que ella sea. Es decir, mina su esencia: afirma que no es indígena ni empresaria ni legisladora sino la pieza de un complot urdido por la oligarquía.
3. La oligarquía se compone con todos los enemigos imaginarios que ha creado el presidente en 20 años, desde Carlos Salinas pasando por Diego Fernández de Cevallos hasta llegar a Claudio X. González sin dejar de mencionar a Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín.
4. Perseguirla fiscalmente y ahogar sus negocios con amenazas claras y otras veladas a empresarios de la iniciativa privada que quieran hacer negocios con ella. La amenaza es clara: bancarrota y hasta cárcel.
5. Desgastarla emocionalmente aludiendo a su apariencia física y forma de hablar, hacer chistes y caricaturas sobre ella. El gobierno sabe que los partidos y los empresarios de la oposición reaccionan tarde y mal, y que algunos son temerosos de que el gobierno mismo actúe contra ellos.
6. Toda la maquinaria digital y los medios convencionales como La Jornada están prestos a agredirla y difamarla. Alvaro Delgado, Julio Astillero y Vicente Serrano no tienen escrúpulos para ello. Pocos medios y periodistas están dispuestos a ser contrapeso de ese huracán político y propagandístico.
7. El presidente y esa maquinaria orquestada por Jesús Ramírez Cuevas busca apabullar a Xóchitl Gálvez, arrebatarle la y la iniciativa temática. Lo está logrando. Hoy se cumple una semana en la que la senadora está a la defensiva.
8. Resulta simpático e incluso efectivo como mensaje ocasional que Xóchitl haya mostrado un cartón de apoyo y enseguida señalará los panorámicos de Morena. Pero en las contiendas gana quien tienen recursos y los emplean con eficacia. Sólo Rocky entrenando con pollos o ladrillos le puede ganar a Ivan Drago preparado con recursos y tecnología.
9. El tema no es ni debe ser la genética de Xóchitl ni que siga a la defensiva hablando sobre el origen honesto de sus recursos. El tema o los temas son los niños con cáncer sin medicamento, los hospitales públicos destrozados, la violencia creciente, el aumento de la pobreza y de la pobreza extrema. La senadora no debe hablarle a quienes no quieren oír y quienes, diga lo que diga la van a descalificar.
10. Después del formidable adversario que enfrenta -tramposo, marrullero, corrupto- se encuentran las lentas maquinarias de los partidos. Éstos ya se estaban preparando para perder la presidencia en 2024 y por ello se repartían curules, esperando evitar la mayoría calificada del gobierno en el Congreso. A ellos también les sorprendió el fenómeno Xóchitl y por eso no atinan a responder, en el fondo, muchos de esos políticos están defendiendo sus pequeños privilegios.
A eso se enfrenta Xóchitl y espero que lo haga con entereza, inteligencia y eficacia. Ellos no van a medirse para destruirla. Su fuerza es la razón, la frescura y el apoyo ciudadano. Está enfrentando una operación de Estado en su contra.
Yo, estoy con ella.
