César Lombroso, cuya teoría sobre los criminales fue muy popular en el siglo antepasado, fue un médico italiano que nació en Verona en 1835, falleciendo en 1909. Estudio medicina en la universidad de Pavia y posteriormente en la de Viena. Es en este centro docente cuando conoce el método experimental que aplicaría a sus investigaciones. Fue medico militar en el ejercito del Piamonte, donde realiza investigaciones sobre el tatuaje de los soldados, profesor en Pavia, director del Manicomio de Pessaro y ocupó la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Turín.
Lombroso fue muy influido por Charles Darwin y con base en el estudio de un famoso delincuente de su época, cuyo cráneo presentaba ciertas anormalidades llego a la conclusión de que el delincuente es el eslabón perdido en la evolución de la especie, pero queda un pequeño espacio que es en donde entra el hombre delincuente, este es un ser que no llego a evolucionar adecuadamente, por lo mismo se quedo en una etapa intermedia entre el simio y el hombre.
El aspecto mas conocido de la obra de Lombroso es la concepción del delito como resultado de tendencias innatas, observables en ciertos rasgos físicos de los delincuentes habituales (asimetrías craneales, determinadas formas de mandíbula, orejas, arcos superciliares, etc.). Aunque también influyen factores “criminógenos” como el clima, el grado de civilización, la densidad de población, la alimentación, el alcoholismo, la instrucción, la posición económica y hasta la religión.
Un rasgo llamativo en su obra es la dura sinceridad con que expone algunas de sus conclusiones. Por ejemplo: “Para los criminales natos adultos no hay muchos remedios: es necesario o bien secuestrarlos para siempre, en los casos de los incorregibles, o suprimirlos, cuando su incorregibilidad los torna demasiado peligrosos”. En otras palabras, prisión perpetua o pena de muerte según la peligrosidad.
Lombroso aporto al Derecho Penal y a la Criminología su “Teoría del criminal nato”; esta teoría fue posteriormente muy criticada, en parte por interpretaciones inadecuadas y malas traducciones. Ciertamente la teoría referida tiene sus aspectos criticables, pero se debe de reconocer que aporta interesantes conclusiones que logran fortalecer al derecho penal y permite el surgimiento de la ciencia criminológica.
La teoría Lombrosiana del criminal nato se resume de la siguiente forma: Al examinar distintos delincuentes, Lombroso llego a una conclusión de que el criminal no es un hombre común si no que por sus característicos rasgos morfológicos y psíquicos constituye a un tipo especial y muy particular; el criminal según Lombroso presenta signos de inferioridad orgánica y psíquica: Menor capacidad craneana Mayor diámetro bizigomático. Gran capacidad orbitaria. Escaso desarrollo de las partes anteriores y frontales contrastando con el gran desarrollo facial y maxilar (prognatismo). Abultamiento del occipucio. Desarrollo de los parietales y temporales. Frente hundida. Además son características del delincuente una notoria insensibilidad moral y la falta de remordimientos además de una imprevisión en grado portentoso mas una gran impulsividad. Además, al igual que un salvaje, le gusta tatuarse, es supersticioso, le gustan los amuletos y prefiere los colores primarios.
La teoría lombrosiana de la criminalidad incluye a diversos tipos de delincuentes, tales como el Delincuente loco moral, el epiléptico, el histérico, el alcohólico, el pasional etc. Cada uno con sus particulares características.
En 1876, Cesare Lombroso publicó su libro más notorio “El hombre delincuente”. En el se centra en la identificación de criminales a través de aspectos genéticos y físicos . Esta obra tuvo una gran influencia entre los positivistas que estudiaron el fenómeno de la criminología en el siglo XIX.
Un aspecto menos conocido de las ideas de Lombroso es que abogó por la teoría de que la genialidad estaba íntimamente ligada a la locura. Para el un genio era un anormal, un ejemplo de evolución retrógrada en el que la locura era una forma de “compensación biológica” por un desarrollo intelectual excesivo. Para confirmar esta teoría, en agosto de 1897, Lombroso, mientras asistía al XII Congreso Médico Internacional en Moscú, decidió entrevistarse con el gran escritor ruso León Tolstoi para comprobar directamente su teoría de la degeneración en el genio. ¿A que conclusión llegó? No tengo constancias.
En la actualidad las teorías lombrosianas están en desuso, han sido desplazadas por estudios y teorías más acordes a las ciencias de la conducta apoyadas con la medicina, la genética, la psicología etc. Sin embargo, la sabiduría popular a acuñado diversas sentencias relacionadas con la valoración “a priori” de determinados individuos, la frase “si parece pato, camina como pato y grazna como pato, es un pato”. No es algo muy científico, pero sigue siendo algo mas o menos válido.