viernes 22 noviembre 2024

Museo Regional de Durango

por Rubén Aguilar Valenzuela

Museo Regional de Durango

Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED)

Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)

Durango, Durango.

– Edificio

A mitad del siglo XIX se construye de acuerdo a un diseño de Stanislao Slonecky, para servir como residencia de la familia de Francisco Gómez Palacio (1824-1886) abogado, poeta y político. Es un conjunto de piedra clara con un doble frente y un patio exterior cerrado por una herrería. El estilo es ecléctico y toma elementos decorativos de distintas propuestas de la época. Tiene una entrada principal y dos secundarias con muy buenas escaleras. El interior es el original. La escalera de encino que da acceso al segundo piso es muy buena y también los techos de zinc, las ventanas y puertas, también de encino macizo.

La casa, después de ser la residencia de la familia Gómez Palacio, tuvo muchos usos: Pagaduría de las tropas revolucionarias del general Domingo Arrieta; Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de Durango; Juzgado del Registro Civil; Presidencia Municipal; Escuela Primaria Particular “Justo Sierra”; Escuela de Prácticas Anexa a la Normal; Escuela No. 18 Vicenta Saracho y Biblioteca Pública. De 1973 a 1984, sede del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Durango. En 1985 el gobierno del Estado lo dona al Universidad Juárez, para instalar el Museo Regional.

-Colección

El museo ofrece un recorrido por la historia del estado de la época prehispánica a la Revolución. Me llaman la atención los diez cuadros de Miguel Cabrera (1695-1768) que se encuentran  en el vestíbulo del segundo piso. Todos son de buena factura y algunos particularmente logrados. Los títulos: 1) La natividad; 2) La presentación de la virgen; 3) La anunciación de la virgen; 4) La coronación de la virgen; 5) Presentación del niño en el templo; 7) La circuncisión; 8) El sueño de José; 9) Adoración de los pastores; 10) Adoración de los reyes magos.

He visto también los dos cuadros de Cabrera que están en la oficina de la directora de la Normal del Estado que pienso pertenecen también a este conjunto. Tienen la misma temática (Los esponsales de la virgen…) y las mismas dimensiones, es posible que estos sean un poco más grandes. Todos están firmados como “Cabrera Pinxit” y en algunos la firma aparece al centro y en otros a la derecha del cuadro.

Del período prehispánico me interesó la Cultura del Desierto (6000 a.C. a la llegada de los españoles). Hay piezas de fibras vegetales (sandalias…) y textiles de lechuguilla del 900 al 1500 d.C., encontrados en La Candelaria y Cueva de la Palia, Coahuila, y de Zape Chico, Durango. Piezas de la Cultura Loma de San Gabriel del 500 a.C. De la Cultura Chalchiuite que empieza a decaer cuando Altavista, su principal centro, es destruido en 900 d.C. A partir de ahí inicia la etapa de la Cultura Post-Chalchiuite que se extiende por todo lo que es ahora el estado de Durango y permanece hasta la conquista.

De manera particular me llamó la atención, me gustaría mucho visitar esa zona, los desarrollos que se desprenden de la Cultura Oasis América, del suroeste de Estados Unidos, que alcanza su esplendor en los siglos IX al XII d.C. y que luego se disgrega. Los pueblos de esa cultura llegan a Durango y permanecen hasta la conquista. La zona se conoce como Casas de los Acantilados y conjuntos de estas construcciones se encuentran en: Topia, Otáez, San Dimas, Pueblo Nuevo, Cerro Blanco y El Salto, Mezquital. Hay muy buenas piezas de la cultura Aztlán que se origina hacia el siglo VI d.C. en la región del Pacífico (Nayarit…) y que en Durango se desarrolló del 950 al 1150 d.C.

Del período colonial me gustó un biombo anónimo del siglo XVIII; una estupenda escultura barroca, de una santa sin nombre, con un enorme movimiento del vestido, del siglo XVIII; un muy buen san Gabriel arcángel, pintura barroca de buena factura, de autor desconocido del siglo XVIII. Un buen cuadro de Juan Correa, la conversión de san Pablo, que es del siglo XVIII.

Sabía que la Guerra Cristera de 1926 a 1929 fue intensa en esta zona (altar de los mártires en la Catedral), pero no conocía que en Durango se dió una Segunda Guerra Cristera que va de 1934 a 1941. Dos de sus principales líderes fueron: Trinidad Nuera y Florencia Estrada.

– Comentario

El edificio es muy bueno. Un ejemplo relevante de la arquitectura del siglo XIX. Se conserva bien. Hay muy buenas piezas de las culturas prehispánicas del norte de México. Y también pinturas y esculturas de la época colonia. La museografía en su conjunto está rebasada y urge una intervención integral.


Twitter: @RubenAguilar

Autor

También te puede interesar