jueves 21 noviembre 2024

La Oscura Trinidad de la Desinformación – Parte 2. Desinformación y medios alternativos

por Leo García

La masificación de internet como bien de consumo cambio varios paradigmas, sobre todo en la manera en que se genera, comparte y consume la información.

La tecnología permitió que prácticamente quien sea pueda grabar video, tomar fotos, compartir texto, y ofrecerlo sin restricciones. Eso abrió la oportunidad que cualquier persona pudiera volverse por sí misma una fuente de información.

La era digital ha tirado barreras llevando a un intercambio de roles donde la gente misma, en persona de los usuarios de medios digitales, pasaron de audiencia inerte y cambiaron en productores de contenido de manera descentralizada. Así surgen los llamados “medios alternativos”.

Esto cerro a la vez la brecha que se generaba donde los medios masivos tradicionales se percibían distantes y ajenos a la audiencia, que a la vez erosionó la credibilidad en ellos al generarse la percepción que sus líneas editoriales están apegadas a intereses económicos y políticos, y no en atender a los requerimientos y exigencias de su audiencia.

EFE

En el modelo de los medios alternativos la audiencia se percibe cercana gracias a la sensación de tener la capacidad de influir y participar en la cadena informativa. Esta cercanía permite consumir la información convencidos que existe independencia a una línea editorial y verse identificados con la fuente misma.

Y, en consecuencia, ahí se encuentran hoy día los nuevos referentes, fuentes de información y líderes de opinión. Solo que a diferencia de lo que, se supone, debe hacer un periodista de profesión, pueden o no someterse al rigor que propone la ética periodística. Empezando por la mínima confirmación de hechos y validación de información.

Eso trajo problemas también al propiciar que cualquier contenido ofrecido se hiciera pasar por información, y a la vez cualquier información se ofreciera como noticia, y se le diera como veraz sin que necesariamente fuera sometida a un escrutinio editorial o mantener un sentido ético más allá del que se permita el autor y responsable del medio.

Como resultado, los medios alternativos son la vía ideal para la distribución de información imprecisa o completamente falsa, es decir, desinformación.

Recordando, desinformación es cuando el autor genera información y la ofrece como real, aunque sabe que no lo es. Y aunque la información no sea real o precisa, sus consecuencias sí tienen el potencial de salir de la pantalla invocando un llamado a la acción.

Entonces ahora se puede ampliar, la definición más aceptada, la que ha propuesto la UNESCO, dice que:

El anglicismo “fake news” se refiere a las piezas de información que no están confirmadas, no son precisas, o definitivamente no son reales, y el autor o medio las ofrecen como si fueran una noticia. Se propone que un requisito para que una noticia cumpla cabalmente con el concepto de ser un bulo, de ser una fake news, es que sí al autor o medio se le hace ver el error o la imprecisión, este persiste sin hacer la corrección.

No se trata de demonizar el modelo de consumo de información y noticias a través de los medios alternativos, ni mucho menos. El problema es que las desventajas de ofrecer este contenido a una audiencia tan demandante y ávida de información, los hace la vía propicia para la desinformación.

En los medios alternativos se propicia la generación y difusión de contenido con sesgos acorde a la audiencia de manera que sea potencia su alcance.

Además, la misma carencia, la misma falta de formación editorial, hace prácticamente indistinguibles las diferencias entre información, noticia, opinión o simple entretenimiento. Pero además, conforme los medios se han politizado y se han convertido en fuentes afines, se volvió frecuente ofrecer propaganda vistiéndola de noticias.

Cuando a una audiencia se le ofrecen piezas de información como noticia, pero estas no van en el mismo sentido de su afinidad, el conflicto que eso le causa llevará a que su filtro personal, el llamado gatekeeper individual, lo incline a elegir aquello que este predispuesto a aceptar, bien sea por ir en concordancia con sus códigos preexistentes, o bien por la afinidad con la fuente que se la ofrece. Hoy se elige creer y se confía en la información más por la fuente donde proviene que por la veracidad y certeza de la información misma.

La posibilidad de aprovechar medios alternativos políticamente afines los vuelve el canal adecuado para difundir información conveniente a la narrativa oficial.

Y esto ha propiciado un ambiente de “combate” informativo.

La Gioconda. Leonardo da Vinci 1503-151

Los medios alternativos afines a los regímenes son el canal ideal para llegar a su audiencia objetivo sin ningún filtro y reforzar su fidelidad y confianza. Su lealtad. Solo basta ofrecerles lo que quieren leer, ver u oír, que solo confirme sus aversiones, filias y fobias, aunque al hacerlo recurra a información sin sustento, es decir, aunque solo los desinformen.

Y no solo eso.

Los medios alternativos afines a un gobierno son también la vía ideal para explotar la baja alfabetización digital y mediática de la audiencia y aprovecharlo para desatar campañas de descredito, acoso, e incluso abierto ataque a la libertad de expresión mediante censura coercitiva a periodistas de investigación, columnistas, analistas y voces críticas en general.

Esto tiene consecuencias graves. El refuerzo de los sesgos de la audiencia en los medios alternativos solo atenta contra la capacidad de la audiencia misma al sustentar su aislamiento dentro de cámaras de resonancia, burbujas informativas que solo se convierten en filtros manipulados.

Los medios alternativos cuando se sustentan nada más que en la simpatía de un gobierno terminan convertidos en algo peor que aquello que llegaron a corregir, limitando la capacidad de las nuevas audiencias en formar un criterio propio.

El periodismo, el verdadero periodismo, debe ofrecer pluralidad de ideas, opiniones, y tener la mira siempre puesta en la rendición de cuentas del poder a la sociedad.

No hay certeza total si realmente lo dijo George Orwell, pero la frase es adecuada, “Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques, todo lo demás es relaciones públicas”. Hoy se puede agregar entonces, todo lo demás es clickbait, fake news, desinformación, y en conjunto se le conoce como posverdad.

Hagamos red, sigamos conectados.

Autor

  • Leo García

    Diseño y coaching de estrategias para manejo de redes sociales. Experiencia en análisis de tendencias en línea.

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