Por Michelle Galeana y Escarlet Romero
Fue en diciembre del 2019 cuando se presentaron los primeros casos de lo que ahora conocemos como Covid-19. En ese entonces no lo sabíamos, pero estábamos a punto de vivir una de las mayores catástrofes sanitarias a nivel global. Todas las industrias han sufrido de distintas maneras la repentina irrupción y las medidas que se adoptaron, transformaron la vida de millones. El periodismo no fue la excepción. La necesidad de mantenerse informado incrementó el consumo de noticias en los llamados medios tradicionales de México (Comscore 2020), la manera de informar y el quehacer periodístico se transformó.
Jacaranda Correa reconocida directora de documentales y periodista del Canal 22 nos contó cómo vivió el cambio en su lugar de trabajo.
“Tengo un programa de entrevistas que se transmite los jueves en Canal 22. Una de las cosas que ha provocado la llegada de las plataformas web como Zoom y otras, más allá de lo agotadoras que pueden ser, es que se han vuelto complejas por la falta de contacto. Este contacto, usualmente en el estudio, permite otro tipo de interacción y cercanía con los invitados y con el tema mismo. Haciéndolo por Zoom se vuelve impersonal, lejano y bastante complicado”.
La televisión ha estado en crisis desde hace unos años, los medios digitales y las redes sociales han puesto en jaque a las televisoras más importantes del país; además de la imposibilidad de estas para dar el brinco a lo digital y el cambio del modelo de negocio.
“De por sí la televisión ya estaba atorada creativamente, a nivel de su imagen y también en su cercanía con las audiencias. Pienso que la pandemia ha hecho que tenga una regresión de 10 pasos de la que creo va a tardar mucho en salir porque presentan una calidad que normalmente vemos en internet y programas hechos vía Zoom. Algo tendremos que hacer, algo tendrá que inventarse porque estar viendo el Zoom en televisión me parece peligroso y aterrador que continúe así. Es un punto de quiebre y un punto de retraso para los que hacemos periodismo televisivo, con todo y los problemas que ya tenía: sus formatos, contenidos, producción; estamos estancados desde hace mucho tiempo”, explicó Jacaranda.
Pero la manera en la que vemos las noticias no fue lo único que cambió, la forma en que se hacen, también. Además de las transmisiones en plataformas de videollamadas, las coberturas en campo se han vuelto todo un reto que pueden dejar un amargo sabor de boca.
“Al salir al campo usamos mascarillas y demás implementos de protección y es muy complejo porque creo que sí genera otro tipo de vínculo y de relación con tus entrevistados y con la gente con la que estás trabajando; algo totalmente impersonal”, recalcó la periodista.
Todo esto nos ha generado un aprendizaje, estas formas alternativas de trabajar y hacer periodismo tendrán que normalizarse ya que no se tiene certeza de cuándo terminará la pandemia. Tendremos que acostumbrarnos, porque las noticias no paran y los periodistas tampoco. Esta nueva forma de trabajar también ha tenido cosas positivas.
De acuerdo con Jacaranda, el trabajo virtual ha sido muy efectivo a la hora de la postproducción. “Yo nunca había trabajado con mis editores en línea y la verdad es que fue muy efectivo y más rápido, además de que no hubo necesidad de desplazarme. Para mí hubo un avance importante y ha sido interesante ver cómo se puede trabajar en una plataforma como Zoom, con la pantalla compartida y haciendo correcciones y comentarios en tiempo real”.
Otro de los beneficios de estas nuevas prácticas es la posibilidad de enlazarse con personas de otros países, aunque esto era algo que podía hacerse desde antes, la pandemia ha “normalizado” este tipo de prácticas y las ha hecho más comunes en el ambiente periodístico. Agrega Jacaranda que la disponibilidad de los entrevistados es mayor, a pesar de que el teletrabajo implica más horas de trabajo. También, a su parecer es más fácil contactar a las personas para invitarlos virtualmente a su programa.
Además de estos beneficios del trabajo remoto, la pandemia también trajo un aumento en el consumo de noticias por televisión. En un reporte de Nielsen IBOPE, muestra que en la primera etapa de la contingencia (semana 11) los noticieros incrementaron su audiencia 3.16%, mientras que durante la semana 12, esta creció 23.1%. Durante la nueva normalidad, la semana 26 del 2020 fue la que presentó un mayor número de personas alcanzadas, con 322.63 mil, en su mayoría debido al Sismo en la Ciudad de México el 23 de junio y el atentado contra Omar García Harfuch el 26 de junio. Este mismo reporte mostró que los noticiarios vespertinos han sido los más beneficiados durante la contingencia principalmente por un aumento en su alcance. Las personas de 45 a 54 años fueron las que más incrementaron su tiempo de visionado comparando cifras de antes de la pandemia con cifras de la nueva normalidad.
Con los más de 15 años de experiencia que la han llevado a fundar comunidades de resistencia entre periodistas, cineastas y artistas, usando como medio la tecnología, Jacaranda Correa se mostró preocupada por el futuro cercano del periodismo televisivo con la pandemia: “Entendiendo lo que han dicho los especialistas, que vamos a vivir una suerte de pandemias intermitentes, pues vamos a tener que acostumbrarnos con todo lo que eso significa y me parece terrible”.
Sobre su experiencia personal, trabajando en televisión pública, en medio de una emergencia sanitaria, Jacaranda nos comentó que las empresas no estaban preparadas para enfrentar una contingencia de tal magnitud. También señaló que por parte de las instituciones hace falta acercamiento y solidaridad hacia sus trabajadores para evitar prejuicios sobre la enfermedad en las zonas de trabajo que podrían llevar a los empleados a no querer decir que tienen COVID.
Sobre el futuro del periodismo, Jacaranda indicó que se siente emocionada de ver cómo se reinventará la televisión después de la pandemia de COVID tomando en cuenta que en la actualidad, cualquier persona que tenga un dispositivo móvil se convierte en testigo: “Ser un testigo inmediato de la realidad con un dispositivo, y estar reportando lo que ocurre en tu calle, de alguna manera ha transformado la relación y el papel del periodista que se ha vuelto parte de la noticia al transmitir el hecho desde un celular, lo cual espectaculariza la información”.
Esto, sumado a la instantaneidad propia de las redes, ha llevado a la difusión de fake news y como apunta Jacaranda, ha evitado que se haga un análisis profundo de la información y se deje a un lado los cuestionamientos fundamentales del periodista, para ir detrás del hecho. “Es una gran transformación lo que estamos viviendo: el papel que está tomando el ciudadano activo como testigo de la realidad y cómo el periodismo ha transformado su propio papel y como también la información se espectaculariza, se demerita y se vuelve como una mercancía, entonces se compite por el hecho, no por la información”.
El constante avance de las tecnologías y los nuevos modelos de negocio periodístico que han surgido de esta evolución digital, han contribuido a que muchos periódicos físicos y portales noticiosos hayan enviado al baúl los contenidos de investigación y análisis.
“Son muy pocos los medios que mantienen espacios de investigación porque no deja, la investigación y la información a profundidad no vende. Venden los hechos porque vivimos en la era del shock, en una realidad donde no hay posibilidad de mirar a profundidad cada hecho y me parece muy peligroso cómo estamos dejando de lado una cosa fundamental del periodismo como lo es el análisis de la información con la investigación por la espectacularidad y la noticia del momento”.
Concluyó que otro de los factores que afectan al desarrollo periodístico es la mala paga a los periodistas, aunque existen portales independientes y proyectos que no necesariamente están financiados por los medios tradicionales y hegemónicos, con los cuales se puede trabajar de la mano para echar a andar nuevos contenidos.
“Lo más importante, creo yo, es levantar proyectos de investigación con fondos internacionales, creo que ahí está el secreto para poder seguir haciendo periodismo de calidad, y es algo que todavía las escuelas de periodismo no enseñan: cómo buscar otros tipos de patrocinios”.
“Ser periodista de televisión durante la pandemia de COVID-19”.
Un trabajo realizado por alumnos de la maestría en periodismo y sus nuevas tecnologías de la Universidad de la Comunicación.
Coordinador del proyecto: Guillermo López Portillo
Entrega 1: Ser periodista de la tv comercial en pandemia: Saúl Sánchez Lemus