* A tres años de haber publicado su primer comunicado, este grupo de priístas hicieron circular hace un mes en los cenáculos y mentideros de las cúpulas y facciones del PRI, un documento dirigido a varios destinatarios que planteaba propuestas de rescate del partido. La «Carta Abierta», que también fue difundida en las redes sociales fue elaborada por una generación de militantes y ex dirigentes de entre 60 y 80 años de edad, quienes han concluido su influencia política en los últimos dos sexenios estatales
El plan ranchero de los viejos priistas hidalguenses se ha convertido en un verdadero fiasco: Primero, en el 2021, apoyaron a Carolina Viggiano, al creer que podrían confiar en ella, manejarla a su antojo y convertirla en la candidata tricolor a la gubernatura hidalguense. Pero resulta que Viggiano no era tan manejable como creían y empezó a tomar sus propias decisiones. ¡Oh, sorpresa!, efectivamente fue la candidata a la gubernatura… pero del PAN.
Hace prácticamente un mes, y a tres años de haber publicado su primer comunicado, este grupo de priístas hicieron circular en los cenáculos y mentideros de las cúpulas y facciones –mafias– del PRI un documento dirigido a varios destinatarios que planteaba propuestas de rescate del partido. La «Carta Abierta», que también fue difundida en las “benditas redes sociales” fue elaborada por una generación de militantes y exdirigentes de entre 60 y 80 años de edad, quienes han concluido su influencia política en los últimos dos sexenios estatales.
El documento fue colocado en el mundo cibernético y “firmado” por generación de «prominentes» priístas, algunos de los cuales son exgobernadores. Sin embargo, los autores no estampan firmas en el documento, lo que le otorga un carácter anónimo propio de la cultura priísta.
Esta generación ha demostrado ser una generación muda y anónima, que prefiere esconder su cabeza y arrojar piedras desde las sombras, en lugar de asumir responsabilidades y liderar con valentía. Convalidaban en silencio o mediante alabeados sofismas y combados artilugios pseudohistóricos y de notorio sentimiento jurídico los terribles abusos de la forma de organización del poder y el monopolio que existe en su insipiente partido tricolor.
Es la generación que aplaudió a rabiar y con exultación desmedida a gobernadores que terminaron con los bolsillos repletos de billetes. Exaltaron, en su carta, como líderes verdaderos a dirigentes a sus bases que fueron traicionadas por su amiga Carolina Viggiano Austria. Es la generación del apogeo de la dictadura perfecta y cuyo declive se aceleró precisamente por la veleidad de doña Carolina.
La Carta Abierta parte de una premisa muy falsa: hay democracia en México. Hoy piden respeto a las normas electorales, las suyas, y dicen que los resultados del pasado 2 de junio les indican que se acabaron sus propuestas y dejaron claro en no estar de acuerdo con la reelección de Alejandro Moreno, pero nada dijeron de que en el paquete de reelección va incluida su jefa Viggiano Austria.
¿Qué propone esta generación muda de priístas de la dictadura perfecta para «salvar al partido de la vaguedad y confusión ideológica»? Propone esta generación cansada que «mejor permitamos que la estructuras, militancia de tierra y de trabajo partidistas, sean quienes participen y decidan».
La ironía es que estos políticos, que creyeron que podían encumbrar a Viggiano y debilitar a Moreno, ahora están viendo cómo sus ansias de regresar al poder, se han vuelto en su contra. Es un giro inesperado y divertido en la política, donde los planes mejor trazados pueden convertirse en un verdadero fiasco.
Es claro que no les funcionó su carta, el diablo se les aparecerá en la humanidad de Alejandro Moreno, y hace unos días se tomaron la foto enviando un mensaje de incógnita, sugiriendo ser parte trascendental de su partido el PRI, como si esta fuera tan fuerte como hace 20 años en estas tierras hidalguenses.