marzo 9, 2025

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¡Fuera máscaras! A principios de este año, el Presidente López reconoció lo que todos sabíamos: sus programas sociales no son una política pública que busque mejorar el nivel de vida de quienes menos tienen, ni menos resolver el problema de la pobreza, mismo que se ha recrudecido durante su sexenio, sino como una estrategia que produce clientelas electorales que votan por quienes se les ordene. 

Textualmente dijo que “Ayudando a los pobres va uno a la segura, porque ya sabe que cuando se necesite defender, en este caso la transformación, se cuenta con el apoyo de ellos” afirmó. “No así los sectores de clase media, ni con los de arriba, ni con los medios, ni con la intelectualidad. Entonces, no es un asunto personal, es un asunto de estrategia política”.

Las encuestas de salida de 2018 revelaron que AMLO fue votado por el 53 por ciento de los sectores menos favorecidos, con ingresos menores a dos mil 500 pesos al mes, seguidos por el 46 por ciento de quienes ganan menos de ocho mil pesos. Este fenómeno se repitió el pasado 4 de junio en el EdoMex donde Delfina Gómez obtuvo un amplio respaldo en los distritos más pobres del estado. Este resultado confirma el lema ganador de “primero los pobres”, que ha sido y sigue siendo un enfoque estratégico exitoso.

Delfina Gómez, exsecretaria de Educación, cuyo desempeño en ese cargo fue severamente cuestionado, adoptó un enfoque de campaña que dio prioridad a las poblaciones más necesitadas en lugar de enfocarse únicamente en los distritos más poblados. Esta estrategia demostró ser efectiva en su captación de votos. El hecho de que los distritos más pobres hayan respaldado contundentemente a Delfina Gómez destaca la importancia que se le dio a las necesidades de estas comunidades durante la campaña electoral. A diferencia de la candidata de la Alianza PAN/PRI/PRD que se centró en buscar el apoyo de los distritos más densamente poblados, la prioridad de Gómez fue brindar atención y soluciones a los problemas urgentes que enfrentan las poblaciones más vulnerables.

Este enfoque estratégico no solo le permitió a Delfina Gómez conectar de manera efectiva con los sectores más necesitados de la sociedad, sino que también demostró una visión inclusiva y comprometida con la equidad social. Al dar prioridad a las poblaciones más desfavorecidas, envió un mensaje claro de que su gobierno se enfocaría en atender las necesidades de quienes más lo necesitan.

Es un hecho que los más pobres están cansados del abuso de poder y la corrupción y tienen la esperanza de que Morena pueda resolver los problemas que el PRI no ha abordado durante años, como sus oportunidades y derechos. Sin embargo, estas oportunidades parecen limitarse a recibir apoyos económicos sin una mejora a largo plazo en su calidad de vida, como se ha observado durante este sexenio. Aun así, es comprensible que aquellos que están en peor situación sean los más motivados a votar por una alternativa. 

No tengo memoria de alguna candidata peor evaluada en todo sentido que la maestra Gómez. Como presidenta municipal en Texcoco le descontó el 10 por ciento de su salario a 472 trabajadores del Ayuntamiento y del DIF. Parte de ese dinero se fue a las arcas de Morena. En 2021, siendo secretaria de Educación y por órdenes de AMLO, eliminó las Escuelas de Tiempo Completo que atendía las necesidades básicas de los alumnos más pobres en zonas marginadas. A lo largo de ese mismo año, el programa La Escuela es Nuestra, presentó anomalías por 13 mil 500 millones de pesos. Prácticamente al mismo tiempo, la ASF detectó irregularidades por un monto adicional de 830 millones de pesos.

Como pueden ver, la maestra no tiene problema alguno en trasgredir la ley. Tal vez por eso en 2001, Delfina plagió su tesis de maestría presentada ante el Tec de Monterrey. Este delito fue documentado por Etcétera en abril de 2023. 

Su triunfo en el Estado de México no se explica sin el apoyo de AMLO. En mi opinión, esto significa dos cosas: que cualquier candidato/a que López imponga, lleva todo para ganar y que sus programas sociales, a pesar de haber probado ser un fracaso en el sentido de que no han paliado la pobreza, ni alejado a los jóvenes del crimen organizado, ni mejorado la vida de quienes menos tienen, son un gran incentivo que resuelve las necesidades inmediatas de los menos favorecidos. Para eso y solo para eso, fueron creados y han dado frutos.

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