Vaya que ambas fueron estereotipadas en los últimos meses por una corriente en el gobierno de la 4T, encabezada por el subsecretario Hugo López-Gatell. Los refrescos por ser considerados “veneno embotellado”. El azúcar por insinuar que puede provocar coronavirus.
Sin que ambas sean hermanitas de la caridad, ni Coca-Cola ni los productores de azúcar, hoy son el centro de todos los males alimenticios y de salud. Ayer, aquí en México, ambas fueron noticia.
QUENCY A AMLO, REDUCIR CALORÍAS Y TIENDITAS
El presidente mundial de Coca-Cola Company, James Quincey, se reunió con el presidente López Obrador en Palacio Nacional. El enlace fue el reaparecido Alfonso Romo, el jefe de la Oficina de la Presidencia. En primer lugar, Quincey le explicó al mandatario mexicano que ellos van a seguir buscando la reducción de calorías de sus bebidas y promover que los consumidores tomen decisiones informadas sobre hidratación, consumo calórico y requerimientos nutrimentales. De hecho, el sistema Coca-Cola en México ha propuesto tener toda la gama de productos, desde el refresco original (sí, alto en calorías) hasta aguas naturales, pasando por jugos, leche y refrescos de dieta (bajos en calorías). Y que sea el consumidor informado quien decida.
Coca-Cola, además, se compromete a apoyar a un millón dos mil pequeños comercios en su digitalización, capacitación, crédito o promoción.
Coca-Cola se presentó con AMLO como lo que es: una industria de bebidas. Hace mucho tiempo dejó de ser la empresa de un solo refresco, su icónico. Ahora tiene una gama de bebidas de distintas calorías y características nutrimentales.
CÁMARA AZUCARERA: REFORMULACIÓN TRAERÍA MÁS PROCESADOS
El caso de la Cámara Nacional de la Industrias Azucarera y Alcoholera, CNIAA, presidida por Juan Cortina, ya también se preocupó porque los ataques al azúcar no sólo no paran, sino que se incrementan, “incluso insinuando, sin justificación, una relación entre el consumo del azúcar y los efectos del covid-19”.
Cortina Gallardo recuerda que el azúcar de caña es un producto natural cuyo consumo per cápita ha bajado 36% en México en los últimos veinticinco años, justo cuando se ha elevado la diabetes, la obesidad y otras enfermedades. De pasadita recordó lo que generan: 500 mil empleos directos, en los 50 ingenios del país, y 2.4 millones de empleos indirectos
Le reprochó al gobierno, léase la corriente encabezada por López-Gatell, que el azúcar es un producto natural, no como el jarabe de maíz de alta fructuosa y otros edulcorantes, totalmente artificiales y sintéticos.
Además, refutó la reformulación que busca el nuevo etiquetado porque los productos que incentivan las autoridades alejan al consumidor de los productos naturales del campo y los llevan todavía más a productos procesados o ultraprocesados, potencialmente contraproducentes para la salud.
Queda claro que el mundo no puede verse en blanco o negro, es más complejo.
DEUDA, SÓLO EN EMERGENCIA
Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, lo dijo: sólo tendremos más deuda si lo exige un segundo rebrote. Bien.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 22 de septiembre de 2020. Agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.