Gabriel González García, Síndico Jurídico del Ayuntamiento de Tizayuca, recibió de empleados municipales diversas denuncias por la aplicación de “moches voluntarios” que se les aplicó por indicaciones de la alcaldesa a sus aguinaldos, para apoyar su proselitismo y el de sus allegados; la Secretaria Municipal, Citlali Lara, por ejemplo, regaló en la pasada temporada navideña cientos de piernas y pollos, acompañados de un tríptico, donde se ubica como presidenta de una inexistente asociación. La edil se disfrazó en el pasado festival de Día de Reyes de Harry Potter para tratar de ganar simpatías, en un desesperado intento por obtener una candidatura al Congreso de la Unión
Hace unos días, el Síndico Jurídico del Ayuntamiento de Tizayuca, Gabriel González García, descubrió en redes sociales las malas artes de quien públicamente se personificó como símil del joven mago, Harry Potter, en los festejos del Día de Reyes; nos referimos nada menos que a la alcaldesa y desesperada aspirante a un cargo en el Congreso de la Unión, Susana Ángeles Quezada, a quien González exhibió como cobradora de “moches” a sus funcionarios y demás personal del ayuntamiento, bajo el esquema de “APORTACIONES VOLUNTARIAS”.
Para la admiradora de legendario Potter, el asunto le reventó más allá de las aulas del Colegio Hogwarts y no se ve con qué magias o hechicerías de todos los calibres, pueda revertir un grave delito que de ser constatado la pondría fuera de toda aspiración legislativa, pues sucede que de acuerdo a denuncias allegadas al Síndico Jurídico, el pasado fin de año, los funcionarios del gobierno municipal desde Secretarios, Coordinadores de Área y Directores, entre otros cargos, fueron obligados por la edil a ceder parte de su aguinaldo para la llamada aportación de “las flores”, que de acuerdo a los afectados, les viene siendo descontada —“voluntariamente”, claro–, desde las pasadas elecciones a diputados locales.
Meterse con el aguinaldo de los trabajadores, de la condición y categoría que se trate, es un grave delito, pero sangrar a los empleados municipales de manera permanente es un auténtico robo y abuso a los ingresos de sus familias. La forma de operar los descuentos de fin de año o, como se decía antes, cobrarse a lo chino fue expedirles cheques que los empleados debían regresar endosados para su cobro, de tal forma que la edil y su círculo cercano les aplicaran la aportación voluntaria sin dejar rastro o delito que perseguir.
Los moches van desde los 800 hasta más de mil pesos y si se considera que son unos cinco mil trabajadores los que integran la nómina de la presidencia municipal, la suma puede ser considerable. De manera extraoficial se habla de que por estos moches impuestos contra la voluntad de los esquilmados empleados –so pena de ser dados de baja–, la alcaldesa y su equipo puede embuchacarse más de 300 mil pesos mensuales, para realizar su operación política. Y si estos “moches” se aplican desde hace más de un año, la cantidad puede ser considerable al ascender a varios millones de pesos.
Según las quejas enviadas por las redes sociales a Gabriel González, los trabajadores que por problemas económicos severos no hicieron el pago mensual del disfrazado “diezmo”, se llevaron la sorpresa de que no recibirían aguinaldo. O sea que le entraron porque le entraron con su cuerno, por las buenas o las malas.
El asunto es sumamente delicado para Susana Ángeles porque estaríamos hablando de un doble fraude; por un lado, al no entregar, como marca la Constitución, su salario íntegro a los empleados del ayuntamiento y, por otro, a las leyes electorales al hacer proselitismo junto con sus allegados como la Secretaria Municipal, Citlali Lara Fuentes, con dinero no reportado como un ingreso legítimo a las autoridades hacendarias.
Por cierto que hablando de Citlali Lara, a quien Susy “Potter” –como la están llamados los ciudadanos de a pie–, busca heredarle la alcaldía, se dedicó durante la pasada temporada navideña a repartir por distintos puntos de Tizayuca, centenas de piernas, pollos rostizados y panes baguette, entregándoles a los beneficiarios un tríptico con la leyenda: “Citlali Lara Fuentes, Presidenta, Presidenta, Presidenta de PROMISE S.C. Abogada y docente orgullosamente Tizayuquense ¡POR TODO LO QUE NOS UNE¡”.
Obvio que buscando tomarle el pelo a las autoridades electorales y no ser sancionada por su descarado proselitismo, la Secretaria Municipal se promovió como Presidenta de PROMISE , pero ésta más que asociación civil, es una empresa que aparece en el buscador de Google como una firma especializada en Servicios Profesionales, Publicidad, Relaciones Públicas y agencias de comunicación.
Otro detalle que debe ser rastreado por las autoridades electorales es que la Dirección de PROMISE, supuestamente se ubica en la Calle Mármoles #326, 43806, en Tizayuca, Hgo, pero ahí solo existen un consultorio médico, una oficina dedicada a la venta de terrenos y una más que hace las funciones de despachadora de sitio de taxis. Ahí nadie sabe de la tal firma PROMISE de la que Lara Fuentes se jacta ser presidenta, presidenta, presidenta…
Otro de los allegados a la edil, su ex esposo, Jorge Luis Martínez, Director de Vivienda del Ayuntamiento, que también sueña con ser diputado local, tampoco está viendo la suya y utilizando colores rosas, típicos del Frente que postula a Xóchitl Gálvez, sigue con su abierta promoción publicitarias en bardas y espectaculares del municipio, bajo el lema: Jorge Luis MERO BUENO. O también: SER BUENO ES MEJOR. Los ciudadanos que lo conocen, han pintarrajeado su publicidad con leyendas de todo tipo, añadiendo el colofón: Robando, debajo de los textos.
Y llegó el momento de preguntarles a los tres, de dónde han estado sacando tantos recursos para su promoción y publicidad personal, la entrega de pollos, piernas y hasta para festejar en grande el cumpleaños de Susana Ángeles, con banda y todo la cosa, como aconteció el pasado 28 de diciembre.
Eso sí, conforme avanza la definición de candidaturas a cargos de elección en Morena, la edil se vuelve cada vez más de piel sensible, no aceptando crítica alguna en sus redes sociales y exigiendo a sus detractores, se metan en la política porque, paradójicamente, dice, esta “implica trabajar por el bien de los demás”.
El pasado seis de enero, en el desfile del Día de Reyes, Susana Ángeles no quiso desperdiciar la oportunidad para tratar de aparecer cercana a la gente y a los niños del municipios encabezando el festejo, disfrazada de Harry Potter –con su lechuza blanca incluida–; caminaron a su lado, Citlali Lara, con un suéter de atuendos navideños, también lo hizo su hermana, Adriana Angélica, Presidenta Honorífica del DIF Municipal, vestida de Blanca Nieves.
Los enfurecidos empleados y trabajadores municipales, debieron resignarse a ver cómo la alcaldesa se pavoneó con sombrero ajeno, porque no fue de su salario sino de los “moches” voluntarios de dónde seguramente Susana Ángeles ha venido pagando buena parte de su proselitismo político. Los verdaderos aportadores nunca han sido ni serán mencionados.
Empero, ni con toda su aparente magia, “Susy Potter”, podrá evadir los delitos fiscales y electorales en que se ha metido, por su desmedida ambición de ser senadora, primero y ahora al menos diputada federal. En Hogwarts ya estaría reprobada por su hechicería basada en las “malas artes” electorales. Y ahora, el Síndico Jurídico Gabriel González García, tiene en sus manos el conjuro para anularlas desde el Cabildo de Tizayuca.
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