domingo 07 julio 2024

Tres momentos de simulación

por Articulista invitado

El presidente López Obrador ha prometido que transformará la vida pública del país para acabar con la corrupción política, con el influyentísimo, con los engaños. Para ello habla de acabar con los privilegios, de gobernar a favor de los pobres, la pregunta que se debe hacer es hasta dónde realmente se ha cumplido con estas promesas. Tres hechos muestran lo poco que se ha avanzado en la trasformación y parecen poner en tela de juicio la transformación que representa el movimiento representado por López Obrador.

El primero de estos hechos ocurrió con la asistencia de la no primera dama a la toma de posesión en Brasil de Luiz Inácio Lula Da Silva en representación del presidente Andrés Manuel López Obrador. La no primera dama aprovechó la ocasión para hacer promoción de manera abierta del movimiento que representa su esposo, en la foto que se tomó con el mandatario brasileño y su esposa, la no primera dama levantó los 4 de dedos de la mano y gritó “Cuatro te”, “eso es todo”.

Esta actitud eufórica de la no primera dama contrasta con sus primera ideas sobre cómo ejercería el cargo, comentó que “No es la extensión de su marido. No es la extensión del presidente, No es extensión del servicio público. No es el rostro social del poder. Tiene su propio personalidad”.

También expuso que con la llegada de la Cuarta Transformación cambiaba la forma de concebir a la familia presidencial “Ya no hay familia presidencial. Ya no hay primera dama; ni siquiera, en mi caso, esposa que se pretenda postular para un cargo de elección popular. Soy ciudadana como el resto de los mexicanos. He ayudado, ayudo y ayudaré sin estarlo divulgando”.

Pero parece que la no primera dama rompió su promesa, no desaprovechó el foro para promover el movimiento que su marido representa. La no primera dama no desperdició la oportunidad para dejar en claro en nombre del Estado mexicano a quién apoya. 

El segundo de esos hechos ocurrió con la diputada de Morena, Patricia Armendáriz, que en una entrevista reprendió al periodista Carlos Zúñiga por su desconocimiento sobre las leyes electorales. Como si estuviera en su reality show donde da consejos de modo altanero a los futuros empresarios, la diputada cuestionó a Zuñiga y le preguntó ¿tú eres abogado?, esto ante los cuestionamientos del periodista que le señalaba a la diputada que pagar espectaculares a favor de Claudia Sheinbaum es un delito ya que la diputada es una funcionaria pública.

La diputada mencionó “Yo no soy abogada, pero me rodeo de los mejores abogados de México para hacer estas cosas. Me dijeron que no era (ilegalidad) no violaba absolutamente nada”. Sin duda, la diputada no se caracteriza ni por su humildad ni sensibilidad, si los “mejores” abogados de México dicen que no es una ilegalidad entonces no lo es. 

Aunque posteriormente los diputados de Morena se deslindaron de la propaganda a favor de la Jefa de Gobierno, entre ellas, Armendáriz, la misión se había cumplido, la diputada presumía en Twitter que la misma Jefa de Gobierno le llamó para agradecerle su apoyo, a lo que la diputada Armendáriz le respondió “el deber ciudadano no se agradece”. La diputada insiste que en su rol de ciudadana ella puede apoyar a quien quiera.

El último momento se dio en la víspera de la votación para elegir al nuevo presidente la Suprema Corte. Los reflectores en este caso se encontraban sobre una de las candidatas a ocupar el puesto que dejó Arturo Zaldívar vacante, Yasmin Esquivel, quien fue señalada por el plagio de su tesis de licenciatura.

No se trataba de cualquier candidata, era la favorita del régimen, el presidente fue el que la propuso para ser ministra y contaba con el apoyo presidencial al haber votado a favor de lo que beneficiaba al movimiento del presidente.

En un hecho sin precedentes la Fiscalía capitalina resolvió el caso, absolvió a Yasmin Esquivel de toda culpa y señaló que Esquivel fue víctima de plagio. La Fiscalía actuó de manera pronta y expedita, no hubo necesidad de hacer amplias investigaciones, resolvió de manera mucho más ágil este caso que otros de relevancia mayor como la caída de la línea 12 o los altos niveles de impunidad, mayores al 90% en la CDMX,  cuando se trata de los poderosos la Fiscalía puede actuar a tiempo.

La Fiscalía tuvo el tino de publicar el fallo del dictamen horas antes de que se hiciera la votación para elegir a la titular de la presidencia de la Corte. Para desgracia de Esquivel el fallo llegó tarde porque no fue electa. De cualquier forma, se defendió, señaló que quedó probada su inocencia y fue víctima de ataque perverso. 

Los tres episodios lo que reflejan es que la aparente promesa de transformar la vida pública, quedo en mero discurso y no se llevó a la acción. Los canales oficiales del poder se utilizan para hacer propaganda como lo mostró la no primera dama. Los poderosos siguen haciendo de las suyas como en el caso de Armendáriz que sin empacho alguno reconoce que viola la ley, aunque no cometa ninguna ilegalidad. La Fiscalía exonera con rapidez a una persona acusada de plagio para que pueda cumplir con el propósito que se le encomendó, servir al poder presidencial. 

La aparente transformación de la vida pública exhibe los mismos vicios de otras épocas, la cercanía al poder político permite disfrutar de los excesos, utilizar la justicia a modo o cometer delitos sabiendo que se saldrá impune, la cuarta transformación en esencia constituye más de lo mismo. 


Iván Arrazola es analista político y colaborador de Integridad Ciudadana. @ivarrcor

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