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Le asusta, pero le gusta

Por primera vez en su carrera, Alizée visitó México (en las páginas de esta edición puede leer los pormenores de la conferencia de prensa que dio). Como parte de la agenda del martes 4 de marzo, la francesita tenía programada una entrevista en las instalaciones de la estación Oye 89.7 y una convivencia con cinco admiradores radioescuchas de dicha estación. Al final, ni entrevista ni convivencia ni nada.

Y es que como consigna Jonathan Garavito, reportero de Reforma, las exigencias de la cantante, su equipo de seguridad y Sony BMG –disquera que edita en México Psychédélices, su más reciente material– fueron demasiado lejos, a decir de Arturo Forzán, director general de Oye 89.7, con quien resulta difícil, prácticamente imposible, no coincidir: “Teníamos cinco ganadores en la cabina, habíamos hecho dos semanas de promoción y llegaron tres guaruras a decirnos que no podíamos tomar fotos ni en la cabina ni en el pasillo, o que, de lo contrario, Alizée no entraría. Pues que no entre”.

“No entiendo por qué sucedió esto –abundaría Forzán–, creo que lo que más vende esta niña es su sex appeal y las cuestiones sexys que ha hecho en sus videos, no puedo permitir que le falten al respeto a mis invitados y mucho menos a la estación, por eso tomé la decisión de no hacer la entrevista”.

Junto a la nota de Garavito, su compañera Dalila Carreño recoge el testimonio de Antonio Arrona, un joven de 16 años que viajó de Guadalajara al Distrito Federal, sin importarle el examen de francés que debía presentar ese día, con tal de estar cerca de Alizée en la firma de autógrafos programada para el miércoles 5 en Mix Up Plaza Universidad, que también se canceló, a decir de Sony-BMG, porque “se rebasaron las medidas de seguridad”: los aproximadamente cinco mil asistentes rebasaron, por mucho, a los 500 para los que originalmente se había organizado el acto.

Menos mal que, aunque consternada, la francesita quedó muy feliz con su poder de convocatoria en México. Tanto, que hasta prometió regresar. No se achicopale, Toño: ai será pa la próxima.

Atentado

Durante los primeros días de marzo, se recibió de forma masiva este par de correos que pretendieron pasar como una alerta noticiosa de El Universal. Ante esto, el diario tuvo que desmentir el envío de éstos.

¿Qué informe habrá leído?

No sabemos qué informe leyó Mauricio Flores, pero lo que sí sabemos es que en el documento de la Auditoría Superior de la Federación en ningún momento dice que se le deban entregar 596 millones de pesos a Unefon, y mucho menos dictamina que Luis Téllez, Rafael del Villar y Gonzalo Martínez Pous se hayan equivocado al negar ese pago. La razón de esto es muy simple: el informe de la ASF analiza la cuenta pública de 2006, en ese año el gobierno pagó a la telefónica de Salinas Pliego una cantidad de 550 mdp, por el cobro de intereses indebidos. La auditoría sólo avaló ese pago porque es el único que se realizó en el ejercicio fiscal de 2006; los 46 mdp restantes corresponden a 2007 y serán motivo de un análisis futuro, como así lo advierte la propia ASF. (En páginas previas de esta edición usted puede consultar todos los pormenores del informe citado.)

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