El presidente de EU, Donald Trump, en una rueda de prensa en Tokio, manifestó que la tragedia ocurrida en una iglesia baptista en Sutherland Springs, en donde murieron 26 personas y 24 resultaron heridas, tiene que ver con problemas de salud mental. “Tenemos un montón de problemas de salud mental en nuestro país, pero no es una situación imputable a las armas”.
Por su parte, Freeman Martin, funcionario del Departamento de Seguridad Pública en Texas informó que Devin P. Kelley de 26 años, el autor de esta masacre, tenía problemas domésticos y sus suegros solían asistir a la iglesia que fue atacada, sin embargo, este domingo no asistieron.
El ataque “no tuvo una motivación racial, y tampoco estuvo relacionado a creencias religiosas. Había un problema doméstico con sus familiares políticos”, explicó el día de hoy el funcionario en una rueda de prensa.
Asimismo, señaló que la suegra de éste recibió “mensajes de textos amenazadores” por parte del sujeto.
Vestido completamente de negro, Kelley abrió fuego afuera de la iglesia antes de ingresar al recinto y seguir disparando.
El autor de la matanza fue soldado de la Fuerza Aérea entre el 2010 y 2012. Fue expulsado del Ejército después de ser sometido en el 2012 a juicio militar por maltratar a su mujer y a su hijo.
Cuando el asesino salió de la iglesia, un vecino de la localidad lo persiguió y le disparó con su rifle. Kelley llamó a su padre y le dijo que no creía que sobreviviría, afirmó Martin. Luego se pegó un tiro.
La masacre puso fin a la vida del 4% de la población de la pequeña ciudad.
(Con información de CNN, El País y El Mundo)
