Desde hace años y tras décadas de investigación, se han comprobado los efectos negativos que el aire contaminado puede tener sobre cada órgano de tu cuerpo, sobre todo, en los sistemas respiratorio y circulatorio.
En China nació un nuevo virus que ha provocado una pandemia mundial y ha alertado a los científicos para investigar sobre todas sus características y forma de contagio. Hasta el día de hoy se sabe que es un coronavirus que afecta principalmente las vías respiratorias.
Es congruente decir que el aire sucio, que ya mata al menos a siete millones de personas al año, le está “metiendo turbo” a la pandemia del coronavirus.
Sin embargo, confirmar el impacto de la contaminación del aire en la gravedad del Covid-19 podría marcar una diferencia real, al mostrar que la respuesta debe aumentarse en lugares con mala calidad del aire.
Pero hacer los estudios científicos necesarios en medio de una pandemia mundial y con datos imperfectos es difícil. Además de que los estudios realizados hasta ahora en todo el mundo son en su mayoría “preimpresos”; es decir, aún no han sido respaldados por científicos independientes a través del proceso de revisión por pares. Esto implica que varios expertos examinen el trabajo y requieran que se aborden los defectos, pero la aprobación generalmente demora entre seis meses y dos años.
“Todavía no tenemos evidencia que vincule directamente con la mortalidad, pero sabemos que si te encuentras expuesto a la contaminación del aire, aumentarán tus posibilidades de encontrarte más gravemente afectado”, señaló la doctora María Neira González, directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los contaminantes atmosféricos más relevantes para la salud son aquellas partículas pequeñas (PM2.5) con un diámetro de 2.5 micras o menos, que pueden penetrar profundamente en los pulmones e inducir la reacción de la superficie y las células de defensa (además de afectar otras regiones del cuerpo), de ese modo se inflaman los pulmones, lo que posiblemente aumenta la posibilidad de contraer el virus. Las tasas de mortalidad más altas son debido a que los pulmones y los corazones se encuentran debilitados por la exposición a la contaminación atmosférica.
Este dato es relevante puesto que aumenta la preocupación al liberar la cuarentena y entonces aumenten los niveles de contaminación, lo que aumentaría el riesgo de enfermarse más gravemente de Covid-19.
Los investigadores advierten que la plausibilidad está lejos de ser una prueba, y la correlación no necesariamente significa causalidad, ya que muchos otros factores pueden ser importantes. Pero estos hallazgos iniciales son motivo de preocupación, y pueden desempeñar un papel crucial para ayudarnos a comprender y combatir la propagación de la pandemia.
Un estudio realizado por un grupo de la Universidad de Harvard encontró que la contaminación del aire está relacionada con tasas de mortalidad Covid-19 mucho más altas en Estados Unidos. Otro, al analizar datos europeos, concluyó que los altos niveles de contaminación pueden ser uno de los contribuyentes más importantes a las muertes por coronavirus, mientras que un tercero insinuó ese mismo vínculo en Inglaterra.
En Italia, científicos detectaron el coronavirus en muestras de aire contaminado, y estudiaron la posibilidad de su transporte a largas distancias, y por lo tanto, aumentar el número de personas infectadas. Pero aún se desconoce si el virus sigue siendo viable en las partículas de contaminación.
El nuevo trabajo, no reportado hasta ahora, ha revelado fuertes vínculos en China, incluido un estudio de 324 ciudades, que tuvo en cuenta otros factores como los patrones de viaje, el clima, la edad, la pobreza y el tabaquismo. Ellos descubrieron que los lugares con niveles moderadamente más altos de contaminación por dióxido de nitrógeno o NO2 (10 microgramos por metro cúbico) tenían un 22% más de casos de Covid-19.
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