Michael Collins, el piloto de la misión Apolo XI, que llegó a la Luna el 20 de julio de3 1969 y la que permitió que descendieran los primeros hombres para pisar su superficie, falleció este miércoles a los 90 años de edad.
Mediante un mensaje publicado en Twitter la familia de Collins informó del deceso del astronauta, debido al cáncer, en Florida. Según el comunicado, falleció en paz y rodeado de sus seres queridos, y concluye así: “Mike siempre enfrentó los desafíos de la vida con gracia y humildad, y enfrento su desafío final de la misma manera. Lo extrañaremos mucho”.
Collins había nacido en Roma, Italia, en 1930, pero su celebridad vino en 1969, cuando fue uno de los participantes del Apolo XI histórico viaje a la Luna.
Ya sólo sobrevive uno de aquellos viajeros, Buzz Aldrin, quien se despidió de la siguiente manera de su compañero: “Mi querido Mike: dondequiera que hayas estado o estés, siempre tendrás la llama para llevarnos hábilmente a nuevos cielos y al futuro. Que descanses en paz”.
Como piloto de la nave, Collins tuvo que mantenerse en órbita y no descendió en la Luna sino que se mantuvo en el módulo de control Columbia, mientras que Neil Armstrong (quien falleció en 2012) y Aldrin sí pisaron el satélite natural de la Tierra. Aquella hazaña les valió la Medalla Presidencial por la Libertad, uno de los más altos galardones que otorga el gobierno norteamericano.
De aquella experiencia solitaria en el espacio mientras aguardaba a Armstrong y Aldrin, Collins recordó: “Me sentí muy feliz de estar donde estaba y de ver cómo se desarrollaba esa complicada misión. Podría haber disfrutado de un café caliente; si quería música, también tenía. El viejo Módulo de Comando del Columbia tenía todas las facilidades que necesitaba, y era bastante grande y realmente disfruté mi tiempo en vez de sentirme terriblemente solo”.
Apenas dos meses después del viaje lunar los tres astronautas visitaron México, donde fueron festejados y recibidos por el presidente Gustavo Díaz Ordaz.
Posteriormente ninguno de los tres astronautas del Apolo XI volvió a emprender viajes espaciales; Collins dejó la NASA en 1970 y pasó a ocupar un cargo en el Departamento de Estado de Estados Unidos.
La NASA lamentó la muerte de Collins en un mensaje formado por Steve Jurczyk, su administrador: “Ya sea que su trabajo haya sido tras bambalinas o en plena escena, su legado siempre será el de uno de los líderes que llevó a Estados Unidos a los primeros pasos en el cosmos. Y su espíritu irá con nosotros conforme nos aventuramos hacia horizontes más lejanos”.
