Agentes de la división antiterrorista de la policía brasileña detuvieron la mañana de este jueves en Sao Paulo y Paraná a un grupo de diez brasileños, uno menor de edad, sospechosos de planear ataques terroristas para los Juegos Olímpicos de Río 2016.
La operación policial, denominada "Operación Hashtag", fue llevada a cabo por 130 policías en los estados de Amazonas, Ceará, Paraíba, Goiás, Minas Gerais, Rio de Janeiro, Sao Paulo y Rio Grande do Sul.
En conferencia de prensa, el Ministro de Justicia del gobierno interino brasileño Alexandre Moraes explicó que los detenidos pertenecen a “una célula totalmente amateur y sin ninguna preparación", por lo que descartó que se trate de miembros del grupo terrorista Estado Islámico. No obstante comentó que sí intentaron ponerse en contacto con los yihadistas y que incluso, aunque nunca tuvieron contacto personal con el grupo, le juraron lealtad a través de Internet.
“A partir de ese juramento (por Internet), la persona pasa a creer que es parte del EI", expuso.
Las autoridades lograron detectar al grupo por mensajes intercambiados en Facebook y Twitter. Según refirió Moraes, los aprehendidos además participaban en un grupo virtual llamado Defensores de la Sharia (ley islámica) y compartieron por plataformas como Telegram y WhatsApp varios mensajes que "lamentablemente muestran la degradación de esas personas, celebrando el atentado en Orlando (…) o comentado el atentado anterior que ocurrió en Francia".
Uno de sus primeros objetivos consistía en viajar al exterior (no especifican si a Siria) para reunirse con los yihadistas, sin embargo, no lograron su cometido por falta de dinero.
El funcionario también destacó que los sospechosos habían tratado de comprar un fusil AK-47 en un sitio clandestino en Paraguay y recibieron instrucciones para hacer un entrenamiento de artes marciales.
Entre los detenidos, hay uno que tiene antecedentes penales por homicidio con penas cumplidas. La policía busca a otras dos personas que pertenecen a esta célula inspirada en ISIS.
De acuerdo con el diario El Mundo, Moraes, al considerar el plan como “una acción desorganizada”, está convencido de que el mayor riesgo de cara a los Juegos no es el terrorismo: "Tenemos que tener mucho más cuidado con seguridad pública que con actos de terrorismo", dijo, al tiempo en que subrayó que "en ningún momento los sospechosos hablan de bombas".
(Con información de BBC Mundo y El Mundo)