Mediante las reformas a las leyes del Infonavit y del Trabajo, que modifican el esquema de representación en el Consejo del Infonavit, el gobierno de Claudia Sheinbaum tendrá control absoluto de las decisiones de este organismo, que resguarda dos billones de pesos de los ahorros para vivienda de los trabajadores mexicanos, denunciaron legisladores de oposición.
Este domingo, en un proceso fast track, el Senado de la República aprobó la reforma que Sheinbaum envió apenas el jueves. El paso siguiente es su discusión y aprobación en la Cámara de Diputados.
La reforma cambia profundamente el modelo de operación del Infonavit, a cargo de Octavio Romero, exdirector de Pemex y bajo cuya gestión la petrolera entró en la peor crisis de su historia.
De acuerdo con legisladores de oposición como Ricardo Anaya y Manuel Añorve, la reestructura le quita representatividad al sector empresarial y de trabajadores dentro del Consejo, dando preeminencia a las decisiones del gobierno federal.
No sólo eso: la nueva normativa quita al gobierno federal la obligación de aportar subsidio a la vivienda y deja en manos de los trabajadores y empleadores la responsabilidad entera de las aportaciones. Eso sí: el gobierno podrá disponer de dicho dinero para financiar la construcción de vivienda.
Al tiempo, se dan facultades al organismo de construir y arrendar vivienda en alianza con empresas y dependencias públicas. Las justificaciones que ha dado el oficialismo han sido que de esa manera se puede rentar vivienda a las familias a precios accesibles y les da derecho a compra, pues esa renta contará como pago.
En la reforma se asienta que el patrimonio que administra el instituto y los rendimientos del Fondo Nacional de la Vivienda, que tienen más de dos billones de pesos, podrán servir para financiar la construcción de vivienda, si es que el Consejo de Administración lo aprueba. Al verse reducida la participación empresarial y de trabajadores, se teme que el gobierno imponga todas las decisiones y en los hechos, se apropie de los ahorros.
“El Instituto, por sí mismo o por conducto de su empresa filial, podrá destinar los recursos bajo su administración para inversiones propias para la construcción, adquisición y mantenimiento de inmuebles en terrenos propiedad del Instituto y destinarlos a vivienda de los derechohabientes del mismo, garantizando en todo momento que se destinen los recursos suficientes para el otorgamiento de créditos a las personas trabajadoras derechohabientes”, dice el artículo 42 de la Ley del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores recién modificado.
Es parte de la gran preocupación: ue el Estado se convertirá en administrador de vivienda en la modalidad de empresario. Las malas experiencias con la 4T a cargo de “negocios” como el AIFA o el Tren Maya, que operan con pérdidas de miles de millones no auguran buenos resultados.
De acuerdo con el senador Ricardo Anaya, esta reforma abre la puerta para que el gobierno de Sheinbaum use los recursos de las subcuentas de vivienda de los trabajadores en total opacidad, pues está pensado para operar bajo el esquema de derecho privado. “En cuanto sea ley, inmediatamente ya pueden usar tu dinero para hacer sus dos millones de casas, que según ellos va a ser un gran negocio y van a hacer todo bien. Ese párrafo les permitirá disponer de esos fondos”.
Al respecto, el exgobernador de Tabasco, Roberto Madrazo,comentó en X que “en el Congreso vuelven a abusar de su mayoría para tomar el control de los 2 billones de pesos de los ahorros de los trabajadores en el #Infonavit, quitándole a los trabajadores y empleadores su representación en los órganos de control y vigilancia. Dice la Presidenta @Claudiashein que no nos preocupemos, que el dinero de los mexicanos está en “buenas manos”, solo que ahora no habrá transparencia ni rendición de cuentas”.
Sobre el tema, el senador Manuel Añorve declaró al diario El Universal que el Infonavit creará una empresa interna que no será organismo descentralizado, por lo que no estará sujeta a la transparencia de los entes públicos. Y enfatizó en que los trabajadores y empresarios pierden representación.
“¿Cómo es posible que el oficialismo, el gobierno, se quede con el control de todos los órganos que antes eran tripartitas? Hoy eso desapareció. Aunque están representados, pero en minoría, y el gobierno va a hacer lo que quiera en la obra pública, en la transparencia, que no va a haber”.
En reacción a las críticas y alarmas, Sheinbaum trató de calmar las aguas con meras palabras.
“El consejo del Infonavit sigue siendo tripartita, donde participa la patronal o los empleadores, los trabajadores a través de su representación sindical y el gobierno; sin embargo en el esquema como funcionaba el Infonavit había direcciones al mismo nivel del director general, de sindicatos y representaciones de empleadores, ahora se está equiparando al IMSS”.
Justificó que los cambios, que dan más jerarquía al gobierno federal, fortalecen la “gobernabilidad” del organismo sin que trabajadores y empleadores pierdan representatividad. El objetivo es acabar con la corrupción interna, dijo.
“Es un plan integral que fortalece a Infonavit, se mantiene lo tripartita, se mantiene su vigilancia por la Secretaría de Hacienda, pero le da gobernabilidad a Infonavit y también quita cualquier asunto que tuviera que ver con corrupción y se va a transparentar todo para que no haya problema”.
“La representación patronal que existe hoy y la de los sindicatos gana casi dos veces lo que gana la presidenta de la República”, dijo, acudiendo al parámetro impuesto por AMLO de que nadie puede ganar más que el titular del Ejecutivo.
Según Sheinbaum, los ahorros de los trabajadores “están totalmente seguros y eso no va a cambiar; al contrario, ya presentamos dos acciones de Infonavit para que gente que sigue pagando sus casas, pueda tener sus escrituras, para que se reduzca la cantidad de dinero que estaban pagando, que cada vez aumentaba más… y el fondo del Infonavit está seguro”.
La reforma cambia la estructura de la Asamblea General, pues reduce sus integrantes de 45 a 30, con equilibrado número de representantes de los tres sectores, pero donde la paridad se altera es en las Comisiones de Vigilancia, de Transparencia y de Auditoría. Precisamente las que vigilan el uso de los fondos de ahorro.
Aquí el reparto es de cinco contra tres: cinco representantes del gobierno, tres de los empresarios y tres de los trabajadores.
ofv
