La justicia holandesa abrió una investigación para aclarar los detalles del suicidio de Slobodan Praljak, el general bosniocroata que ingirió el día de ayer un veneno en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). El día de hoy, la fiscalía señaló que esta averiguación es la “máxima prioridad” de los investigadores y se realizará en el menor tiempo posible.
Cómo llegó la sustancia ilegal a sus manos, quién se la proporcionó y por qué no fue detectada a tiempo, son las tres incógnitas que las autoridades buscan descifrar.
Asimismo, la fiscalía agregó que se encontró un “producto toxico y mortal” en el bote del que bebió ayer el exgeneral, tras escuchar su condena a 20 años de cárcel por crímenes de guerra.
Además, la justicia, ayer por la noche por medio de un comunicado, precisó que “la investigación se orienta hacia la cuestión del suicidio asistido” y sobre “la violación” de la reglamentación relativa a las sustancias médicas.
Tanto las medidas de seguridad del tribunal como las de la cárcel que la ONU alquila en Scheveningen, el distrito costero de La Haya, para estos presos, son muy altas, ya que hay una fuerte custodia y una alta seguridad dentro del tribunal.
Sin embargo, el abogado Erik Kok, quien trabajó como asistente legal en el durante seis años, en declaraciones a la televisión holandesa RTL Nieuws dijo que es muy difícil evitar que un recluso obtenga “drogas o teléfonos móviles dentro de prisión”. Además, subrayó que los sospechosos pueden salir a la calle bajo ciertas condiciones y que durante los traslados caminan solos por los pasillos y están en contacto con muchas personas, desde guardias y personal del aseo hasta abogados y familiares.
Por otra parte, los diputados croatas guardaron este jueves un minuto de silencio en homenaje a “todas las víctimas de las guerras en Croacia y en Bosnia”, en el Tribunal Penal Internacional de La Haya.
(Con información de AFP y El País)
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