Tras afirmar que ya se acabó “la pesadilla” del neoliberalismo, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador llamó a los ciudadanos a construir un nuevo modelo que sea “inspiración” para otros pueblos; sentenció que ya pasaron los tiempos en que se seguían las “recetas” enviadas desde el extranjero para beneficiar a unos cuantos y marginar a las mayorías como ocurrió con las llamadas reforma estructurales.
Al encabezar la clausura del Foro Nacional para la Elaboración del Plan Nacional de Desarrollo, el mandatario fustigó a los tecnócratas que por más de 30 años aplicaron una política económica “antipopular, entreguista y de pillaje” y aseguró que en ninguna parte del mundo, “ni en China, ni en Estados Unidos” el Estado incumple con su función económica, política y social. Según él, sólo en México se inventó la “patraña” de que el Estado no es necesario.
“Solo a estos tecnócratas despistados se les ocurrió de que no hacía falta el Estado y que, si acaso había que usar al Estado para rescatar al sistema financiero en quiebra, como cuando el Fobaproa, pero no pensaban en que el Estado tiene como función principal conseguir la felicidad del pueblo, conseguir que mejoren las condiciones de vida y de trabajo de todos los mexicanos”, arengó.
A decir del titular del Ejecutivo Federal, el nuevo proyecto de desarrollo tendrá como ejes rectores la honestidad, la honradez, la austeridad, el humanismo y la justicia. Desde su punto de vista, se va a demostrar que la modernidad puede ser forjada “desde abajo”, sin excluir a nadie y que el desarrollo no tiene por qué ser estar peleado con el bienestar social, en especial de los sectores más desfavorecidos.
Por otra parte, López Obrador defendió su propuesta de revocación del mandato y afirmó que ésta tiene como finalidad instaurar una “verdadera democracia”; insistió en que la consigna de su gobierno de su gobierno es “mandar obedeciendo” y por ello, impulsarán la consulta, el referéndum, el plebiscito y otras formas de participación, y desde luego, la revocación del mandato porque “el pueblo pone y el pueblo quita”. Asimismo, abundó que aspira que su gobierno deje como un “legado” el fin de los fraudes electorales, el clientelismo y la compra del voto, para dar paso a elecciones limpias y libres. De igual manera, el presidente manifestó que su política de no intervención en otros países, está más vigente que nunca y no todo lo del pasado es malo.
“Hay muchas cosas del pasado que son fundamentales, que deben de retomarse y que deben de valorarse por su importancia, desde luego a la luz de los nuevos acontecimientos, de las nuevas circunstancias, pero son principios básicos, como el del ‘Respeto al derecho ajeno es la paz’. Ese es un concepto que significa la no intervención, que nosotros no tengamos afanes hegemónicos, que no aspiremos a ser un imperio, que aspiremos a ser una nación libre y fraterna con todos los pueblos del mundo”, sentenció.
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