Al invitar a participar en la manifestación de este 26 de febrero, el escritor Héctor Aguilar Camín admitió que hace apenas poco se dio cuenta de la peligrosidad de Andrés Manuel López Obrador.
En un artículo publicado este viernes 24 de febrero en Milenio, el analista y editor dijo que en el tiempo anterior a las elecciones de julio de 2006 le parecía una exageración afirmar que el entonces perredista era un peligro para México, tal como afirmaba una campaña en su contra.
Manifestó que en estos días revisó la información de las elecciones que AMLO aseguró fueron un fraude en su contra. “Son jornadas llenas de mentiras y exageraciones”.
Entonces, dijo, una de las exageraciones mayores fue el que AMLO llevaría a México a ser como Venezuela, debido a su parecido con Hugo Chávez.
Agregó que ya con AMLO como presidente le siguió pareciendo exagerado comparar a ambos países y que, aun ahora, considera que México es “demasiado complejo y conectado al mundo como para que alguien lo amase a su antojo, hasta volverlo algo parecido a la Venezuela actual”.
Tímidamente, sin admitir abiertamente que se equivocó en su evaluación del tres veces candidato a la presidencia, dijo que a más de cuatro años de gobierno, “la conducta de López Obrador me parece ahora menos lejana de aquella comparación, de aquel peligro y de aquella profecía”.
“Luego de cuatro años y meses en el poder, López Obrador me parece un gobernante más peligroso de lo que me parecía en 2018, más obsesionado con el poder y más dispuesto a todo para conservarlo”.
Agregó que sí, el proyecto de AMLO “se parece mucho en lo político a la dictadura de Chávez o de Castro, más que al viejo régimen del PRI”.
De manera incomprensible, Aguilar Camín necesitó que el país llegara al punto de la inminente destrucción del INE, de presenciar como día a día el presidente ataca a periodistas y opositores, para que la comparación con Chávez le pareciera “menos lejana”.
En contraste, y desde al menos el año 2005, los editores de etcétera advirtieron que AMLO era un populista de corte autoritario, hicieron énfasis en su falta de apego a la ley, su personalidad vengativa, su personalismo y deslealtad, entre otros aspectos.
Muchos confiaron que, a pesar de sus acciones, AMLO se mantendría dentro de los cauces democráticos e incluso pensaron que el viejo “al diablo con las instituciones” era mero berrinche o desahogo. Ya vieron que no.
Es indispensable recordar que posturas como las que por años sostuvo Aguilar Camín fueron de los mejores aliados para permitir la llegada de AMLO al poder. Toda advertencia parecía exagerada. Muchos bromearon con la expresión “Venezuela del norte” para llamar a nuestro país bajo el gobierno de AMLO.
A quienes alertaron por años del peligro se les hizo mofa, se les acusó de odiadores y de no comprender el escenario político.
A Aguilar Camín le tomó más de 20 años entender, aceptar que no era exagerado, aunque al menos está consciente que cada posibilidad “exagerada” se ve rebasada cada día.
Al menos, Aguilar Camín y muchos otros ya están conscientes, tardíamente, de que el autoritarismo de AMLO debe ser detenido.
*ofv/LaR.