sábado 06 julio 2024

El Ejército espía a civiles y cataloga a familiares de niños con cáncer como una “amenaza”

por etcétera

Cerramos una semana decididamente atroz. Los jirones que quedaban de la máscara del gobierno de AMLO cayeron, revelando una realidad descarnada, plena de corrupción, autoritarismo e ineptitud.

Confluyeron dos rutas fundamentales. Ambas empiezan y terminan en las Fuerzas Armadas. La militarización fue aprobada en el Senado. Esa es una. La otra: todo lo que hasta ahora hemos visto sobre el masivo hackeo sufrido por la Sedena.

La información que ha goteado estos últimos días revela su inmenso poder, su corrupción, su sentirse por encima de la ley, su inacción ante el crimen organizado al tiempo que su paranoia ante la sociedad civil organizada, como los padres de niños con cáncer y los periodistas.

Un coctel aterrador.

Renunció además la Secretaria de Economía, Tatiana Clouthier. Su salida da muchos indicios de la descomposición interna del gobierno federal, pero lo peor es que fue sustituida por Raquel Buenrostro, la inepta funcionaria que puso en marcha el sistema de compras que provocó el trágico desabasto de medicamentos, que aún no se resuelve.

Comencemos.

Secretaría de Economía: se va un florero y llega otro

La gestión de Tatiana Clouthier en la Secretaría de Economía fue, dicho de buen modo, mediocre. Aunque hay que reconocer que con AMLO no hay de otra: o eres un simple títere, un florero, o mejor te vas del gabinete. Y esta semana Tatiana se fue. En su lugar quedó Raquel Buenrostro, la ex directora del SAT y ex Oficial Mayor de Hacienda.

Buenrostro fue, en ambos puestos, una soldado de AMLO. Su labor fue poner en marcha las puntadas de su jefe, sin importar las consecuencias. En particular, desde la Secretaría de Hacienda, fue la responsable de encontrar el modo de ahorrar miles de millones de pesos en la compra de medicamentos y de abrir un agujero que no se ha podido cerrar.

Gran experta en números, partidas presupuestales y recaudación, pero absolutamente ignorante en temas farmacéuticos y del sector salud, según ella encontró la manera de ahorrar y combatir la “corrupción”: quitar a los “intermediarios”, es decir, a las grandes empresas distribuidoras, las mismas que AMLO cataloga como la mafia farmacéutica.

Con lo que no contaba Buenrostro es que las grandes distribuidoras cobran mucho, sí, pero porque hacen todo lo que los hospitales y clínicas no pueden por falta de personal especializado y de tiempo: buscar entre todos los fabricantes cada medicamento, cada producto, verificar que cumpla con los requisitos de ley, adquirirlo, organizar, catalogar y entregar grandes cantidades de en sus puntos de destino.

Ella decidió que quitando esos intermediarios ahorraría. Y pues sí. Pero no contaba con que iba a generar un criminal desabasto, puesto que sin las grandes distribuidoras el gobierno tendría que buscar por sí mismo los productos, fabricante por fabricante, negociar entregas, recibir, almacenar, catalogar y encima, hacerlos llegar a los hospitales. Y pues como se ve, no se pudo. Y no solo se generó un criminal desabasto, sino que se terminó gastando más de lo pensado, como cuando Marcelo Ebrard hizo un viaje por varios países para conseguir medicinas contra el cáncer.

En fin, que esa es la inepta que fue nombrada como Secretaria de Economía.

Funcionarios de la 4T recibieron atención en el Hospital Central Militar sin tener derecho

Legisladores y funcionarios cercanos a AMLO fueron atendidos durante la pandemia en el Hospital Central Militar, sin tener derecho a ello, sino solo por sus influencias.

De los documentos hackeados por Guacamaya se desprende que la madre de Lázaro Cárdenas Batel, coordinador de asesores de la Presidencia; Alejandro Esquer Verdugo, secretario particular del presidente; Laura González Nieto, asistente particular de López Obrador; Daniel Asaf Manjarrez, jefe de Ayudantía de la Presidencia de la República, y su novia, fueron algunas de las personas que fueron atendidas sin tener derecho, en las instalaciones médicas militares.

También estuvieron, el senador Napoleón Gómez Urrutia, senador de Morena; Nohemí Leticia Ánimas Vargas, coordinadora nacional de Becas para el Bienestar. Ah, y la tía de Rosa Icela Rodríguez, en ese entonces funcionaria de la Secretaría de Comunicaciones.

Así los privilegios de quienes decían que iban a terminar con los privilegios. ¿Verdad que indigna?

La militarización pasa en el Senado

Morena lo logró. Mediante la operación política del senador Ricardo Monreal y algunas presiones desde el gobierno federal, el oficialismo logró los votos de senadores del PRI y del PRD para aprobar la reforma al artículo quinto transitorio.

Hubo algunas concesiones a peticiones de la oposición, pero no las suficientes. El caso es que luego de horas de muy intenso debate, con 87 votos a favor, se aprobó que el Ejército siga en labores de seguridad pública hasta el 2028.

De esos 87 votos, ocho fueron del PRI y dos del PRD. Una semana antes, Morena no contaba con un solo voto de la oposición. ¿Qué hicieron para obtenerlos?

Seguramente puras chingaderas.

El Ejército sigue usando Pegasus y espía a periodistas

Una investigación realizada por Proceso, R3D, Animal Político y Aristegui Noticias reveló esta semana que la Secretaría de la Defensa Nacional ha espiado a periodistas usando el software Pegasus.

También descubrió que en 2019 la Sedena pagó 60 millones de pesos a la empresa que distribuye en México dicho programa espía y que fueron infectados los teléfonos del periodista Ricardo Raphael y de un reportero del portal Animal Político.

Se descubrieron contratos celebrados entre la Sedena y la empresa Comercializadora Antsua por “servicio de monitoreo de información remota”. Es decir, espionaje.

La Sedena se defendió diciendo que era inteligencia, no espionaje. Que sí adquirió Pegasus, pero allá lejos, en 2013 y que nunca de los nunca ha espiado periodistas. AMLO dijo que pa qué, si los periodistas son predecibles, ni falta que hace espiarlos.

Pero, de los contratos de 2019 la Sedena no dijo nada, ni para desmentir ni para confirmar. Ni siquiera los mencionó. Las pruebas presentadas por el grupo periodístico son sólidas, y han anunciado que tienen más que presentarán en días próximos.

Papás y mamás de niños con cáncer son una potencial amenaza a la seguridad del AIFA

Así como lo leen.

Sabemos que es trabajo de la Sedena detectar todos los posibles riesgos a la seguridad nacional, exterior, interior y desde hace algún tiempo también seguridad pública.

En 2020, mientras se iniciaban las obras del AIFA, la Sedena se dio a la tarea de analizar los potenciales riesgos de que las actividades del nuevo aeropuerto sufrieran alguna clase de interferencia.

Así, entre muchos análisis más, realizó una lista de 25 grupos que podrían ser una amenaza y les concedió una calificación por el nivel de riesgo. Se entiende, claro está, que en ese grupo se incluyera al Cartel Jalisco Nueva Generación o a la Familia Michoacana. Incluso, aunque es una posibilidad remota, que se incluya como riesgo al grupo terrorista Al Qaeda.

Pero, ¿poner en esa lista a las mamás y papás de niños con cáncer sin medicamento? ¿En serio? Considerarlos un grupo de riesgo porque han realizado manifestaciones pacíficas en el AICM para pedir que sus hijos reciban medicinas es un nivel de chingadera para el cual no tenemos palabras.

LO CHINGÓN

1.- Que a pesar de las intensas presiones, senadores del PAN, MC, Grupo Plural, uno del PRD y tres del PRI votaran en contra de la militarización. Una digna resistencia.

2.- La enorme cantidad de información que se encuentran investigando, organizando y presentando muchos medios de comunicación sobre la Sedena. Está filtración equilibra un poco el inconmensurable poder que ha acumulado en ese sexenio.

3.- El corajote que hizo AMLO porque nadie le hizo caso en la ONU a su plan de paz mundial y en cambio, desde el Parlamento Europeo propusieron para el Premio Nobel de la Paz al presidente ucraniano Volodímir Zelensky.

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