Hoy desperté
y el corazón
se me inundó de nostalgias,
de amigos que
hace años que no veo,
de los viajes
que juraba serían eternos
y al terminar
me dejaron con un vacío
irremediable
en el corazón;
me carcome la ausencia
de amores
que no me pertenecieron
y de voces
que únicamente existen
en mi recuerdo
de una escuela vacía,
a medio terminar.
Una oleada de andares
se llevó todo,
ya no está
la pequeña escuela
donde mi alma
se quemó junto
a la de seiscientos
enanos más,
ni las personas que
creí jamás olvidaría.
Quisiera volver
durante quince minutos,
para decirle a aquel amigo
que después de todo
si le robaría un beso
a su amada muchacha.