#YoReconozco que más que un confesionario o ponerse en la picota o el cadalso para expiar las culpas y quedar bien ante el respetable frente a la violencia de género se requiere asumir esto frente a situaciones concretas. Por ejemplo, vean lo que sucedió con Maribel Quesada Cano (conocida como “María Debernardi”), hasta hace unas horas la única candidata a reina del Carnaval de Veracruz porque ya renunció por “motivos estrictamente de índole personal”; ocurre que en las redes sociales (Facebook, Twitter y Whatsapp) fueron difundidas imágenes de Maribel Quesada –por usuarios hombres y mujeres de la “alta sociedad”, reporta la prensa del estado– donde se halla en distintas situaciones relacionadas con la intimidad sexual, y junto con esa transgresión es tildada de prostituirse. Más allá de la doble moral e incluso más allá del tufo conservador de cierto feminismo, Maribel está siendo agredida –incluso por algunos medios locales– por ejercer su derecho a hacer con su cuerpo lo que quiere y ahora, además, es agredida por quienes sin su consentimiento difunden fotos de su vida íntima. En situaciones como ésas vale la pena expresar nuestro rechazo y al mismo tiempo demandar que se legisle al respecto para castigar a los responsables.
Editorial: Maribel Quesada, otra víctima de las redes sociales que transgreden su vida íntima
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