El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aceptó este martes la renuncia Nikki Haley, embajadora ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se hará efectiva a finales de año.
En un mensaje conjunto ante medios de comunicación, el mandatario aseguró que su colaboradora le había comunicado su decisión de separarse del cargo desde hace seis meses, sin embargo, no descartó la posibilidad de que regrese al gobierno.
“Hemos hecho un trabajo fantástico juntos, ha sido una persona muy especial para mí”, afirmó Trump ante los reporteros congregados en el Despacho Oval, quienes se mostraron sorprendidos por el anuncio de la dimisión de Halley a pesar de la afirmación del presidente.
Por su parte, Nikki Halley negó conflictos con Trump como causa de su renuncia y se dijo convencida de que existen “límites temporales” para los cargos y por lo tanto, se sabe cuándo es el momento de hacerse a un lado. Asimismo rechazó las versiones que la visualizan como una potencial aspirante a la candidatura presidencial por el Partido Republicano.
“Es bueno rotar y quiero asegurar que este presidente y esta administración tienen la persona más fuerte para luchar por sus intereses. No me voy a presentar en 2020”, sostuvo, al tiempo de prometer que llegado el momento hará campaña por Trump.
Halley se había convertido en una de las figuras más visibles de la administración de Trump y durante su gestión como representante diplomática de la ONU se ha caracterizado por su “línea dura” contra Corea del Norte e Irán, dos de los frentes de conflicto a nivel internacional para el gobierno de Donald Trump.
(Con información de Reuters)
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