A raíz de los escándalos por las fake news, especialmente los relacionados con las elecciones presidenciales en Estados Unidos y el brexit en Reino Unido, ambos procesos en 2016, Google y las redes sociales han sido puestas en entredicho por ser las grandes controladoras del flujo informativo digital.
Ello ha llevado a relaciones muy complejas entre esas plataformas y los medios de comunicación, ya que las primeras no crean sus propios contenidos y los segundos no acaban de hacer rentables sus negocios. Esto ha dado pie a la necesidad de que ambas partes se entiendan.
Google y Facebook ya han dado pasos para un acuerdo con sus contrapartes. La primera compañía lo ha estado realizando al facilitar suscripciones, dar financiamiento a proyectos innovadores e incluso creando y proporcionando herramientas para periodistas.
Por su parte, Facebook ha creado una división de noticias, que es encabezada por Anne Kornblut, periodista que ha trabajado en The Boston Globe, The New York Times y The Washington Post, además de ganadora de un premio Pulitzer. El objetivo es mejorar la relación con periodistas y medios de comunicación, además de procurar que las noticias virales en Facebook no sean basura.
Si bien esta compañía no ha dado mayor información al respecto, de inicio ese equipo se ha integrado en los grupos de verificadores que buscan suprimir las fake news.
En ese camino se les adelantó Apple, que ya ha establecido su propia redacción. En ésta participan unos 30 periodistas provenientes de The New York Times, The Washington Post y CNN que son los responsables de la selección de noticias que aparecerán en Apple News.
Quien encabeza este esfuerzo es la editora en jefe Lauren Kern. El equipo califica los contenidos de terceros, hacen una selección de materiales y los preparan para su distribución en su aplicación, que tiene unos 90 millones de usuarios y que está preinstalada en los iPhone.
Si bien Apple no ha estado inmersa en las condenas por las fake news, no han faltado suspicacias por su trabajo al respecto. Por ejemplo, se le cuestiona no informar quiénes seleccionan los contenidos y los criterios con los que hacen su selección. Para librar este escollo Apple ha buscado exponer diversas versiones de un mismo acontecimiento. Además, también usa algoritmos para conocer y aprovechar los intereses de cada usuario y la tendencias generales.
Pero lo preocupante para los medios es el modelo de negocio planteado por Apple, basado en las suscripciones. La compañía pretende establecer una cuota mensual por usuario para poder acceder a información de diversos medios, lo que pueden ganar suscriptores. Pero Apple se llevará el 30% de esas cuotas el primer año y después el 15% por enviar tráfico a los medios, hasta de un millón de usuarios por pieza. Esas cifras, en el caso de algunas publicaciones, ya superan las de Facebook.
Al realizar su selección (por cuestionable que sea), al eliminar las fake news y al promover las suscripciones, Apple está buscando salvar el periodismo. Falta ver si lo logra.
(Síntesis del artículo “Apple y Facebook apuestan por periodistas para combatir las fake news”, de Miguel Ángel Ossorio Vega, publicado en media-tics).