La madrugada de este martes, el juez del Supremo Tribunal Federal, Luiz Fux, rechazó la petición de la Abogacía General de la República para revertir la suspensión del nombramiento del exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva como jefe del gabinete.
De esta forma, la denuncia penal y el pedido de arresto preventivo por sus presuntos nexos con los ilícitos en Petrobras pasarán al ámbito de la Corte Suprema.
Fux detalló que el recurso que interpuso el gobierno para levantar la suspensión no es válido en esta situación. Mientras tanto, el expresidente sigue sin la protección de los fueros ante especulaciones sobre una posible orden de aprehensión por parte del juez Sérgio Moro.
Asimismo, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, denunció que el proceso de destitución que prepara el Congreso es un intento de “golpe de Estado”.
En una ceremonia con juristas en el Palacio de Planalto, Rousseff aseguró que no abandonará el poder y recordó que fue víctima de injusticias durante la dictadura de Brasil (1964-1985).
"El nombre es uno sólo: es golpe. Yo jamás renunciaré (…) No renuncio bajo ninguna hipótesis. No cometí ningún delito previsto en la Constitución y las leyes para justificar la interrupción de mi mandato. ¡No habrá golpe!. Lucharé para no ser víctima de nuevo en plena democracia. En este caso no caben medias palabras, lo que está en curso es un golpe contra la democracia".
Dilma enfrenta un proceso por supuestamente haber manipulado las cuentas públicas, además de que un senador asegura que la gobernante estaba al tanto de una trama de corrupción que desfalcó a la estatal Petrobras.
(Con información de AFP y DPA)
slg